El trueque internacional y más proteccionismo nacional

¿Qué nos impide que nuestra paridad cambiaria deba ser también fiduciaria? Troquemos más y comerciemos menos con una reciprocidad polinacional.

Señor Presidente, se lo aconseja desinteresadamente un Economista no tarifado por nadie que ha seguido de cerca los movimientos económicos de la presente V República, y quien lleva más de 5 décadas tratando de ser fiel a la exhaustiva Crítica que Carlos Marx le hizo al Sistema capitalista con el trascendente objetivo de que los trabajadores y gobernantes del mundo supieran a qué atenerse .

Rompa el protocolo imperialista y fondomonetarista = el mito de la ecuación del cambio aplicada[1] a la paridad cambiaria que también se halla atada al cociente de dividir bolívares sólo entre dólares disponibles para cancelar deudas extranjeras que mayormente han tenido como acreedores las firmas burguesa de EE. UU. y de otras transnacionales donde también coexisten intereses norteamericanos, mismos acreedores que concomitan colusivamente en el diseño y aplicación de semejante y leonina fórmula paritaria.[2].

Señor Presidente: Despierte y sacúdase de los mismos atavismos financieros que por inercia heredó el Presidente Chávez, que les convalidó aquel Ministro de Planificación que les entregó a granel esas reservas que eran para pagarle al FMI también a otros burgueses tan apátridas como pueden serlo los capitalistas nacionales de aquí y acullá, ex planificador proburgués que puesto "out" tiene la desfachatez de seguir fungiendo de criticón reconcomiado.

Regule fuertemente las importaciones y condicione su entrada a la paridad exclusiva que marque el BCV.

Establecida nuestra propia moneda de compras y pagos internacionales, sin pasar exclusivamente por ninguna paridad cambiaria impuesta imperialistamente, ya veríamos con cuáles países podríamos trocar o compravender porque ninguna moneda actual suele regirse por el patrón oro, de manera que sólo tendríamos que de consuno comerciar internacionalmente y de manera fiduciaria aquellas mercancías que ellos necesiten de nosotros y viceversa: les importaríamos las que de ellos necesitemos. Sería el prefecto trueque macroeconómico con quienes confíen en nuestra honradez como deudor y como buena paga, inclusive en dólares en dólares, pero con una paridad que ya señalaríamos nosotros mismos. Tal sería, pues, la forma más eficaz de hacer valer nuestro derecho a proteger nuestra economía.


[1] Se aplica la ecuación del cambio o la teoría monetarista porque en ese algoritmo cambiario, a más bolívares, más inflación por la supuesta causa de mayor circulante. He ahí la clave del porqué dicha teoría la usa tan frecuente y tergiversadamente el apologista burgués y sus tarifados y hasta nobelados.

[2] Mediante esa conseja avalada por los economistas apologistas de la burguesía nos hemos privado de usar nuestra moneda frente al resto del mundo como dinero del circulante, como medio de pago, como signo de atesoramiento monetario, es decir, usar nuestro dinero, ese que hemos necesitado para nuestro propio e independiente desarrollo de nuestras fuerzas productivas, porque por capital dinero, el imperio capitalista, la burguesía, nos ha vendido la idea de que capital dinero = dólares, con lo cual, desde que EE.UU abandonó el patrón oro nos han devaluado dicha moneda nacional a la cual hasta nosotros mismos la hemos depreciado como capital, y cuando necesitamos dinero circulante nos atamos la manos y lo regulamos según los dólares que tengamos como "reservas internacionales" que, por lo demás, siempre han sido escasos ya que jamás EE.UU ha pagado completo: Se ha llevado nuestro petróleo a precio de gallina bien flaca conjuntamente con la plusvalía agregada y creada por nuestros obreros petroleros.



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Manuel C. Martínez


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