A dos años del sistema 1×10 del Buen Gobierno, ideado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, funciona los siete días de la semana, las 24 horas, desde todos los ministerios, alcaldías y gobernaciones, con el objetivo de atender tres áreas prioritarias denunciadas en cada comunidad del territorio venezolano.
Cuales han sido los logros de ese programa gubernamental, si después de dos años de recibir denuncias de necesidades en las principales áreas anunciadas, servicios públicos, salud y educación; los problemas persisten.
Miremos la información:
A diario hay denuncias de mal trato a los pensionados y de la indexación de sus pensiones; que desde 2013 bajó de 500 a 5 dólares; Las fluctuaciones en el servicio de luz eléctrica y el daño a los electrodomésticos; El maltrato a los pacientes y escases de medicamentos en el servicio público de salud. El menosprecio por la educación, muchos profesionales convertidos en buhoneros vendedores de chucherías y emigrando; escasez de agua potable y mal servicio público de agua y las consecuencias negativas en salubridad. (hay datos testimoniales actualizados que están al alcance de todos).
Frente a esta realidad todavía no resuelta, parece que el plan 1×10 se ha convertido en un programa más de movilización política, que de resolución de necesidades de la población.
De ser así, ni en esa área está funcionando efectivamente; echémosle un ojo a las declaraciones de Diosdado, en Mara-Zulia: "Sin engañarnos, sin caernos a mentiras. Es preferible tener cinco que vayan a votar que anotar quince y que no vote ninguno", afirmó.
El re aparecimiento de las realidades electorales en el discurso de Diosdado, se le escapó o lo dijo conscientemente; de las dos formas, definir la relación partido y decisión electoral es la cuestión que llama la atención; porque lo que ha sido censurado en el discurso del mismo vicepresidente del Psuv: refleja que no les está resultando fácil movilizar y convencer a la militancia del partido, de las bondades del plan 1×10. Ni tampoco, se puede ocultar el fraude; "anotar quince y que no vaya ninguno a votar"
Lo mismo sucede en terreno del progreso y en el área de reciclaje electoral:
Las experiencias del referendo por el Esequibo y la duda de los resultados del simulacro electoral del próximo 9 de junio, se expresan difusamente en el discurso censurado de Cabello.
Se puede ver el mismo fenómeno en Cumaná, Anzoátegui-Simón Bolívar donde estuvieron presente el jefe del comando de campaña de Maduro, Jorge Rodríguez en Cumaná y en Simón Bolívar, Diosdado Cabello.
Rechazo a las sanciones y apoyo electoral a Maduro con un respaldo moral de referencias a la lealtad al legado de Chávez y camino al progreso.
Expuso Jorge Rodríguez: "La comunidad de Cumaná y sus líderes se preparan para el 28 de julio, fecha en la que se anticipa una victoria significativa, que marcará un hito en la historia de Venezuela y reafirmará la lealtad al legado de Chávez y al camino hacia el progreso nacional."
"He sido leal al juramento al Comandante Chávez. He sido leal a los libertadores de nuestra América, nuestro pueblo también ha sido leal y con lealtad suprema y unión nacional, avanzaremos hacia la Venezuela potencia, hacia el 2030 o más", enfatizó.
Finalmente, Cabello informó que el 28 de julio será una fecha clave para el futuro del pueblo, donde se espera una victoria que reafirme el camino emprendido por la Revolución Bolivariana y el legado del Comandante Chávez. Con la mirada puesta en el futuro, Venezuela se prepara para demostrar su resiliencia y su derecho inalienable al progreso y la soberanía.
"Yo no tengo ninguna duda de que vamos a obtener una gran victoria, reflejará la mentalidad de un país consciente y de una militancia que va más allá de los partidos políticos", aseguró Cabello.
En este punto se acerca y se aleja de la propuesta del movimiento Junta Patriótica de Salvación. Así lo expresa Arnaldo Aguilar:
"El madurismo sabe muy bien que desde el mismo momento que traicionó a Chávez, a la revolución bolivariana y sumergió al pueblo venezolano en el empobrecimiento para favorecer a los capitalistas, perdió el apoyo de la fuerza política más grande que tiene la sociedad venezolana el chavismo, y sin el chavismo nadie gana elecciones en Venezuela.
El chavismo como corriente política revolucionaria, se asienta en la población; ahora, hay una parte difusa del chavismo dentro del Psuv; pero la fuerza masiva de este fenómeno político social generado por Chávez, está fuera del partido.
A esa "militancia consciente que va más allá de los partidos", incluyendo al Psuv, pretende seducir Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez y el mismo Maduro.
Para esos cantos de sirenas y sus sirenitos; aunque pongan cara de angelitos, tienen cola de pescado.
Eso lo entiende muy bien Diosdado; desde la vez que lo dejaron fuera del carrusel de Pdvsa y hoy que le cortan la transmisión al dudar públicamente de la eficacia del Plan 1×10 y denunciar las mentiras de sus logros; talvez por ello, parece que este jefe del Psuv, a veces se auto confirma y a veces se aleja del chavismo como corriente política revolucionaria y socialista y queda sujeto al revisionismo histórico de Maduro.
Esas posiciones difusas están dominando la carrera política del Psuv: hablan de ser fiel a Chávez y del futuro de prosperidad; pero, se alejaron programáticamente del socialismo y se pasaron ideológicamente al revisionismo histórico, pues transgredieron la línea política revolucionaria de Chávez y el programa socialista de gobierno ha sido tergiversado.
Sus discursos pragmáticos y positivistas de prosperidad se atoran en una realidad de pobreza, de emigraciones masivas, de exigencias de incremento salarial y de continuo deterioro de los servicios públicos.
De acuerdo a los chavistas críticos del gobierno, el pseudo programa de gobierno de Maduro coincide con el pseudo programa de gobierno de Plataforma Unitaria.