La Economía Política Burguesa Vulgar o no marxista, dentro de su sus principios y malversaciones[1], ha pretendido hacer de la escasez el eje alrededor del cual giraría la economía de una sociedad. Nada más falso.
Una sociedad cuyos trabajadores no sean dueños de los recursos de la producción está expuesta a sufrir de escasez inducida por dichos dueños. Toda economía se mueve en función de una demanda y su correspondiente oferta. De perogrullo, dada una demanda, esta induce una oferta, es decir, estimula una determinada producción. En el capitalismo, la oferta corre a cargo de los productores e intermediarios privados dueños de los medios de producción, y la demanda corre a cargo de los consumidores finales y de los fabricantes.
La escasez es sólo una deficiencia ora de oferta, ora de demanda, es decir, la escasez sólo marca los desequilibrios del mercado en el cual, y dentro de la sociedad burguesa, la oferta marcaría la pauta a conveniencia permanente de los productores. Salvo la escasez derivada de catástrofes que interrumpa los procesos productivos, sequías y otras causas de desequilibrio en el mercado, esta no es atribuible sólo al productor, pero muchísimo menos podría atribuírsele al gobierno.
La Teoría Económica Burguesa hace de la escasez el problema económico por excelencia. Craso error, pero ha logrado imponerlo como normal y hasta lo ha consagrado así en toda la literatura burguesa capitalista, en las academias, etc.
Lo hace porque responde todavía a la teoría fisiocrática, según la cual la Naturaleza sería la responsable de la producción, y como hay causas naturales de escasez, esa causa se la endilga a los gobiernos intervencionistas que violan el libre mercado, y excusa a los productores, y considera que para hacerle frente a la "escasez natural" son necesarias mejores técnicas, importaciones, etc., pero se cuida mucho de reconocer que los productores capitalistas no sólo producen bienes o valores de uso sino mercancías. Esta es la clave para entender el meollo del asunto de la escasez.
Esa negativa a reconocer culpabilidad directa de los productores capitalistas en la oferta y con ello en la escasez, responde a que confunden producción con oferta, sin tomar en cuenta que desde un principio toda producción se opone a la oferta, y ésta a la demanda.
Es como si los oferentes demandaran a la productores para que ellos sean quienes arreglen los posibles y frecuentes desequilibrios entre la oferta y la demanda final, la demanda de los consumidores que son tanto los trabajadores como los propios productores que demandan bienes de consumo final, medios de producción y demás insumos productivos.
Así, la Economía Burguesa también sigue atascada en el criterio comercial que privó en los viejos tiempos del mercantilismo durante el cual el comercio controlaba la producción, sin que los capitalistas comerciantes se preocuparan por la producción ya que se limitaban a comprar las mercancías de su tráfico particularmente importadas y exportadas en el Comercio Exterior.
Ese tiempo fue superado y muchos capitalistas, ya cargados de capital dinero y en aras de obtener autonomía comercial, optaron por fabricar sus propias mercancías para no sufrir las especulaciones que solían recibir de los comerciantes proveedores, además de regularizar el flujo de las transacciones de compraventa.
Es el capitalismo industrial centrado en la producción. Este capitalismo industrial usa el mercado (la oferta-demanda) para zanjar la anarquía productiva propia de la empresa privada donde cada productor anda por su lado. El mercado es el orientador de los volúmenes a producir y complementariamente sirve para inducir los volúmenes de oferta, fin de que tienda a estar por debajo de la demanda.
[1] La Web está saturada de versiones vulgares o erróneas, aunque interesadas, sobre la escasez.