Repito: Cuando el camarada Freddy Tabarquino fue encarcelado por derrumbar “la bella estatua” del genocida y sádico Cristóbal Colón, esperamos unos seis meses, si mal no recuerdo, para que recobrara la libertad. El entonces funcionario Freddy Bernal, el propio presidente y muchos “revolucionarios” aplaudieron el encierro pues así demostrábamos lo arrecho que somos para castigar a nuestros compañeros de lucha y por tanto damos ejemplo de “equilibrio y cordura” para que la “nacionalista” oposición nos aplaudiera. Sí, pero por pendejos.
Hoy sabemos que la combatiente Lina Ron sale en libertad condicional con el delito a enjuiciar por agavillamiento. Otros dos “crímenes” fueron desestimados parcialmente por el Tribunal de la causa. Pero le viene un juicio y no será nada blandengue con la señora en cuestión. No sabemos las causas psicológicas y emocionales que llevaron a Lina Ron a cometer semejante estupidez en ese momento, ella tendría que explicarlo. Lo triste del asunto es que nuestros medios la ignoran cual zorrillo noticioso para no “enlodarse” con esa “pobre chavista fanática e irracional”. Recuerdo vivamente cuando el bandido Carlos Melo fue detenido cuando los sucesos del fatídico abril 2002, portando ARMAS DE GUERRA. Pateó los muebles de la oficina policial donde fue remitido y el desgraciado quedó libre sin juicio ninguno, gracias al inepto y blandengue fiscal Isaías Rodríguez. ¿O estoy mintiendo, coño?
Millones de venezolanos comprometidos con este proceso no aceptaremos juicio alguno punitivo contra la camarada Ron mientras no se reabran esos cientos de expedientes vergonzosos de los sucesos del golpe de estado 2002 y del paro petrolero que costó la vida de muchos connacionales inocentes. No lo vamos a aceptar, señora Fiscal, señor presidente, así de simple.
Son tantos, pero tantos los crímenes cometidos por la oposición asesina y lacaya que lo hecho por Lina Ron no pasa de un desliz infeliz, nada más. ¿Ella fue filmada portando armas de fuego? ¿Dónde están las pruebas vergatarias que la Fiscalía presentó? ¿Dónde?
Las esperanzas por combatir seriamente a la impunidad andan cabalgando con suave brisa, con anhelos blancos y trenzas doradas pero no avistamos aun el puerto de sentencias justas para tanto bandido suelto. ¿Se acuerdan de la fuga de Carmona, custodiado por la Disip? ¿Dónde están los malditos culpables, por qué no reabren ese vergonzoso caso, por ejemplo?
No creemos en esa Fiscalía de derecha con matices de justicia. No creemos en ningún cuerpo policial que sólo atrapa pendejos, pobres y delincuentes de baja monta social. No creemos en la mayoría de los jueces corruptos anidados en esos antros inquisidores y de negocios llamados tribunales, no creemos. Un imbécil empresario oligarca arremete contra un guardia nacional y ESO no es un delito para imputarlo y seguirle juicio y tampoco es detenido, claro, su billetera es muy reluciente y ese brillo de oropel confunde a la cómplice Fiscalía ya los jueces “honorables” que tenemos.
Casos de desprecio mediático contra la camarada Lina Ron genera muchas decepciones que en nada nos favorecerán para las próximas elecciones. La justicia sigue de luto. La impunidad es clasista y la solidaridad revolucionaria se fue por la poceta. Estamos con la señora Lina Ron y creo firmemente que estos acontecimientos la ayudarán a madurar mejor sus ideales revolucionarios. Por ser una mujer de lucha sincera y frontal merece nuestro respeto. Huele a esperanza pero hiede a injusticia
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