Muy pocas veces me detengo a ver el canal de la Asamblea Nacional ya que es bien fastidioso y en las discusiones parlamentarias, a excepción de poquísimas excepciones, el nivel político y hasta cultural es bastante bajo.
Pero hoy, por casualidad del destino, me detuve a ver la discusión que daban nuestros asambleístas nacionales y vi que se discutía una reforma mas a la ley anti-extorsión y secuestro y pude darme cuenta, lo desubicados que están nuestros parlamentarios sobre el tema, aunque la culpa no se las hecho a ellos, ya que ellos deberían estar bien informados, antes de dar esas discusiones, por los cuerpos policiales y el restante sistema de justicia penal, en donde están la Fiscalía y el Poder Judicial, pero no se le puede pedir peras al olmo puesto que estas instancias de nuestro sistema de justicia penal, todas están penetradas por el narcoparamilitarismo uribista, aparte que forman parte del viejo esquema puntofijista, algunos, ahora, con boinas rojas, así que repito, no se le puede pedir manzanitas al guaritoto.
Quiero aclarar que cuando hablo de la penetración del narcoparamilitarismo no solo lo digo porque exista penetración material, que si la debe haber indiscutiblemente, me refiero, también a una penetración que es mas dañina cual es la penetración ideológica, por ejemplo, en esas discusiones asamblearías, un Diputado, llegó a manifestar, en esencia, lo siguiente; que los secuestradores Colombianos se estaban trasladando a Venezuela, por lo exitoso de la política de Uribe; déjeme decirle que eso es falso de toda falsedad; el traslado de los secuestradores, narcotraficantes, sicarios, paracos y demás criminales y sobretodo conspiradores de derecha, obedece al plan Colombia, aupado por USA, en donde desestabilizar las revoluciones bolivarianas venezolana y ecuatoriana son sus objetivos principales, incluso mas importante que derrotar a las FARC; ya que Uribe es una punta de lanza del imperio.
EL DELITO DE SECUESTRO EN SUS DIVERSAS MODALIDADES AUNADO AL SICARIATO, NARCOTRAFICO, ETC ES TRANSPLANTADO DE COLOMBIA.
Debo aclararle, al Diputado, que el narcoparamilitarismo no secuestra en Colombia, ese no es su especialidad, su especialidad es el asesinato político y social y comerciar con drogas y lavar ese dinero sucio; secuestra y aupa el secuestro y hace alarma por la inseguridad producto del secuestro, que ellos mismos ejecutan, en Venezuela.
En Colombia, secuestran, o mejor dicho, según su propia versión; tienen rehenes con miras a cobrar “impuestos revolucionarios” para mantener su lucha, las guerrillas; y lo hacían precisamente con los ricos, con los que tenían bienes de fortuna; que estos ricos son los creadores del narcoparamilitarismo, que son las bandas armadas tradicionales de la oligarquía de siempre, en su etapa moderna, y tuvieron su origen en los 80, en un grupo paramilitar que combatía el secuestro, precisamente, y era financiado por el capo Pablo Escobar Gavidea y se llamaba el MAS –Muerte a los Secuestradores-, por eso le aclaro al diputado que le cree mucho a los medios privados uribistas, los mismo que satanizan a Chávez, que no es la política de seguridad colombiana exitosa la que ha hecho trasladar a los paracos secuestradores a Venezuela sino que es producto de un plan preconcebido porque ellos en Colombia no secuestraban, secuestraba era las guerrillas y hoy en día los hace el hampa común muchos de ellos desprendimientos de grupos violentos.
Ahora bien, cuando yo digo aquí que lo que escuche en las discusiones del parlamento venezolano por parte de los Diputados bolivarianos, fue la salida uribista fascista de su política violadora de los derechos humanos y de apartheid social y político autodenominada “seguridad democrática”, es porque le da la salida militar y no social, como debería hacerlo cualquier socialista, al combate al delito del secuestro. El Uribismo como sabe que los autores del delito del plagio son hampa común y guerrillas y no sus paracos, le ha dado tratamiento de guerra a ese flagelo delictual, en donde incluye penas largas, no negociación con los secuestradores y la salida militar para acabar con el secuestro, y algo peor en lo que se basa la doctrina de la seguridad democrática, que es de corte fascista; la laxitud de testigos, cualquier delincuente que quiera ser absuelto por algún delito, “se arrepiente” de haber secuestrado y declara en contra de los secuestradores, en donde señala a quien es y a quien no es; esa si es una verdadera ley sapo, la de seguridad democrática uribista.
La mano dura en contra del delito del secuestro, contrasta con la impunidad a los millares de asesinatos de líderes sindicales y sociales; lo correcto es que se combata a ambos delitos, con las medidas adecuadas.
HAY QUE PENALIZAR FUERTEMENTE AL SECUESTRO MEDIATICO Y ALARMISTAS, A LOS DATEROS Y CAPTORES.
El secuestro es un delito que requiere una organización y tiempo de preparación e información previas. Y cuando tenemos en Venezuela y en el mundo, a una derecha que utiliza la inseguridad como arma política; no es de extrañar que ella misma sea la autora de secuestros y asesinatos atroces, con miras a maximizar los hechos por intermedio de sus medios de comunicación para justificar o un estado represivo o la llegada de un gobierno represivo de mano dura, que indiscutiblemente seria un gobierno de derecha o la creación de grupos paramilitares que hagan justicia por sus propias manos, ante la “ineficiencia” del gobierno débil, por lo general de centro-izquierda que siempre son respetuoso de los derechos humanos. Penalicemos a esos medios que ante la desgracia colectiva que implica un secuestro, lo multiplican pidiendo la pena de muerte, promoviendo caravanas y vigilias públicas y se la pasan todo el día y todos los días en los periódicos, radios y TV remachando la desgracia del secuestro, juegan con el dolor ajeno y crean zozobra en la comunidad, ese es un delito grave porque pueden crear convulsiones sociales cuyos costos colectivos serian peores.
Por otro lado se debe combatir a los “informantes”, aquellas personas que pasan el dato a los delincuentes o forman parte de la misma banda y recavan la información en las entidades bancarias, organismos del estado o cuerpos policiales sobre los bienes de fortuna de la victima y las bandas que se dedican a su captura, quienes previamente precisan a la victima en todos su movimientos, antes de aprehenderlos; en ambos casos hay que hacer una fuerte labor de inteligencia y contrainteligencia en las organizaciones financieras, cuerpos policiales y demás organismos del estado con información privilegiada y a los familiares y allegados a la victima, esta parte incluye también a la modalidad del secuestro Express, en donde los delincuentes están muy bien informados de las cantidades disponibles que maneja el agredido.
Dos cosas como punto final, y es que por lo general quienes se encargan de custodiar a la victima no son los cabecillas de la banda, a menos que sea una organización pequeña y muy elemental, y por lo general son delincuentes comunes o personas “contratadas” y/o engañadas; con estas personas se puede llegar a acuerdos de reducción de penas y hasta absolución y protección estatal, si informan sobre los verdaderos autores intelectuales y cabecillas de la banda y su estructura. Y lo otro; el objetivo del estado, en caso de los secuestros, es lograr la libertad de las personas en cautiverio sin que hayan hechos de sangre, y el camino que mejor conduce a ello es la negociación; la salida uribista al secuestro, como es una salida militarista y fascista, su lema es que “no negocia con delincuentes y terroristas”, y en muchos diputados noté propuestas afines a las del Uribe.
SE REQUIERE UNA LEY ESPECIAL CON TODOS LOS DELITOS TRAIDOS POR EL PLAN COLOMBIA
El delito del secuestro en Venezuela, es importado de Colombia y tiene muchas connotaciones políticas porque esta asociado a la guerrilla y es una forma del narcoparamilitarismo que opera en Venezuela y la ultraderecha decir que la guerrilla actúa en Venezuela a placer, en complicidad con el gobierno bolivariano
Ahora bien, hacer una ley anti-extorsión y secuestro solamente; sin incluir los otros delitos afines e importados por el Plan Colombia, es una imprecisión que demuestra o una ingenuidad colosal o una complicidad soterrada; la ley debe incluir, también, la proliferación de armas y desarmes y motos, el mal llamado contrabando de extracción que en Venezuela es peculado por ser en su mayoría productos subsidiados, el sicariato, los atracos a bancos y otros que a veces terminan en asesinatos atroces, sobretodo de taxistas y demás trabajadores del volante y pasajeros, la alarma mediática tomando como bandera estos crímenes, que es muy diferente a la opinión, y hay que saberla diferenciar y es fácil diferenciarla, la formación de bandas paramilitares, la comercialización de drogas y el lavado de dinero provenientes de estos delitos, sobretodo con el juego, y no me refiero solo a casinos, la usura, la cartelizaciòn de ciertas ramas de industria, todos estos delitos que son importados por el plan Colombia y traídos de la mano por los narcoparamilitares deben ser objeto de una misma ley especial y su combate a cargo de una milicia popular con tribunales y fiscales especiales diferentes a los existentes, porque sino la fuga de informaciones y la complacencia los hacen ineficaces, por mas “nuevos” que sean.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar