El decreto presidencial, con rango y fuerza de ley, sobre inteligencia y contrainteligencia, dictado por el Presidente Chávez en el marco de las leyes habilitantes, es una demostración patética de lo mal asesorado y mal preparado, en que se encuentra el jefe y la cúpula de la revolución bolivariana; ahora lo peor de todo es que el mal accionar es mas político que técnico, en donde se presume que no se requiere “escuela” sino que la experiencia que da la vida es suficiente para ser acertado.
Las fallas de la ley, entre otras, es en la forma como se esta aprobando (Casi clandestinamente), en un país en donde existe una conspiración instigada, patrocinada y subsidiada por el único imperio existente, conspiración que esta bastante avanzada por cierto; esa ley, conjuntamente con otras leyes policíacas y penales han debido ser aprobadas en referéndums abrogatorios, de forma de impulsar una amplia discusión anti-imperialista, socialista y sobretodo de sentido de patria; pero el alto gobierno, pretendió pasarle agachado a la derecha, en una ley que forma parte del sector que le desactiva su conspiración imperial de la cual ellos forman parte. Por supuesto; la derecha ha chillado y ha hecho el papel que le debió corresponder a la revolución, como es el darle la más amplia difusión y discusión; hacer que la calle, la esquina se incorporase al debate de esa importante ley; pero con la diferencia que la derecha ha planteado la discusión en el campo favorable a ella, colocando a la ley como una ley de sapos, ellos que son los verdaderos sapos y enemigos del país; han logrado, por la torpeza del gobierno, hacer que el verdadero ladrón, diga ¡ahí va el ladrón¡ y la policía y el tumulto corran hacia donde va el falso ladrón, el que no es el ladrón; y el verdadero ladrón se vaya con las joyas robadas tranquilo y sin nervios.
Si existen algunos sapos, que sapean no para su país, si es que se puede usar ese termino en este caso, son la derecha que lo hace para el imperialismo yanqui, enemigo de la patria y de los pueblos del mundo.
LA INTELIGENCIA Y LA CONTRAINTELIGENCIA NO SON AUTONOMAS; ESTAN INSCRITAS DENTRO DE UN ACCIONAR POLITICO-MILITAR Y POLITICO-POLICIAL.
Los “técnicos” (Burgueses) que asesoran a Miraflores, sobretodo en materia de seguridad, sabrán mucho de las instrucciones, al respecto, impartidas en Cocosolo o Balboa pero de seguridad revolucionaria y socialista, no saben nada; algunos, y a otros “no les interesa saber” de ese tipo de seguridad, por ser infiltrados y por ello lanzan esa ley separada de la ley policial o de una ley de seguridad ciudadana.
Tanto las ciencias de la política-militar como la política-criminal o política-policial, tienen un sello de clase; en nuestro caso; por ser (Supuestamente) un gobierno o estado socialista y anti-imperialista, su política-militar y política-policial deberían estar inscritas en la lucha contra la globalización neoliberal y sus agentes locales.
Se debe aniquilar, neutralizar y reprimir las conductas delictuales, mas frecuentes, de los capitalistas, cuales son: La explotación del hombre por el hombre, eso que Marx llamó la plusvalía. Las ganancias, mientras estemos en la etapa socialista light, deben limitarse al máximo por ley, en un 75%, en algunos rubros y en los esenciales no deben pasar del 35%, y las milicias, las policías, los fiscales, tribunales y las cárceles, deben estar para reprimir esa conducta; dentro de ese accionar represivo, y formante parte de el, están las labores de inteligencia y contrainteligencia para evitar que los capitalistas imperialistas evadan la ley penal antiexplotacion.
Otro delito que la burguesía comete con frecuencia, es la conspiración o subversión sobretodo cuando pierde el poder del gobierno central, con fines de derrocar al gobierno socialista o izquierdista que lo desplazó; esa conspiración es mucho más recia, cuando el gobierno progresista socialista, llega al gobierno por elecciones y esta conserva sus fuerzas intactas.
Es muy fácil conspirar con éxito cuando se cuenta con posiciones de poder, como los capitalistas, quienes aunque pierdan el control del poder en una nación conservan el poder mundial e internamente conservan mucho poder. El capitalismo es un sistema mundial cohesionado y centralizado desde la ciudad de New York, y cuando algún país se sale de su orbita, tiene como presionarlo tanto externamente como internamente para hacer que las fuerzas reaccionarias afines retornen el poder, el gobierno socialista, si no es gafo, debería saber todas estas cosas, que son muy elementales, y prepararse para no dejarse quitar el poder, que por lo general le salio muy caro al pueblo.
Otro delito que la burguesía comete frecuentemente, son los denominados delitos macroeconómicos (Monopolio, especulación a todo nivel, acaparamientos, delitos ecológicos y ambientales del trabajo, fraudes, etc.), que tiene su origen en que los capitalistas conservan intacto el control hegemónico del aparato productivo; ya que lo viene dominando por décadas y cuando llega un gobierno adverso, usa ese aparato económico bajo sus pies para sabotear, y hace que haya, artificialmente escasez, hambre, en resumen caos económico. Ese aparato económico burgués debe desactivarse e ir creando uno que se sustente en la economía social y colectiva. Pero los capitalistas, también conspiran para impedir que nazca y se desarrolle ese aparato económico de nuevo tipo; y para ello esta la acción represiva policíaca revolucionaria, incluida las actividades de inteligencia y contrainteligencia.
Por ello la inteligencia y la contrainteligencia, forman parte del accionar represivo del proletariado en el poder; y jamás debe verse como una actividad autónoma y separada.
En el próximo y ultimo capitulo hablaremos sobre las fallas técnicas del decreto ley de las labores de inteligencia y contrainteligencia; y las propuestas de que hacer al respecto.
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