En la continuidad analítica de los momentos históricos, veo con suspicacia el acontecer diario de quienes salen en busca de una mejor vida en esta sociedad capitalista, que traga y destroza socialmente nuestras vidas, que acaba mundialmente con el planeta y, que afianza lo que nuestro recordado filosofo y Comandante Fidel Castro anunciara hace mas de 3 décadas, la extinción de la especie humana. Este sistema rapaz, asesino aun en su etapa final, decadencia y ocaso de su historia, lleva el acompañamiento de una de las mayores inversiones y apoyo inhumano que ha podido facilitar el gobierno de los Estados Unidos. Bien, en este sentido, estos sanguinarios politiqueros, víboras de la demencia, se juntan con grandes empresas transnacionales, gobiernos de factos, sátrapas de la economía mundial, parteros de las guerras, para insistir tenazmente en acabar con el sueño bolivariano en Venezuela.
Es impresionante la cantidad de miles de millones de dólares invertidos en la región suramericana, para cercar y cercenar el desarrollo socioeconómico, cultural que impulsa el gobierno legitimo y moral del compañero Nicolás Maduro, quien dicho sea de paso, se ha convertido en un roble, un guayacán resistiendo los embates brutales que desde el ministerio de la locura y la muerte disparan en su contra. A diario, se multiplican los dividendos en canales de televisión aculturales, medios de la pornografía y la crónica disociada, empresas de comunicación al servicio de parcelas burgueses, hastiados por no poder con un pueblo que resolvió históricamente enrumbarse por un mundo mejor, afianzándose en su patria libre y soberana.
Los disparos seguirán. Por más fuertes que sean las tormentas y huracanes, no detendrán el curso de nuestra historia. Amamos rotundamente el hermoso sueño socialista de Allende, pero no se equivoquen, no somos la Chile del 73. Amamos rotundamente la historia libertaria y patriótica del Guerrillero Ernesto Che Guevara, pero carajo, no se equivoquen, no somos el Che de Bolivia. Jamás olvidaremos y dejaremos de defender la historia humana de Bolívar, de Sucre, de Zamora, del Gran General Francisco de Miranda, pero ay!! No se equivoquen, señores de su guerra solitaria, conocemos de aquel ocaso en Santa Marta, de las sombras de Berruecos, de las traiciones en la década del federalismo, de la maldita traición de la Guaira para una muerte en la Carraca española. Ya este pueblo ha sufrido tanta felonía que su coraza resiste para la eternidad cualquier acción pérfida en su contra, y sobre todo, sabe obtener sus victorias democráticamente.
Vendrán tiempos mejores, mejor economía, mejor desarrollo y calidad de vida, mas sin embargo, con ello vendrá más violencia por parte de esta descarrilada y asesina oposición. Seguirán contando muertos antes de exterminar nuestros compatriotas venezolanos (Chavistas y opositores), incrementaran sus guarimbas antisociales, sus empresas cerveceras disminuirá la producción de alimentos y su distribución en el país, para exportarlos a quienes le financian sus paros y guerras sucias. Y es que esta gente no terminaran de entender que no se trata y nunca se ha tratado de cambiar o sacar o poner un presidente, no!!, no se trata de ajustar un personaje con ciertas características físicas que le agrade a los gringos, no!!, esto comenzó hace siglos y apenas en 18 años comienza a materializarse. Es una idea, es un proyecto de vida contra la tristeza y la muerte. Es un sueño hecho realidad por niños, hombres y mujeres que se cansaron de ser esclavos de un sistema morbito, que cerceno sus vidas para el mejor postor.
Hoy en día, el pueblo sabe de qué lado están los malos de la película. Quiénes son los enemigos de la patria y de dónde vienen los dólares para financiar el horror. Lamentablemente, jamás creímos decir que llegaría el fascismo a Venezuela, ni siquiera el 11 de abril del 2002 los insulsos terroristas de hoy se atrevieron a impulsar el fascismo, pero su estado de locura, su incontrolada crisis de preocupación por no poder con el pueblo, los llevo a criar cuervos, los mismos que empezaron ya a degustarles sus ojos y vísceras.
De nuestra parte esta, seguir la lucha y estar incluso del lado de quienes portan contradicciones, véase transportistas y obreros que por ignorancia se suman a simulacros de paros, sabiendo que son ellos quienes pierden de ganar el pan para sus hijos, mientras que los que llaman a paro son bien pagados. A ellos nos debemos, y por ellos lucharemos. Ya saldrá el sol y serán iluminados. La constituyente se crece y es el más grande de los proyecto contra la guerra asesina de la oposición, ni con cien paros, ni con sicariatos, ni con la quema tristemente de sus seguidores, neutralizaran la aprobación de la Constituyente. Eso es un hecho, una victoria más.
Aquí seguimos, con la misma fuerza de siempre, con el mismo amor por Venezuela, llenos hoy más que nunca de tolerancia y pacifismo, amando la paz sobre todas las cosas, lejos del odio y el rencor por quienes pretenden acabar con la Patria. No tememos a la historia final de Neruda, de Roque Dalton, de Miguel Hernández. Aquí seguiremos.