130 años de La edad de oro: la maravillosa revista para niñas y niños escrita por José Martí

Con mucha alegría debieron recibir los niños, niñas y adolescentes –e incluso los adultos- de la América de finales del siglo XIX, La Edad de Oro, joya hemerográfica que atesora una serie de escritos del inmortal José Martí. Con unos hermosos grabados, frescura, el Literato y Prócer cubano les invitaba a abordar la lectura, acercarse al conocimiento, a valorar la naturaleza y la creación, a destacar los valores de la humanidad y a reconocer a los que lo dieron todo por la libertad y la independencia de América en un claro mensaje emancipador. La Edad de Oro circuló en 4 números publicados de julio a octubre de 1889; ha sido traducida a más de 13 idiomas en diversos formatos, en algunos de ellos manteniendo la originalidad de su primera edición. En 32 páginas escritas por la prodigiosa pluma de Martí, encontramos cuentos, poesía, ensayos, crónicas. En aquellos años la revista fue conocida en Cuba, Venezuela, Estados Unidos, España y México y luego en casi todo el mundo. Eran tiempos en que Martí iniciaba los preparativos de la guerra necesaria y se estaba creando el Partido Revolucionario Cubano y editando también el periódico Patria.

En el primer volumen, leemos con atención Tres héroes. Allí se evoca la obra libertaria de Simón Bolívar, del padre Hidalgo y de José de San Martín, hombres de estas tierras, que llevaban por dentro toda la sensibilidad y el deseo de acabar con la dominación española y toda su secuela de opresión y maltrato al criollo, al indio y al esclavo. Enseñaba Martí que a los tres héroes hay que apreciarlos, quererlos en su justa dimensión, eran los tres grandes hombres de la historia americana que llevaban el decoro y la dignidad de todos los hombres del continente, amalgamados en su sabiduría, sus ideas y sus luchas libertarias "en esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana" En el escrito de Martí se comprende el valor de estos tres héroes que se montaron en el caballo de la Historia para llevar desde Venezuela, México y Río de la Plata los ideales y las luchas por la libertad.

Comienza Martí su artículo ilustrando la llegada de un forastero a tierras de la eterna primavera o de los techos rojos: la Caracas de finales del Siglo XIX, la "Jerusalén de los sudamericanos" que lo llevan al encuentro de la estatua del Libertador Simón Bolívar, aún con las botas curtidas por el polvo del camino de La Guaira, le llevan al abrazo fraterno y magnánimo. Bolívar es uno de los hombres sagrados. En la grandiosa visión de José Martí, el Libertador era un hombre que parecía siempre estar en espera de montar a caballo, y ese corcel era Venezuela, era la América toda que demandaba de él la libertad. Cuando todos se cansaban, él no, cuando lo echan de su tierra se arma con más ahínco con el apoyo de un negro generoso, el Presidente Petión de Haití. Retoma la lucha, ganó muchas batallas y conquista la libertad de los pueblos de América, aún con soldados descalzos y semidesnudos "Bolívar murió de pesar del corazón, más que de mal de cuerpo... Murió pobre y dejó una familia de pueblos" decía con justicia y sabiduría Martí.

El segundo a quien Martí se refiere en "Los tres héroes" es al padre Miguel Hidalgo y Costilla como el hombre bueno que amó y enseñó a los indios a criar al gusano que da la seda, a la abeja que endulza la mesa y a cocer los ladrillos que dan abrigo. Hidalgo el cura bueno, de honda formación teológica pero también libertaria con amplio dominio de muchos idiomas y de las ideas de la ilustración; Hidalgo, él que con su ejemplo logra erigirse como el líder que conduce al pueblo indio y llano a la lucha por la emancipación de su país, Hidalgo él que lanza el Grito de Dolores y lucha sin descanso junto a Ignacio Allende, que recorren buena parte de México declarando la libertad y luchando por ella. Hidalgo hombre digno y justo que libera a los esclavos y reivindica las tierras para los indios, también publicó un periódico llamado El despertador americano. José Martí describe también los tormentosos últimos días de Hidalgo, fusilado por los españoles. Hidalgo mártir de la independencia mejicana.

De José de San Martín, nos cuenta Martí, que fue el Libertador del Sur, de Argentina y Chile. Militar, brillante defensor de España frente a Bonaparte, militar lo dio todo por la libertad de esa nación y de ella obtuvo honores y que ante el llamado a la libertad de su nación en el sur de América deja al ejército español y se embarca a luchar por la independencia del sur de América del Sur. Aquel joven militar que Martí describiera como de poco hablar que "parecía de acero: miraba como un águila" al llegar a Buenos Aires formó un escuadrón de caballería, sable en mano enfrenta a los españoles y los derrota. De Argentina va a liberar a Chile. Batallas gloriosas como las de San Lorenzo, Maipo y Chacabuco coronan su gloria como lo fue el paso de los andes. En el Perú se encuentra con Bolívar y deja en manos de éste la consolidación de la libertad de ese país.

En su reflexión nos dice Martí, que ante tantos gestos buenos y grandiosos, a los héroes hay que quererlos, honrarlos, eso bien se lo merecen Bolívar, Hidalgo y San Martín los tres héroes, que pelearon para hacer libres a los pueblos.

 

Licenciado en Geografía, trabajador de la Casa de Nuestra América "José Martí" y Profesor de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana, Núcleo Caracas.

wolfgangvicent@gmail.com

 



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Wolfgang R. Vicent Vielma

Trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí en Caracas y Profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEFA)

 wolfgangvicent@gmail.com

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