Casi toda mi vida laboral ha transcurrido en el centro de Caracas. He visto pues, no su nacimiento, pero sí su auge, su caída y espero ver su recuperación De las "estampas" que ya dejé de ver hace años recuerdo la de los turistas extranjeros y nacionales. Era usual verlos en la plaza Bolívar, algunos muy blanquitos y otros muy negritos, según su procedencia, tomando y tomándose fotos con las palomas y con la estatua ecuestre de Simón Bolívar.
Y es que no son concha de ajo esas cuadras del "casco histórico". Ahí esta una parte de nuestra historia: el Palacio de las Academias, la Catedral de Caracas, la iglesia de San Francisco con su ceiba, La Casa Amarilla, el Palacio Municipal, el Capitolio Federal… Un poquito más allá están las emblemáticas Torres de El Silencio, su maltratada plaza Caracas y la desaparecida plaza Diego Ibarra, hoy en recuperación. Nuestro casco histórico bien se merece un cariñito.
Por eso me sorprende lo que desde mi ventana (la de mi oficina) he visto últimamente. Hace unos meses me percaté que sobre el techo del ala este de la sede de la Asamblea Nacional (AN), Patrimonio Cultural de la Nación, comenzó a erigirse un "edificación", que al principio parecía una oficina de esas provisionales que construyen para las obras de ingeniería. Un tanto extraño, pensé, pues ya la remodelación de la sede de la AN terminó. Traté de averiguar y nada. Luego instalaron una polea de esas que se usan para cargar enormes estructuras, las cuales iban derechito al techo en cuestión. Volví a pensar, aun ingenuamente, que para ser una "oficina provisional" como que estaban gastando mucha plata.
En enero vi como ya el pegoste arquitectónico tiene aire acondicionado, un techo rojo rojito y ni por asomo tiene la pinta de provisional. Pude averiguar que allí funcionará una sala de conferencias. Ignoro si este techo estuvo en la mente del principal constructor de la obra el ingeniero Luciano Urdaneta.
Recientemente la gobernadora Yelitza Santaella ordenó la demolición de la Casa Los Rojas, declarada Bien Cultural de la Nación, en Tucupita, estado Delta Amacuro, por lo cual Instituto de Patrimonio Histórico y Cultural (IPC) la demandará legalmente. Valdría la pena que las autoridades se asomaran a mi ventana y vieran. No sólo demoliendo se acaba con el patrimonio.
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