Sr. Presidente, gloriosa batalla sostenemos en el exterior, pero a lo interno la indolencia y incuria ocasionan estragos terribles, peligrosos y perniciosos. Nuestro Chávez de cada día es el que se da cuenta de todo lo malo y bueno que nos rodea, pero él no puede estar en todas partes. La mayoría de lo gobernadores y alcaldes están en lo suyo, unos viajando, otros divagando, dejando que con indolencia les pase el tiempo hasta que la realidad los coloque contra las cuerdas y entonces el pueblo sea quien tenga que pagar sus patuques. En Mérida lo vemos clarito: esto va directo al despeñadero. El Presidente le da su taquititaque al gobernador Porras-Orellana, y éste llega a su Estado más opaco y más gris que nunca. No explica al pueblo las decisiones que se toman en el último consejo de ministros, olímpicamente no se reúne con el PSUV y nada asume ni nada hace. Es un señor que no sabemos para qué carajo salió electo gobernador y en el Buro del PSUV regional no hay la suficiente fuerza, formación ni carácter para que se tomen las riendas políticas del Estado. En Mérida la luz (moral y también real) se va todos los días un promedio de cuatro horas en dos cortes, dos horas en el día y dos horas por la noche. Es algo catastrófico porque ya en la ciudad no hay ascensor que sirva, multitud de aparatos se dañan y pequeños comerciantes por este camino van a la ruina. Se paraliza una parte esencial de la actividad de la ciudad: universidad, escuelas, liceos, industria, producción. Nadie en el gobierno pareciese que se da cuenta de esto. Como que no tiene que ver con ellos.
Uno, por la revolución se traga casi todo, pero la arrechera es inmensa y generalizada en la población y uno llega hasta pensar si no será que acaso esta vaina forme parte de un descomunal y silencioso saboteo, muy bien dirigido y planificado, porque la cosa lleva meses. Total que ayer no pudimos escuchar al Presidente en la Asamblea General de la ONU, ni tampoco lo de la rueda de prensa que posteriormente dio, ni mucho menos la entrevista que le hizo Larry King por la noche. Yo estoy seguro que Chávez no sabe de esto porque con urgencia hubiera puesto alguna forma de reparo. ¿Y los ministros no saben de este gravísimo problema? Expliquen, por favor, y al menos establézcase un horario para los cortes porque cogen a todo el mundo de repente en tinieblas. Hay pueblos como Lagunillas en donde la luz se va días enteros, y nadie explica un carajo, ni alcaldes, ni funcionarios de la Electricidad, ni en el gobierno central ni mucho menos el gobernador Porras-Orellana quien vive en las nubes en un helicóptero que él mismo pilotea. Estamos realmente desamparados y frustrados como en los tiempos de la IV. En cuanto a Salud la cosa es tétrica: el hospital de Mérida es un total despelote se ha tragado docenas de miles de millones de bolívares en menos de tres meses y aquello da grima. Ahora suplican porque les metan 13.000 más so pena de que se muera todo el mundo allí, o se tenga que cerrar.
Qué sangría Dios mío. Y Barrio Adentro, los CDI’s, han desmejorado muchísimo. La situación de la vivienda es super-caótica porque todo lo han dejado en manos de contratistas que lo que andan es buscando exprimirle el pobre bolsillo a los desamparados. La vialidad se ha dejado también a la buena de Dios y los cráteres crecen y se multiplican. Vaya, cómo se encuentran, saliéndonos de este Estado Mérida, por ejemplo, las carreteras de Guárico. La carretera Chaguaramas-El Sombrero está literalmente vuelta una mierda. Qué indolencia. Y todo eso, a uno le duele y le arrecha porque no se explica si es que los gobernadores se las echan al hombro o si es que las empresas contratistas nos estafan; en ambos casos el culpable irremediablemente tiene que ser el Gobierno. No sé qué pensar, y PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, PERO DE VERDAD, VERDAD, CARAJO, Y QUE NO JODAN TANTO.
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