En Venezuela, el racismo siempre ha estado presente como una posición frente al otro. Antes se encontraba camuflado pero se visualizaba a través de diversos mecanismos. La publicidad comercial era uno de esos espacios donde se operaba (y opera) muy bien esta conducta. Por intermedio del mecanismo publicitario, se comunicaba o vendía un concepto de belleza, hermosura, lujo. No logramos ver (que yo recuerde) una publicidad de compotas Gerber (por ejemplo) con un niño negrito o para suavizar la cosa, con un niñito o una niñita morenita. Es más, nunca apareció una niñita ni blanca ni negrita. siempre fue un carajito blanco tirando a rosado con los ojitos verdes. Ahí estaba un concepto de hermosura y belleza.
Históricamente, el racismo siempre ha estado vinculado con una posición social, aunque esa relación no es fácil observarla y entenderla, está muy presente en frase como: Pobre negro, “peazo e´negro”, ese negro, negro de mier…, son estereotipos que nos van colocando y consciente o inconscientemente se reproduce. Nunca no hemos encontrado con alguien que le diga a una persona de color blanco: blanco e mier…, peazo e´ blanco.
Hoy en Venezuela, el racismo ha recuperado espacio y anda con nuevos bríos en el marco de la confrontación política y como una estrategia para combatir un proyecto político, que curiosamente aboga por un proceso de inclusión e igualdad social. Esto por supuesto no debe extrañarnos, si estamos conscientes que es un hecho o comportamiento propio de una sociedad que nos ha educado para entender que si deseas verte como el niñito de la compota (gordito, blanquito y ojitos verdes) debes consumir el producto Gerber.
Lo que nos parece a primera vista incomprensible, es ver a un moreno o una morena, apostar por el otro frente (el racismo vs. igualdad e inclusión) o burlarse de una persona cuya piel es negra, porque desde su propia referencia; él se observa o se asume como una persona de color blanco. Expreso que a primera vista parece incomprensible, pero luego uno le encuentra una explicación a este comportamiento. La explicación viene precisamente por el frente político, porque estas nuevas expresiones de racismo son pensadas, organizadas y desarrolladas como una estrategia para combatir el proyecto político que apuesta por la inclusión social y la igualdad
He visto a un negro, negra, morena o morenito asumir una posición política contra natura. Cuestiona a una persona por ser negra, pero ese cuestionamiento o burla, es un mecanismo organizado por un sistema para usarlo como una estrategia política. Lamentablemente la persona de color negro que lo usa, echa mano de ese argumento seguramente sin tener sentido de lo que expresa, porque no esta en su voluntad. Está prácticamente colonizado o neocolonizado.
En estos días circuló por Internet y por teléfono celular, el siguiente chiste:
Copio el Chiste como lo recibí
“Aristóbulo va con su mujer al circo los Valentinos, cuando van saliendo un vigilante dice: ¡Mire señora, no puede llevarse los monos de aquí! Aristóbulo dice: ¿Bueno chico es que tú no sabes quien soy yo? Y dice el vigilante: Coño esta si es arrecha, se lleva al mono que habla”
De no ser un recurso político, ha podido usarse al Señor Coa de la extinta CTV (qepd), pero como en el fondo está lo político; Aristóbulo es un “icono” importante. En este caso; la política de la oposición es un propuesta racista. Se utiliza el racismo y la política para un mismo fin: Desacreditar una propuesta que va contra la exclusión y afinca una posición de clase. La persona blanca es realmente una persona y el negro es simple y sencillamente un mono.
evaristomarcano@cantv.net