Hay que condenar y rechazar enérgicamente las declaraciones amenazantes de Donald Trump según las cuales, para los EEUU es una "opción" una operación militar contra Venezuela como "solución" a la crisis venezolana. Frente semejante amenaza, la posición de los venezolanos no puede ser otra que rechazarlas de cabo a rabo, sin excusas y sin ambigüedades, y no solo por razones de nacionalismo, o patriotismo o por el manido argumento de la "libre autodeterminación de los pueblos" desde el cual en muchas ocasiones gobiernos despóticos pretenden hacer lo que les viene en gana y decirle al resto del mundo "no se metan"…. Simplemente, en Venezuela, como en ninguna otra parte del mundo, no es posible una solución a nada que suponga la muerte y destrucción generalizada de todo cuanto existe, y eso es lo que implica una intervención militar. De manera que los desesperados por "salir de Maduro" deberían repensar sus desesperos y comprender que una intervención militar extranjera sobre Venezuela, sin lugar a la más mínima duda, sería infinitamente peor que lo que ya estamos viviendo.
Pero oponerse firmemente a las pretensiones imperiales sobre Venezuela no puede ser confundido, ni entendido, y muchos menos exigido como un "cerrar filas alrededor del gobierno de Maduro. Lo hemos dicho y lo volvemos a decir: Si bien es cierto los EEUU, así como otros países tienen perfectamente definidos sus intereses sobre Venezuela, y en función de ellos establecen alianzas con factores internos (incluido el propio gobierno, por cierto) no menos cierto es que el comportamiento del Gobierno ha sido lo bastante irresponsable como para ofrecer en bandeja de plata, en este caso, a los EEUU, todos los argumentos con los cuales "justificar" sus pretensiones injerencistas, y un posible acto de agresión.
Insistimos: si el gobierno no recupera un perfil democrático, ajustado a la constitución, al respecto irrestricto a los DDHH, a la preservación de canales democráticos para la expresión del descontento, si no cesa la persecución y la anulación de toda disidencia, si el gobierno no cesa en su retórica estúpidamente guerrerista en contra de los países que toman distancia de lo que es su comportamiento como Estado, (Especialmente contra los propios EEUU), en fin, si el gobierno insiste en comportarse como el malandro del Barrio que impone, agrede, atropella, y se burla del resto de la gente de este país, sin lugar a dudas estará haciendo la mejor contribución para atraer sobre Venezuela una agresión extranjera. El presidente Maduro debe comprender que no basta con financiarle las campañas a los presidentes gringos, o los actos públicos con motivo de las fechas patrias. Ni siquiera basta con otorgarle concesiones y contratos leoninos a empresas trasnacionales como escudo para evitar posibles intervenciones extranjeras. Luego, andar por allí suplicando que le atiendan el teléfono, o suplicando diálogos con la potencia del Norte queda realmente feo. Autodeterminación con dignidad, pro además, como resultado de tener moral para exigirla. Ello significa ser y comportarse VERDADERAMENTE como un gobierno democrático. Una Tiranía Constituyente, una Dictadura Constituyente por muy asamblearia y tumultuaria que se vea, no deja de ser una tiranía. El fascismo italiano, y el nacional socialismo alemán también fueron movimientos de masas. De manera que con la misma energía y con la misma fuerza con la que hay que rechazar, repito, sin ambigüedades la pretensión militarista yankee, es necesario también con firmeza, exigir responsabilidad al gobierno de Maduro y sobretodo, exigirle retomar el camino democrático y constitucional.
Por lo que respecta a la oposición de derecha agrupada en la MUD, sería mucho pedir una posición firme en contra de la pretensión yankee. Casi una pérdida de tiempo. Ya sabemos cuál es y cuál ha sido su posición al respecto: ante su incapacidad, siempre han estado deseosos de alguien de afuera les haga la tarea, aunque eso signifique a destrucción de este país.