https://www.aporrea.org/actualidad/a244294.html
También yo he venido sugiriéndole al Presidente Maduro que no fije más el salario mínimo, que les deje ese paquete a las relaciones obrero-patronales propias de la empresa privada. Las retroalimentaciones han sido el silencio.
También he detallado la irregularidad continuada que ha practicado la empresa privada por una curiosa recomendación de abogados y otros especialistas cuando están contestes en calcular leoninamente el salario diario, en favor de una de las dos partes.
Desde luego, si el salario mínimo termina encuadrándose en el valor justo de la cesta básica, el Estado debería absorber un mayor desembolso y quizás sea esa la razón por la cual el Ejecutivo se pudiera incurrir en insuficiencias presupuestarias ya que los arreglos obrero-patronales serían independientes y el Estado los recibiría ex post, y consecuencialmente pudiera verse frenado el fiel cumplimiento de su sana y bienintencionada actitud asumida cuando decretó la igualación automática de las pensiones y jubilaciones al monto del salario mínimo.
Con la entrega, cuyo contenido apoyo en mi entrega de hoy, se puede ver una doble y clara ventaja que ha sacado la empresa privada con 1.- el salario mínimo y minimizado en relación con el Cesta Ticket, decretado por el Ejecutivo, y 2.- el cálculo salarial diario que no termina de ser cuestionado ni apoyado por los sindicatos y abogados tanto nuestros como extranjeros.