Todos las deudas por créditos concedidos por la banca privada, inclusive por la b. pública, durante la presente Guerra no Convencional (GNC), estarían pecando y sufriendo de la pecaminosa ilegalidad de la usura anatocista que es la aberración anticristiana del préstamo a interés.
Es como decir que los comerciantes y fabricantes sumados en esta GNC, por haberse enriquecido en tiempo récord, han hambreado al pueblo consumidor, a sus vecinos, clientes y "amigos", a esos hambreadores del pueblo, decimos, ahora les tocará reintegrar buena parte de esa riqueza mal habida porque a quienes ayer les quitaron prestado 1.000 Bs.F como precio de un dólar, muy posiblemente mañana tendrán que pagarle a sus prestamistas 2.000 Bs.F, o 3.000 BsF, más los intereses inflados y acumulados diariamente, ya que estos mismos deudores han sido quienes aceleraron la devaluacion del mismo bolívar con el que cancelarían sus deudas a futuro.
Obviamente, la banca les cobrará en la misma moneda que ellos han fijado para sus especulativos precios. Por lo demás, los acreedores del detallista y del mayorista, por lo general también habrán contraído deudas no menos susceptibles de sufrir el pago de intereses anatocistas.
La usura anatocista es aquella que se aplica a los intereses causados dentro del año, o del trimestre convenido. Es un contrato crediticio que capitaliza los intereses antes de ser causados.
En la presente GNC, la devaluación del bolívar en función de un dólar extraño, con una paridad exótica que ha mutado casi diariamente y durante más de 1 año, es perfectamente asimilable a un préstamo a interés que ha estado capitalizando todos los días el precio de las mercancías sin esperar los tiempos normales de la rotación correspondiente a cada tipo de capital invertido, sea pan, azúcar, leche, en caraotas, toallas sanitarias, ….
