¿La del fútbol o la de los salvajes policías de inmigración en el aeropuerto de Barajas?

¡¡Que viva España!!

Mientras los españoles a gritos de ole, festejan su triunfo en el gran deporte del fútbol por nuestras principales avenidas, acompañados de hijos y nietos venezolanos.

(Qué dolorosamente les inculcan sentirse españoles antes que nada, logrando con ello en parte, robarles parte de su propia identidad. Contradictorio proceder de padres confundidos, donde por su culpa, no aman con toda la intensidad necesaria la tierra en que nacieron y luego llegan a comprender con el tiempo que en la de sus padres “no los quieren” y se transforman en extranjeros en las dos patrias).

Mientras banderas españolas de todos los tamaños flameaban en caravanas de carros por Venezuela, como por el resto de nuestra América Latina, en plena libertad y goce...

Mientras el canal de televisión Meridiano, nos pasaba la Hermandad Gallega inundada de algarabía por el triunfo alcanzado.

Mientras los principales periódicos de rotativa nacional, inundaban de titulares la hazaña lograda por los españoles, relegando a segundo plano a nuestros deportistas y acontecer diario, como homenajeando nosotros también a los españoles...

En el aeropuerto de Barajas, la principal entrada a españa (creo que se merecen escribirlo en minúscula) las autoridades españolas violando los más mínimos y elementales derechos humanos, tratan como animales a los visitantes latinos.

Por más que tengan todos sus papeles en total legalidad, atropellan de manera cobarde a MUJERES, NIÑOS, ANCIANOS Y HOMBRES DE CUALQUIER EDAD.

A pesar de sus pasajes de ida y vuelta, hotel o dirección donde se residenciarán, tiempo de duración de estadía, tarjetas de crédito y dinero en efectivo, etc, etc.

Nada es valedero al momento de tratarnos como salvajes, estos energúmenos desquiciados.

Y si algún incrédulo le preguntara con indignación este reprochable proceder, seguramente contestarían estos MANOLOS:

“ME CAGO EN LA HOSTIA TÍO, ESTOS ANIMALES NO SON HUMANOS, ES QUE TODAVÍA NO LO HAS COMPRENDIDO”

Todo lo aquí descrito y mucho más que queda en el tintero, me lleva a la conclusión que con nuestro sumiso proceder, formamos una sociedad de cómplices y seremos por siempre para ellos: “INDÍGENAS EN EL PASADO, INDIOS EN EL PRESENTE Y SALVAJES E IGNORANTES PARA SIEMPRE”

(A excepción de políticos delincuentes, que después de sus fechorías se residencian en el extranjero, que gracias a sus chequeras abultadas se convierten en señores).....

¿Será que seremos esclavos por siempre...?

Conquistados y masacrados en un genocidio disfrazado de conquista y descubrimiento.

Hoy los espejitos y piedritas de colores regresan nuevamente disfrazados de empresas de servicios.

Transnacionales explotadoras, con sueldos miserables y servicio de los peores, exprimen el dinero, para llevarlo en su totalidad a su tierra amada, con el cuento del capital privado.

Promesas inundadas de mentiras, con supuesto bienestar para sus empleados, e incumpliendo inversiones de capitales para beneplácito de la población, cuando la realidad nos muestra una patria que llora al sentirse nuevamente conquistada...

Olvidando nuestra mano amiga en aquellos tiempos de guerras de Europa, olvidando nuestro abrazo sin preguntas en épocas de llantos, cuando llegaron a nuestra América.

En América Latina, jamás seremos testigos de algún caso de xenofobia o racismo contra ningún ciudadano del Viejo Continente, mientras que por esas tierras somos perseguidos por grupos fascistas, llenos de odio donde arremeten con golpizas y hasta con muertes hacia todo lo que represente tercer mundo.

(...) No puedo dejar de reconocer, que mis abuelos llegaron de España e Italia, tampoco podré olvidar cuando hace 10 años, quise conocer Venecia y marche a Italia, la tierra de mi abuelo por parte de madre. Sentí como que esa tierra me llamaba...

Conocí Venecia la de Aznavour, el de “Venecia sin ti”...

Pero tampoco puedo olvidar la manera y el trato poco menos de delincuente, que me dio la policía de emigración en el aeropuerto de Malpensa en Milano a pesar de tener todo en regla, por el solo hecho de ser latino, lo cual me llevó a jurar que mas nunca pisaría tierra europea. Por culpa de la policía migratoria que me hizo recordar la represora fascista de Mussolini de otrora, matando mi nostalgia y congoja de conocer Venecia la ciudad de los enamorados...

Creo que ha llegado la hora, de hacernos una muy profunda reflexión, y pensar cual es nuestro verdadero sentimiento patrio...

DEJAMOS DE SER ESCLAVOS, O SEREMOS COLONIA PARA SIEMPRE.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

jovarela33@cantv.net






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José Varela El Charrúa Latinoamericano


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