Por mi Hermano y Panita Julian Conrado.
Son muchas las voces que ascienden al corazón del hombre, henchidas de amor y paz, sentimientos profundamente blindados de verdad, razones por la cual se mantiene lúcido y vivo el Cantor, el amigo, el familiarmente Camarada Julián Conrado.
Hoy, el planeta abre en este hemisferio, su mes de mayo. Se vislumbran las nuevas luces del sol, nuevo florecimiento en el jardín, el cerúleo placentero e imponente del cielo abierto, brindando el más hermoso regalo, anuncia el nuevo canto y mi hijo Ernesto Salvador se tercia su Cuatro para entonar unos versos de Martí, sencillos como Julián, enamorados como Bolívar, grande como el Comandante Chávez, recio y solidario como Ali Primera. Entonces nos avalancha una infinita sombra que ofusca la idea, el orden, la paz, el amor. Se multiplican las dudas, se calla el canto y los niños aborrecen los parques, cuando vemos los pájaros enjaulados, muriendo en cautiverios, cuando vemos a un cantor revolucionario (privado de libertad en un país revolucionario), cuando vemos todo patas arriba, sin atención al nutrido pelotón de hombres y mujeres que claman la libertad del Cantor.
¿Se cumple cual profecía, el dictamen literario de Galeano, El Mundo Al revés? ¿Donde odiemos a nuestras madres y empuñemos las armas para matarnos unos a otros, homenajeando a la muerte? ¿Borramos entonces el valor de la vida y el amor? El pequeño Simón Ali, hijo de la ternura y de la poesía nos pregunta ¿por qué volar papagayos oscuros, enlutados? ¿Le responderemos como respondiéndoles a todos los niños del mundo, porque la vida no vale nada y el sueño está a favor de los demonios?
Se multiplican las argucias, la victoria es solo para los magistrados de la demencia y la incordura falaz. Todo se nos vuelve entonces abstracto, geométricamente enmarañado. Las preguntas se desvanecen sin respuestas, y todo por qué, ¿por qué todo esto?, pues bien, expliquemos objetivamente la cosa:
Se apresa a quien se enamora de la vida, celebrando cada amanecer, junto a la madre y los hijos, en plena ceremonia familiar, del cafecito recién colao.
Se priva de LIBERTAD a quien se levanta con la convicción de enarbolar la paz, como bandera colectiva de un pueblo organizado.
Se ciega al hombre que preocupado por la tierra y el medio ambiente, se levanta día a día, a sembrar el nuevo árbol que sombreará al campesino en su faena, por la vida y el sustento de todos y de todas.
Se encarcela al hombre por denunciar los feroces bombardeos contra el corazón del niño, de la madre, contra la existencia humana y tranquila.
Se encandila la LIBERTAD del hombre que construye la PAZ con su canto y su poesía campesina. Con su idea social y liberadora.
Se busca callar al Cantor, a sabiendas que calla la vida y la esperanza de vivir. A sabiendas de marchitar el sol, penetrando los cuchillos de la noche.
Se maltrata al hombre, alejándolo de su canción y su alegría, fragmentando la familia, dividiendo los corazones de un matrimonio natural.
Se apuñala al hombre, que funde las armas mortales para crear columpios y espacios de PAZ, se maltrata al Cantor que le canta a la única flor que sobrevivió a la masacre inhumana de los asesinos de pueblos.
Entonces entendemos cual es nuestro papel en esta lucha. Nadie claudica ante las bestias adineradas y complacientes del odio. Nadie se arrincona ni se desmaya ante los lacayos y la injusticia. Nos alimenta y nace la LIBERTAD, por ella luchamos y cantamos, por ella, celebramos los partos de nuestra mujer campesina. Nuestra mujer universal, que trae consigo el infinito amor a la esperanza de una nueva sociedad.
Las respuestas a todas aquellas interrogantes, las saldamos en el canto de Julián Conrado, a quien seguimos con admiración patriótica, con solidaridad humana, en tanto lo conocemos desde hace mas de una década y compartimos los ideales de nuestro Padre Cantor Ali Primera, hombre-Escuela de la LIBERTAD, hombre-paisaje para el amor.
No hay cárcel que limite a un soñador, pero tampoco es espacio para un cantor. Más cuando se le limita por estúpidas injusticias, mezquinas de ternura y brillo ante el placer de desandar los caminos, llevando flores, en cada canción, llevando alegrías, en cada verso. La Canción Necesaria es lengua del Pueblo dijo Ali Primera, entonces, compañeros, aquí nadie guinda las guitarras, nadie caya la voz del Pueblo, aquí todo el mundo cabalga en el mismo sueño, cuya verdad es el amor, y la mejor forma de defender el amor es amando, o sea que Ali y Julián son dos pájaros amorosos, cuando dice Conrado Amando Venceremos, solo que este pájaro aun sigue en su jaula, y sus canto junto a nosotros.
¡Que salga el nuevo sol¡ ya es tiempo de estar a la altura del tiempo y que seamos cóndores aleteando la LIBERTAD, y no serpientes arrastrándonos en la muerte, envenenados hasta los dientes.
Sin tanto Perendengue, le cantaremos a la Paz.
¡Amando Venceremos¡