La brutal muerte del viceministro Illanes, es otra muestra de los métodos salvajes adoptados por aquellos que bajo engaño o premeditadamente, siguen los designios de los operadores de la derecha fascista internacional en su desesperado afán por destruir todo intento de cambio soberano en NuestrAmerica y el mundo.
Indignación nos debería causar este asesinato, pero al parecer nuestra capacidad para indignarnos disminuye al mismo ritmo que aumentan nuestros infinitos deseos por las cosas materiales infundidos por el capitalismo salvaje.
Indignación deberíamos sentir por las muertes de los estudiantes desaparecidos en el México neoliberal de peña nieto, por los 13 profesores asesinados en Oaxaca, los miles de asesinados y desaparecidos en la fracasada guerra contra las drogas, indignación nos deberían producir las atrocidades del gobierno fascista instalado en Ucrania, los abusos del gobierno sionista asesino de Israel en contra del pueblo palestino.
Por los muertos del golpe del 2002 contra el comandante Chávez, por los 11 muertos causados por el llamado a la violencia del señor Capriles, por las victimas del llamado a la violencia de la oposición fascista en el 2014.
Indignación deberíamos sentir por todas las injusticias que siguen ocurriendo día a día en el planeta producto de un modelo capitalista que durante siglos solo ha traído miseria, guerra y destrucción.
El hampa, las drogas, el tráfico de armas y personas, las guerras y la violencia en general solo benefician a unas elites perversas que se alimentan del dolor y la miseria de las grandes mayorías.
Aunque traten y quieran echarle la culpa a los pueblos y a los gobiernos progresistas del desastre en que el mundo se ha convertido, muy adentro todos sabemos de quien es la culpa.
Hemos perdido la capacidad de indignarnos, de protestar y luchar contra la injusticia y el egoísmo que este modelo de barbarie sigue sembrando con su falso discurso de desarrollo y libre mercado.
No será ya el tiempo de despertar de esta pesadilla, deshacernos de una vez por todas del capitalismo y cambiar a la humanidad?