Desde que apareció el Profesor Lupa, recibo diariamente unos cien correos electrónicos, la mayoría con denuncias que transmito a los organismos, instituciones o personas que deben o pueden hacer algo. A veces aparecen “misterios de la ciencia” como los de unas supuestas irregularidades en el manejo, por parte de la Superintendencia Nacional de Cooperativas (Sunacoop) de un caso de Guárico. Me escribieron y luego me llamaron unos compatriotas, entre ellos una amistad de mi primera juventud, para informarme de sus dificultades. Por lo que escuché, me pareció que se había cometido o se iba a cometer una injusticia, y me comuniqué telefónicamente con el Superintendente Nacional de Cooperativas, Sr. Juan Carlos Baute, quien afirmó estar enterado el caso y me aseguró que estaba “bajo control” porque se reducía a una “querella personal” entre el presidente destituido y su esposa, miembro de la asamblea… Aunque la explicación me pareció un poco superficial, confié en el buen juicio de un compatriota que supervisa a las 241 mil cooperativas que, según él, existen en Venezuela.
Verdadera y triste historia de una cooperativa
Posteriormente me enviaron los documentos, a partir de los cuales reconstruyo para ustedes la historia de la cooperativa guariqueña “Marijun”: tras haber detectado supuestas irregularidades financieras de su presidente, se reunieron en asamblea ajustada a derecho (convocada con avisos en la prensa local informando motivo de la convocatoria, etc.) y decidieron destituirlo, pedir una investigación y obligarlo a resarcir los daños. La cooperativa informó a Sunacoop y le remitió, el 18 de Abril 2008, todos los documentos del caso, unos 214 folios (que fueron recibidos y sus copias selladas por la funcionaria María López de Sunacoop (Guárico). Como consecuencia y por orden de la Superintendencia Nacional (Caracas), el 22 de Mayo 2008 se hizo una fiscalización (ellos la llaman “investigación especial”) en la sede de Sunacoop-Guárico, dirigida por el coordinador local, Sr. Paredes. Las partes presentaron sus alegatos y recaudos que, según Paredes, fueron luego enviados a Caracas.
Acusadores acusados o entre abogados te veas
Como pasa en estos casos, el destituido impugnó la asamblea, Sunacoop Caracas admitió la impugnación y falló contra la mayoría en un veredicto basado en la falta de unas pruebas que sin embargo existían y habían sido enviadas. Se voltea la tortilla: ahora los acusadores tienen que defenderse, pero ¿cómo, si los documentos de su defensa desaparecen misteriosamente (en Guárico, Caracas o en la vía)? y Sunacoop se mantiene en su posición basada en esa ausencia de pruebas de la defensa (escritos, pruebas, mesas de diálogo, fiscalizaciones). Sunacoop falla a favor del presidente destituido y en contra de la asamblea, la cual tiene un tiempo limitado para apelar, etc. A mi humilde entender de venezolano con experiencia en abogados de la Cuarta y de la Quinta, ya el caso está injustamente decidido por los abogados de Sunacoop, a partir de una situación irregular (desaparición de documentos) producida en Sunacoop.
Entre burócratas me veo
Volví a llamar al Superintendente pero no logré que respondiera a mis múltiples llamadas, ni que respondiera a mis mensajes de texto donde le soliciutaba, repetida e inútilmente, un correo electrónico para enviarle los documentos. No puedo pronunciarme sobre el caso pero, hasta prueba de lo contrario, el abogado Dr. Jhoel León, la consultora jurídica de Sunacoop Dra. Mariangel León (¿serán familia?) y el Superintendente emitieron una fallo que no tomaba en cuenta unas pruebas “oportunamente” desaparecidas. Sin prejuzgar, mi obligación como periodista y parte del Proceso es insistir y profundizar en este caso hasta que quede claro que se trata de justicia y no de corrupción.
Poder moral es el del pueblo
Yo no puedo ni quiero juzgar a nadie. Cuando recibo una denuncia donde, por ejemplo, me dicen (como me dijeron ayer) que el estacionamiento de la UBV en Los Chaguaramos es utilizado por personal de la UCV y otros particulares de la zona a cambio de dinero, mi obligación es transmitirlo a las autoridades correspondientes, a la inteligencia y a la contraloría social: ningún funcionario debe disgustarse o ser indiferente ante una denuncia. Mi obligación es hacerle seguimiento, sin límite de tiempo, al caso y a los personajes. Por ejemplo, en lo que se refiere al inaccesible Sr. Juan Carlos Baute y sus 241 mil copoperativas, creo que debemos seguir el resto de su carrera con la atención que merece.
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