Me escriben los camaradas del Batallón Socialista de la CANTV, planteando unas denuncias bien sustentadas. Ciertamente, es por todos conocidos el hecho de que a partir del 17 de febrero de este año, cuando el estado pasó a ser dueño de la mayoría de las acciones de la CANTV-Movilnet, la calidad del servicio prestado por esta empresa ha ido en decadencia. La cantidad de imputaciones respaldadas, amen de otros muchos casos que conozco de primera mano, me hacen pensar que no es una coincidencia sino una consecuencia de un complot interno bien gestado.
Todos somos testigos del buen trabajo realizado por la camarada Socorro Hernández en PDVSA después del sabotaje petrolero. Sin embargo, el caso de la CANTV es diferente. Partiendo de la circunstancia que cuando se hizo cargo de PDVSA se encontró con una empresa saboteada pero abandonada, es decir, sin trabas internas. Este no es el caso de la CANTV. Aquí el enemigo es doméstico.
En la reunión del Batallón Socialista de la CANTV el 1 de septiembre del 2007 en el auditorio del NEA, Socorro Hernández expresó que ella “no había llegado para cortar cabezas”. Ahí está enunciando su primer error a viva voz. Bien es conocido que este gobierno socialista no toma retaliaciones y por mucho que se ha hablado de la “Lista Tascón” y el apartheid político es un hecho público y notorio que la directriz del Presidente es no montar cacerías de brujas. Sin embargo, cabe destacar que cuando hablamos de la CANTV estamos hablando de una empresa que viene de un proceso de privatización neoliberal a la que por ende se le inyectó todo el veneno capitalista desde sus más altas esferas y que participó abiertamente en el golpe del 11 de abril de 2002.
En este sentido, siendo los cargos gerenciales de libre remoción y dada la importancia estratégica de la CANTV como empresa líder de las telecomunicaciones en Venezuela, no se entiende el porqué se ratificó en sus cargos a toda la gerencia. Incluso hay camaradas del Batallón Socialista de la CANTV que afirman que dentro de la compañía se encuentran personajes de INTESA -aquella oscura corporación tecnológica sucursal de la CIA que controlaba a PDVSA desde los Estados Unidos- que fueron recontratados por la antigua CANTV.
Es interesante que Socorro Hernández mencionara en la misma reunión que “cuando recibimos eran 6.000 contratados y cuando levantamos las piedras salieron que eran 10.000”. ¡Entonces si hay oscuras intenciones entre los ejecutivos de la CANTV! Eso salta a la vista para cualquiera.
La cúspide del problema radica en que estas denuncias (y muchas otras) que me envían los camaradas ya le fueron consignadas a Socorro Hernández y no se ha hecho nada al respecto. De hecho las manifestaciones en la Av. Bolívar en los días pasados y las denuncias realizadas por José Vicente Rangel en su programa son un claro indicio de los graves problemas internos en CANTV.
Lo más preocupante del caso es que se acerca un proceso eleccionario en un par de meses: el referendo aprobatorio de la reforma constitucional planteada por el Presidente Chávez. ¿Estaremos a las puertas de un saboteo electoral? Camarada Socorro Hernández, meta la lupa en la gerencia de la CANTV.
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