En estos días Carrao, la situación en el conuco de Ñango ha estado muy desanimada. Mamanta está como encerrada, se le ve distraída. La situación que vivió en estos días Aureliano, que es un viejo amigo y también abuelo de los nietos de Mamanta, la ha mantenido así distante y tomando distancia de Chela, que es como su paño de lágrimas. No es como natural, ver a Mamanta y Chela cada una por su lado.
Ayer Chucha, le dio por subir el cerro y con un garabato en la mano salió a buscar curichagua. Le asomé la posibilidad de acompañarla para ayudarla y ni me escuchó. Al momento la observé subiendo el cerro pegada a la empalizada del conuco de Chilo, porque la mata de curichagua crece muy bien en las empalizadas de los conucos.
Si Carrao, Mamanta anda como realenga en su accionar y en su pensar. Ha intentado varias veces, terminar un artículo, lo hace y luego lo deshace. Está como atascada. Comenzó uno, que tituló: Conucos espirituales y conucos productivos. Este artículo, lo centró en dos de los amigos virtuales que tiene y con los cuales mantiene un cruce de mensajes. Uno de estos amigos Carrao, es Francisco Cantón (Pancho) y el otro amigo es Jesús Mujica, que cuando nos refiere algo de Jesús, la camarada lo llama Chucho. Pancho es de nacionalidad española, y es un hombre, que según lo conversado está dedicado a la actividad agrícola. Es un hombre conuquero que le fascina estar cerca de la tierra y a través de ella, encuentra las razones para la amistad y solidaridad. Pancho es como un tacariguero de ayer, que nace con un conuco en el alma y lo lleva siempre con en su pensamiento, corazón y acción.
Chucho es venezolano, pero observé en una de las versiones de este artículo inconcluso, que entre ambos amigos vio un puente. A través de una frase, Mamanta los reunió.
¿Qué decía la frase Chucha?
Creo recordar Carrao, que la frase en cuestión decía así: "Cuando servimos a nuestros semejantes de una manera no egoísta, nos difundimos por el éter y resultamos canales para la nueva Energía de Síntesis."
Mamanta luego escribió: "Ese Pancho. El conuquero es un ser, que se sacó del alma y de su cabeza el egoísmo. La tierra y el conuco liberan al hombre de ese sentimiento tan perverso. A través del conuco -continuaba el escrito- Pancho nos va acercando con este cemento de la solidaridad, la amistad franca y el compartir a una manera de ser. Un conuquero que no sea capaz de compartir su riqueza y humildad, no es un conuquero y la gente no sabe Carrao, la riqueza que hay en un conuquero. El conuquero desarrolla con su trabajo una gran espiritualidad que la naturaleza le va despertando. Yo estimo ahora Carrao, que ese contacto, es como el ejercicio en el deportista. Al ejercitar; el atleta desarrolla o fortalece los músculos que requiere para un buen desempeño. El conuquero se llena de humildad y de riqueza.
El escrito tenía otras consideraciones, pero luego lo vi en su monitor cambiado. Si noté Carrao, que tenía abierto el artículo que nos leyó de Enoc Sánchez con el título de "Soberanía Alimentaria", en el cual, Enoc incluye un cuento de Pancho que tiene por título: "Amor de conuquero". Al leer el trabajo de Enoc, supongo yo Carrao, que apareció más clara la juntica entre Chucho y Panco, que mucho tiene que ver con la vieja y célebre canción de Osvaldo Farrés, porque en la letra de esta guaracha que cantó una vez Barbarito, también hay un conuco (finca) y se respira ese ambiente conuquero.
Chucha, ¿has oído esa guaracha?
No Carrao, no la he oído
En esa una canción que se desarrolla en un conuco. En ese conuco hay de todo. Te canto una parte Chucha:
"Tengo también estas frutas
piña, mango y canitel
y sembrado de hortalizas
hasta donde usted no ve
Pero lo que más yo quiero
y por siempre los querré
serán a mis cinco hijos
Pedro, Pablo, Chucho Jacinto y José"
Pancho piensa, que la siembra en conuco es la manera como el hombre logra encontrarse con otros en el trabajo. No creo equivocarme, pero estoy seguro, que Pancho es un convencido de tener al conuco, no como un espacio únicamente productivo. Pancho milita en la idea de llevar o tener al conuco, como una manera de vivir produciendo, dando que comer y llenándose de espiritualidad. Es la idea más cercana a esa imagen de multiplicar el pan, que una vez nos asomó Jesús Cristo. Necesitamos de ese recurso: Multiplicar el pan.
El petróleo nos desbarató la forma de vida que nos daba la Venezuela rural. Le colocaron un vestido "nuevo" a esa Venezuela para hacerla citadina y tiraron a esa Venezuela a la indigencia. Muy "modernamente", comenzamos a vivir pidiendo prestado.
En este cuento que Enoc nos presenta de Pancho, se concluye con absoluta certeza, que por la mente de un joven venezolano que vivió su juventud en la década de los sesenta, no cupo la idea de ser agricultor. Ayer y hoy, ser agricultor o ser un conuquero es como una maldición y los venezolanos nos hemos sacudido esa idea. En otro intento de hacer el artículo leí esto:
"Nuestros jóvenes, y particularmente nuestros hijos, no ven un futuro cierto en el relevo generacional; solo atisban en el horizonte un mundo de incertidumbres e inseguridades que para nada son una invitación a convertirse en agricultores porque consideran que, dedicándose a esto ni siquiera cubren sus necesidades básicas, mucho menos otras, que aunque desde nuestra percepción adulta las podamos considerar superfluas, como pueda ser disponer de un celular inteligente en el bolsillo" https://www.aporrea.org/economia/a299358.html
Luego en otro día, me di cuenta, que el artículo que había dejado en el monitor había cambiado nuevamente y en esta oportunidad, vi abierto el trabajo de Toribio Azuaje y supongo Carrao, que de este artículo Toribio, la camarada quería tomar alguna idea para lo que estaba haciendo.
Pienso ahora Carrao, que la idea no es desestimar porque a uno le dé la gana, eso que en la década de los sesenta se llamó ``sustitución de importaciones", como clave de la política económica y social. Tampoco se trata de desestimar; el invento de ahora de la agricultura urbana, a la que se le ha metido mucha mucha platica con bulla y no se le ve el queso.
Leí Carrao, que Toribio Azuaje y los conuqueros de este país quieren abrir un espacio para su lucha. Es una lucha, que no ha tenido el apoyo. Nada más cerca del hermoso verdor de las matas y del encanto de los pájaros que el conuquero. No creo, como lo dice el amigo Toribio, que el punto es tener presente que "el campesino está llamando a ser el garante de la vida en el planeta". Este sistema no está interesado en hacerle llamado a nadie para salvar a nadie. Este sistema, naturalmente destruye y se trata no de sentirse llamado, porque este sistema no llama a nadie para construir y salvar. El punto es luchar y eso pasa, como lo dice Toribio, por la organización, sin pensar y creer, que la organización es el fin de esto. El fin es la lucha y la organización es el medio. https://www.aporrea.org/regionales/a299399.html
Conuqueros, en Biscucuy será la cosa el 12 y 13 de febrero.