Hace cinco años, hicimos una petición pública, humana y de buena voluntad, al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, para que incluyera como beneficiarios del proceso a los infelices disociados, que al no poder asimilar los cambios que se gestan en el país han devenido en una suerte de trastornados mentales, que requieren de la atención y protección del Estado Venezolano, a través de las políticas para atender a los venezolanos con discapacidades.
Aquella solicitud contenida en un artículo de opinión fue colgada en Aporrea, el 20 de marzo de 2009, cuando la iracundia escuálida copaba los medios privados, cuyos propietarios y directores se divertían de lo lindo inoculando más día a día, el virus de la disociación, que al igual que en estos momentos provocó males que entonces fueron catalogados por los especialistas como: Infofrenia y disociación psicótica.
Hoy no estamos en situación diferente y por eso nos atrevemos a reeditar aquel contenido. En esta oportunidad con la firme esperanza que la oiga el camarada presidente obrero Nicolás Maduro, porque en verdad es de terror, lo que hacen en los medios y en la redes con el abominable asesinato del Diputado Robert Serra y con José Odreman, líder del colectivo social,Escudo de la Revolución, muerto en una confusa situación ocurrida con funcionarios del CICPC.
Los mensajes van desde los que aplauden y celebran con expresiones, como: “Que bueno que se están matando entre ellos” , hasta los que juzgan y sentencian a Nicolás Maduro y a Disodado Cabello, como los asesinos de ambos, y cosas así por el estilo, que solo pueden ser producto de una mente dañada, que no entiende ni respeta el dolor humano y que el odio le ha contaminado tanto, que ya solo piensa en la muerte, como única manera de dirimir planteamientos o situaciones, por simples que sean. Es delicada la situación, no hay nada de cuerdos entre quienes se solazan en la desgracia y el dolor ajeno, porque les parece risible. Por eso, eso hoy nuevamente decimos que: Urge misión Juan Carabina.
Seguramente que casi todos, por no decir todos, alguna vez habrán disfrutado de esa hermosa tonada llanera, cuya letra dice: El loco Juan Carabina/ pasa las noches llorando/ si la luna no ilumina/ las calles de San Fernando. Púes bien en esta Venezuela de cambios, al pobre Juan Carabina le robaron su título y lo han multiplicado como los panes y peces de la Santa Biblia. Cuando vemos y oímos a los “líderes” de esta desenfrenada oposición no podemos menos que preguntarnos ¿Que hace el Comandante Chávez que no le ha encomendado a un psiquiatra, que se ponga al frente de la Misión Juan Carabina, para atender a tanto disociado excluido? Francamente Comandante independientemente que no sean rojos rojitos y que pregonen a los cuatro vientos que son los únicos venezolanos auténticos, porque sus apellidos figuran en la literatura venezolana, también merecen que la revolución les tienda la mano y les preste la debida atención, máxime cuando es usted, el responsable de que esta gente haya usurpado los derechos y la identidad de “Juan Carabina”, porque definitivamente su prédica ha exacerbado la esquizofrenia en esa masa de “venezolanos auténticos” que jamás contaron con que vendría alguien que viera con los mismos ojos que a ellos, a los tierrúos de los cerros y los barrios, a esa lumpen social, que jamás podrán aceptar como iguales.
Viéndolo bien es para volverse loco – comenta un clase media tostada-, imagínese lo que significa que este rrrregimen pretende meter en el mismo saco al come arepa con perico y bebe papelón con limón, con el que consume caviar acompañado con vinos de las casas con mayor abolengo de la vieja Europa. Está empeñado en convertir nada menos que en médicos, a indígenas, a negros y mulatos pata en el suelo, que en los gobiernos democráticos de vaina si llegarían a bedeles de hospitales. Con el cuento y que de la igualdad soñada por Bolívar, quiere meterlos en casas con piso de cerámica, con acabados de primera y con todos los servicios, incluyendo escuelas y comida para sus mocosos. Fin de mundo. Eso no es vida, ese estress los está llevando derechito la sastrería de Bárbula, en busca de una chaqueta.
Pero ahora la cuestión es peor, porque han surgido los héroes del zodíaco, que están dispuestos a ofrendar su sangre azul, para defender sus feudos, porque como señores, están en la obligación de colocarse al frente de sus súbditos, para enfrentar al invasor que pretende quitarles lo que tanto esfuerzo le costó conquistar a sus antepasados y ahora lo que les ha costado a ellos mantenerlo. Hay emergencia declarada en cinco feudos, donde los señores despertaron de su estado térmico mental y se enteraron que en Venezuela había llegado un proceso de cambios, que convirtió a la plebe en ciudadanía, que expropio los feudos y los convirtió en núcleos de desarrollo socialista, que la corona cayó y que ahora hay un presidente que en diez años ha sido electo, relegitimado y ahora reelecto, junto con su equipo de gobierno, mediante 14 procesos electorales, vigilados por un Consejo Nacional Electoral, que tiene mas métodos de vigilancia que la propia CIA. En otras palabras, allí no hay duendes y mucho menos gazapos. Pero hay algo más, que no puede ignorarse y es que ahora delegados del mundo entero vienen a observar los procesos eleccionarios, con derecho a emitir juicios y elaborar informes para los gobiernos de sus países de origen o para los organismos internacionales que representan; bien diferente al régimen de los señores, cuando el principio era “Acta mata voto”. Estos procesos han traído como consecuencia la puesta en vigencia de una constitución, que amplió los derechos de la plebe y la colocó a la par de los señores. Los señores ahora ya no pueden andar rebenque en mano ordenando a sus súbditos, porque estos ahora son ciudadanos y tienen los mismos derechos y lo que es peor ahora son los propietarios de los feudos y tienen su gobierno popular que rige los procesos productivos, educativos, organizativos, para todo el colectivo en fin están empoderados. Para colmo con la caída de la corona, también surgió un parlamento libre e independiente que legisla de acuerdo a la visión de país que arrojan los debates públicos con el parlamentarismo de calle y no de la visión de las cúpulas de acuerdo a sus intereses, como lo hacían los feudales,ignorando la existencia de las mayorías.
Esa pesadilla no la aceptan los señores feudales de Miranda,Táchira, Zulia, Nueva Esparta y Distrito Federal. Por eso están desenfrenados llamando a sus súbditos a la defensa del feudo a entregar la vida en defensa de sus señores “Por la gracia de Dios”.Pero sorpresa para ellos, ahora no hay plebe, sino un pueblo que les ha hecho la señal de costumbre. Por favor Comandante Presidente Hugo Rafael Chavez Frías, la seguridad ciudadana está en peligro, esa epidemia de locura oligárquica, requiere tratamiento...Urge la “Misión Juan Carabina”.