Hay que ser demasiado ignorante o demasiado cínico para afirmar que a Carlos Ortega le otorgaron el asilo político en Perú por razones humanitarias. Es increíble observar el desparpajo de los que así se expresan, exaltando las virtudes de uno de los responsables de que nuestro país se hayan perdido vidas humanas y más de 20 mil millones de dólares debido a un paro petrolero que fue convocado por él y sus secuaces, y el cual, posteriormente, reconoció que se le había ido de las manos. Un paro que todavía no ha sido suspendido, porque según las propias palabras de este guerrillero clandestino, Comandante de la Hawai Kai, continúa en “paro activo”.
Si la situación no fuera tan desvergonzada, tan impúdica, diría que es ridícula. Veamos los hechos:
1. Como buen adeco, se dedica a atacar el gobierno de Chávez, en lugar de defender los intereses de los trabajadores, que era lo que le correspondía en su condición de Presidente de la CTV.
2. Hace una alianza contra natura con Fedecámaras, creyendo que algún día podría compartir asiento con la oligarquía.
3. Participa activamente en el golpe de Estado de abril de 2002 y lo dejan por fuera como la guayabera, cuando Carmona Estanga se auto juramentó como dictadorzuelo, jugando el vergonzoso papel tonto útil.
4. Pasa liso después de tanto desastre, y no habiendo aprendido la lección se vuelve a aliar con los oligarcas, esta vez con Carlos Fernández, y con los partidos de la derecha rancia venezolana, para ir en contra del pueblo, en un paro criminal que desequilibró la economía del país por años.
5. Después del fracaso estrepitoso, como era de esperarse, se le abrió un juicio por la cantidad de delitos cometidos reiterativamente y entonces, como todo buen cobarde, pidió asilo en Costa Rica, país que no tiene acuerdo de extradición con Venezuela, y en el cual también habían estado “asilados”, en otros tiempos, otros amigos adecos de Ortega
6. Como es de esos que se creen que pueden pasar por encima de las leyes impunemente, violó el acuerdo de asilo y se puso a realizar actividades políticas que están claramente prohibidas en los países de recepción, además de que entraba y salía sin control de Costa Rica para pasearse por Miami a reunirse con la “gusanera”. Por supuesto, Costa Rica lo expulsó.
7. En algunos momentos ofreció declaraciones para el público globovisado, indicando que pasaba a la clandestinidad para luchar en contra del “rrrrrrégimen”. Decía que se encontraba en Venezuela y que había regresado para “luchar en contra de la dictadura”.
8. Pero lo insólito fue que, cuando las autoridades lo apresaron, no se encontraba en ninguna selva tupida, estaba en la discoteca Hawai Kai, no llevaba armas de asalto, tenía cartones de bingo, no estaba vestido de uniforme de campaña, se había hecho la cirugía plástica y se había pintado el pelo, no llevaba un morral con municiones y bastimentos, sino que estaba bebiendo whisky del caro con el dinero que los ilusos oligarcas e imperialistas le mandaban para que él siguiera en la “resistencia”.
Y ahora, después de sobornar a unos policías y fugarse, insólitamente, la oligarquía peruana le ha concedido un asilo, y que “por razones humanitarias”. ¡¡¡Ja, ja, ja, ja!!! Como si uno no recordara que Alan García es compadre de Carlos Andrés Pérez. ¡Cínicos, hipócritas y descarados! No le hacen daño a Chávez con esa traición, pero sí ofenden en mucho al pueblo venezolano.
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