Todo comenzó a finales de los ochenta. Nos convencieron que los “super-estados” son nocivos para la “salud de la nación”. Dictó cátedra el neo-liberalismo salvaje, para relanzar al capitalismo. El modelo fue copiado sin chitar por los cipayos cuarto-republicanos: a DESCENTRALIZAR, pero lo mas importante a PRIVATIZAR. Cambiaron los patrones en su esencia: la SALUD la convirtieron el MERCANCÍA y el PACIENTE pasó a ser el CLIENTE. Mercantilizaron la Salud.
Las denuncias del Vice-Presidente Carrizales, el pasado 18 de abril en relación al presunto tráfico de pacientes desde los hospitales públicos hacia los centros privados, léase Clínicas y Hospitales Privados, se quedó corto. Faltó por incluir laboratorios, centros de radiología e imagenología, centros de rehabilitación y fisioterapia, unidades de endoscopia, por nombrar los mas lucrativos y rentables.
Solo se ha vislumbrado la más chata punta del iceberg. El problema va mucho más allá de llevarse los pacientes de las camas hospitalarias hasta las mesas de quirófanos privados. El problema es que una vez agotada la cobertura del Seguro Privado de Hospitalización Cirugía y maternidad, lo regresan al hospital del estado sin el menos remordimiento Y ARUINADOS.
Nada se ha oído de la venta y marketing de las camas de hospitales públicos. Como poco se ha dicho de la venta y comercialización de los turno quirúrgicos; al igual que la reservación y comercio que soportan las camas de terapia intensiva de nuestros hospitales, donde son l@s mism@s médic@s intensivistas, que trabajan en privado, son quienes garantizan a este sector de la medicina, la salida del paciente, una vez menguada su Póliza de Seguros Privados.
Especialidades tales como cirugía general, neurocirugía, cirugía cardiovascular, TRAUMATOLOGÍA, GINECO-OBSTERICIA, son las vedettes de la captación y sustracción de pacientes del sector público al sector privado de la “salud”. Es el caso del Gineco-obstetra que controla a la embarazada en el hospital, pero le hace cesárea en la clínica privada. Necesite o no el procedimiento. Esto por nombrar lo mas conspicuo e inadvertido, ante la indiferente mirada de tod@s por considerarlo, hasta si se quiere, “NORMAL”. Tamaña perversión, ¿NO?.
Pero lo mas sensible, a todo esto se le suma el aderezo que debe acompañar para lograr el objetivo: LA INTIMIDACIÓN DEL SABER: ¡Estás muy grave!. ¡Si l@ movilizan o se l@ llevan, puede morir!. ¡Solo yo te puedo resolver tu gravedad, soy quien mas sabe de lo que tu tienes!. ¡El hospital no cuenta con los recursos, ni con el personal para resolver la gravedad de tu caso!. Pero creo que sería incapaz de cuantificar, la proporción de la crisis que genera la bochornosa pérdida de la ética y moral profesional médica, pero lo que si es bien cierto, es que esto se da ante la vista complaciente y encubridora de los Colegios Médicos, las Sociedades Científicas y la Federación Médica Venezolana y de sus Tribunales Disciplinarios y Comités de Ética y Deontología Médica. ¡Ah! Antes de que se me olvide, los autores intelectuales: las transnacionales farmacéuticas, de insumos y equipos médico quirúrgicos, y las universidades deformadoras de profesionales para la salud, sin compromiso, responsabilidad, ni conciencia social.
… NO VOLVERÁN
felipeguzman17@yahoo.es