Recientemente en Ciudad Guayana, el Ministerio Publico Imputó delitos de corrupción al Ex-Alcalde de ese Municipio-Ciudad de Caroní, Antonio Briceño. Los delitos en concreto son por malversación de fondos públicos y peculado propio y culposo, aparte de imputar también una series de irregularidades administrativas que le ocasionaron daño patrimonial al Municipio que regentaba y que son delitos también.
Ante esta situación los Abogados que estamos identificados con la revolución bolivariana, no desde ahora sino desde hace rato, debemos fijar posición sin caer en alcahuetería o solidaridades automáticas, como lo hace la derecha, tampoco podemos pasar agachados y hacer como el avestruz.
Primero que todo debemos felicitar al Ministerio Publico, ya que por fin está tomando medidas concretas en contra de la corrupción que esta a la vista de todo el mundo y empaña nuestra revolución bonita. Pero también le debemos decir a la Fiscalía, que la imputación de Briceño, no es suficiente, ya que el no es el único que ha cometido irregularidades en contra del erario publico, en los últimos Siete años; amen de los personeros de la IV Republica quienes ya definitivamente podemos decir que “salieron lisitos”, a favor de ellos hubo, de hecho, una ley de punto final al estilo de los países del sur.
Si el Ministerio Público, no imputa, también, al Ex-Gobernador Rojas Suárez, a los Ex–Diputados regionales y a algunos directivos de la CVG, quienes cometieron irregularidades y/o delitos parecidos a los de Antonio Briceño, como otorgar contratos sin licitar, adelantar el 100% sin que esta quedase concluida y desaparecer dinero del patrimonio publico sin saber su ubicación, etc.; o por lo menos proceder a una persecutoria en contra de estos funcionarios, y otros; entonces si se vería el caso Briceño como un caso de retaliación política; y hasta se correría el riesgo de hacerlo victima siendo victimario.
El Misterio Publico, no puede excusarse alegando que no ha recibido denuncias en contra de estos funcionarios. En la prensa regional se recogen muchas declaraciones de particulares quienes arriesgando el pellejo, en aras de la justicia, han mencionado a estos funcionarios en hechos parecidos a los de Antonio Briceño, por lo que desde hace tiempo han debido abrirse muchas averiguaciones, y al parecer como que todavía no se han hecho.
Los revolucionarios, a quienes nos duele este proceso y vemos con tristeza, como la corrupción se lo traga, debemos utilizar el caso Briceño para que se inicie una cruzada en contra de la corrupción para ver si acabamos con este flagelo que amenaza con acabarnos a nosotros y a nuestra revolución socialista de nuevo siglo.
