La población migrante se ha convertido en varias zonas del planeta, en objeto de rechazo, discriminación y hasta generación de muros de intolerancia tanto cultural como física. Sin embargo, la historia está plena de ejemplos de migraciones humanamente enriquecedoras. Se recuerda en este tiempo de Adviento, a la familia del bebé Jesús, su mama María y su padre José, quienes tuvieron que huir de su zona natal, ocupada por el imperio de enonces, hacia Egipto, para salvar sus vidas.
Luego de tragedias humanas, hace 70 años, la Organización de Naciones Unidas, a fin de que no se repitan, aprueba la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En su artículo 13 plantea: Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país. Y en el 14: En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
Desde la Diplomacia de los Pueblos, se hacen aportes hacia los derechos humanos de los migrantes voluntarios, o refugiados, quienes huyen de situaciones violentas por guerras o fenómenos naturales, que no pueden regresar a sus países. Además de quienes, por esas circunstancias no tienen documentos que acrediten nacionalidad de origen. Considerados apátridas. De allí que en la Conferencia Mundial de los Pueblos por un Mundo sin Muros hacia la Ciudadanía Universal, Tiquipaya, BOLIVIA 21 de Junio 2017 se promueva: Proclamar en la Asamblea General de las Naciones Unidas el Decenio Internacional para un Mundo sin Muros hacia la Ciudadanía Universal. Donde se promueve Superar el enfoque de "fronteras rígidas" por una visión que las entienda como puentes de integración para la unidad entre los pueblos y la acogida de los migrantes, donde la lucha contra el crimen trasnacional organizado se encare en un marco de cooperación entre los Estados.
Entre el 10 y 11 de Diciembre 2018 se realizó en Marruecos, la Conferencia Intergubernamental de las Naciones Unidas para la adopción del Pacto Mundial para una Migración segura, ordenada y regular. En ese encuentro, la Hna Eugenia Russian, Presidenta de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social, FUNDALATIN, planteó en relación a Venezuela que "El bloqueo financiero impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea contra el país asfixia la economía y promueve la migración de venezolanos y venezolanas hacia otros países vecinos". Asimismo, afirmó que el Pacto de Marruecos es una iniciativa que busca "garantizar el respeto de los derechos humanos de las personas migrantes, especialmente de mujeres y niños que son los más afectados por las políticas represivas ejecutadas por algunos países… Esperamos que la decisión de algunos países de no apoyar el Pacto no se traduzca en más represión, xenofobia y uso de la fuerza para frenar la movilidad humana"
Una iniciativa esperanzadora de gobiernos responsables y comunidades de buena voluntad del mundo, en función de la construcción de la paz, en tiempo de Espera de Jesús Liberador.