Cono Monetario: ¿Podrían las monedas recientemente descontinuadas rehabilitarse para incrementar nuestro circulante?
Lo que queremos dejar en claro es que el circulante nacional de la moneda venezolana legal y vigente tiene dos funciones: 1.- Cubrir las necesidades de dólares para las importaciones o todo lo relacionado con el Comercio Exterior, y 2.- Garantizar el flujo normal del dinero que exija nuestra economía interna[1].
Los empresarios necesitan bolívares (Bs.F) para cubrir sus salarios y demás costes nacionales o de mercancías adquiridas dentro país, inclusive las importadas ya que una vez que entran al país deben comprarse y venderse en Bs.F , y para comerciar con aquellos países del Alba con los cuales tenemos libre conversión: Supongamos que ellos nos admiten nuestros bolívares en pago de nuestras importaciones, y nosotros hacemos lo contrario. Los posibles desequilibrios del caso pueden ser cubiertos perfectamente por dólares, con oro o con créditos comerciales que irían determinando posibles déficit y superávit en nuestras balanzas de pagos.
Ocurre que el BCV retira parte del circulante nacional y los dólares paritarios, y aunque se conserva la paridad del algoritmo, en el comercio merma el circulante razón por la cual la paridad debería sufrir una revalorización automática. Sólo de esa manera iríamos regularizando esta devaluación acelerada por factores extraños más políticos que económicos. Por lo demás, habría que destinar todo el circulante para salir de todos los dólares, de manera que se trata de un hecho meramente hipotético e irrealizable por lo que el país jamás se quedaría sin reservas. Otra cosa es que mermen, pero jamás podrían salir todas fuera del país.
Sin embargo, estos cambios y omisiones de cambios han pasado inadvertidos porque en el artilugio que viene usándose la paridad queda determinada por todo el volumen de circulante monetario nacional entre la cantidad de $, un artilugio que venimos cuestionando porque propende a una devaluación de partida.
Cuando la economía es cerrada-sin comercio exterior-la masa de circulante se mueve con la dinámica comercial endógena, y el Estado podría directamente importar y exportar en moneda extranjera con lo cual aparece un segundo volumen de circulante en divisas.
Asimismo, el comercio exterior practicado por los particulares deja a un lado un segundo volumen de circulante para cubrir las nóminas salariales e insumos criollos[2].
Estamos ante una suerte de círculo vicioso: No puede compararse la cantidad de divisas con todo el circulante necesario para toda la dinámica interna, y no toda la moneda nacional sale del país en forma de divisas, con lo cual necesariamente la paridad del Bs.F frente al dólar no puede calcularse sobre toda la masa del circulante nacional. La revalorización se justifica por dos razones porque con cada entrega-venta de divisas se va reduciendo el circulante del mercado y el BCV no hace el ajuste del tipo de cambio.
[1] El método o algoritmo usado para el cálculo de la paridad del Bs.F frente al dólar ya lo hemos analizado y calificado como desfavorable para el consumidor final que semejante cálculo devalúa su poder adquisitivo. En el numerador entran los bolívares recogidos en toda la masa del circulante, y en el denominador la reserva del momento en $, como si aquella masa fuera íntegramente destinada a importaciones. Tal cociente sólo refleja que cada bolívar con esa paridad tiene opción igualitaria para convertirse en dólares directamente comprados al banco central o en mercancías con procedencia total o parcial de insumos o mercancías importadas. Digamos que si todos los dólares de la Reserva se usaran para importaciones, el resto de la economía quedaría sin circulante, lo cual no cuadra bien. En la idea de que hay importadores, fabricantes y comerciantes, queda subsumido el potencial de circulante que el consumidor-no empresario-podría comprar a través de esos empresarios como compradores natos de divisas. En consecuencia, siempre quedaría un saldo de circulante nacional que no tiene por qué aparecer en el algoritmo de la paridad cambiaria. Es muy diferente con el patrón metálico porque los tenedores de bolívares, sin ser empresarios, podrían retirar en cualquier momento el equivalente metálico por sus bolívares en billetes, pongamos por caso.
[2] El BCV retira continuamente parte del circulante con la venta de divisas y pensamos que no los lanza de nuevo a la circulación con salarios tiesos ante la inflación acelerada que estamos sufriendo.