Blyde: “Rosales no puede robar porque ama con locura la Constitución”

La honorable anciana de 67 años de edad, Milagros Socorro (con siete cirugías en en distintas partes de su cuerpo) buscó al constitucionalista Gerardo Blyde Pérez para que le explicara el asunto de la solicitud de privación de libertad contra Manuel Rosales. Gerardo Blyde le contesta de entrada que la única manera de sobrevivir políticamente en este país es negar de todo lo que a uno lo acusen. “Nadie te puede estar acusando por el sólo hecho de que no comulgues las ideas del enemigo.”

Milagro trata de retrucarle diciendo que entonces ellos nunca podrían sustentar ninguna clase de acusación contra Chávez, a lo que Blyde responde: “Eso contra un hombre tan honorable, recto y digno como Manuel Rosales constituye un acto más de actuación judicial selectiva, que persigue, juzga y detiene durante el juicio a los adversarios políticos, mientras se garantiza total impunidad a quienes desde el Gobierno se enriquecen con los dineros públicos. Ese abuso es parte del mismo proceso hegemónico que pretende absorberlo todo y controlarnos a todos.”

Blyde fue considerado en su juventud (ya está muy clueco) toda una autoridad en el conocimiento de leyes y constituciones en el país. Pero ha ido perdiendo condiciones y hasta su propia gente duda de sus juicios y saberes. Por ejemplo, la vaquilla de Liliana Hernández hoy no cree absolutamente nada en él. Sobre el caso de los puertos y aeropuertos Blyde sostiene que el poder de los gobernadores y alcaldes, “que representamos una alternativa distinta al chavismo y no estamos plegados a los designios de Miraflores, radica en la legitimidad que nos dio la voluntad popular al ponernos en estos cargos. Esto es, el poder del pueblo. ¿Y cuál es el poder con que se nos amenaza? El poder de las armas. La sociedad civil se está enfrentando a una voluntad militarista. Evidentemente, nosotros no tenemos ejércitos con que defender la voluntad del pueblo frente a la determinación militarista. Cuando el Presidente le dice a un gobernador que tomará los puertos y que le mandará la Guardia Nacional para obligarlo a calarse la violación de la ley, está incurriendo en acciones de hecho (no de Derecho) y dando un batazo a la Constitución. Por ese camino, terminará metiéndonos presos, como ha amenazado, y como acaba de mandar a hacer con Rosales, cuya detención anunció en octubre del año pasado.”

Es decir que el ciego de Blyde sostiene que Rosales irá preso por el asunto de la centralización de puertos y aeropuertos. Y por eso tiene la horrible salida de decir: “Nosotros estaremos temblorosos pero no asustados. Cuando nos vengan a buscar por un acto de hecho, iremos a prisión con conciencia de que se ha desconocido la voluntad del pueblo. Que sepa Chávez que, cuando nos lleve presos, estará encarcelando la Constitución y a la mitad del país, que votó por nosotros. Pero que sepa también que en el pueblo venezolano hay la fuerza suficiente para liberar la Constitución.

Cuando se le preguntó qué pretendía decir con eso de que la fuerza suficiente para liberar la Constitución, respondió: “Nada, nada. En este país no habrá un enfrentamiento. Los venezolanos no queremos matarnos entre nosotros, por más que el Presidente nos ha amenazado hasta el cansancio con su revolución armada, diciendo que sus armas irán contra el pueblo (porque no son para un enemigo externo).”

¿Cuándo, señor Blyde, ha dicho el Presidente que sus armas irán contra el pueblo?

Pero él otra vez escabulle el bulto y replica: “--Yo no creo en generalizaciones. No atribuyo a toda la Fuerza Armada integridad, pero tampoco pongo en duda su honorabilidad en bloque. La FAN es un cuerpo vivo en cuyo seno hay muchas individualidades plegadas al poder por las prebendas con que los ha corrompido.

Le tiraron un dardo que no pudo evitar: “-Usted dice que la Constitución del 99 es incompleta, pero ha terminado defendiéndola fervorosamente.” Y vuelve a contradecirse penosamente: “Sin embargo, la Constitución del 99 sigue bloqueando el proyecto hegemónico y centralista de Chávez de concentrar todo el poder. Por eso, Chávez quiso reformarla y el pueblo soberano le dijo No el 2 de diciembre de 2007.

Pero hace poco le volvieron decir SÍ, ¿entonces?

Blyde recula y dice que los virreyes son inaceptables, y que él sí es un gran alcalde porque todo el mundo lo mkira y lo saluda, en cambio a los alcaldes y gobernadores chavistas si no fuera por los escoltas y los camionetones, nadie voltearía a saludarlos. Esos diputados no están allí para dar respuesta a sus electores, sino para obedecer a quien les puso los votos y a cada rato les recuerda esta sumisión, con regaños y humillaciones.

¿Y a usted lo puso en ese cargo Globovisión?

No – contesto- me puso el pueblo inteligente, bello y rico del Este de Caracas.

jsantroz@gmail.com


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Jose Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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