Ser objetivo es difícil pero necesario: Notorios y vox pópuli son los diferentes, simultáneos e igualmente importantes frentes de batallas administrativas que el Ejecutivo (el Presidente y su equipo de colaboradores) planea, coordina y dirige ya que no menos variados son los frentes ofensivos del modo de producción al que está combatiendo la revolución bolivariana y prosocialistas.
Se trata de una ofensiva recibida que cuenta con proletarios analfabetos de conciencia social, dominados cerebralmente por los encantos mediáticos del individualismo que reducen los compromisos y obligaciones de los trabajadores ya que a ellos les basta acudir a una empresa de lunes a viernes para cubrir una jornada fija, regresar vegetalmente a sus casas, propia o alquiladas, olvidarse de la empresa hasta el nuevo amanecer del próximo lunes y vivir alimentado sicológicamente con unas prestaciones sociales que recibiría al término de los requisitos correspondientes de su jubilación, "empantuflarse, achinchorrarse" y /o meterse a pequeño explotador inclusive de sus propios ex compañeros de trabajo.
Se trata de una ofensiva irreflexiva que cuenta con el agigantado espacio capitalista y de vida burguesa y aburguesada, o sea, los proletarios alienados (periodistas, articulistas…) y capitalistas extranjeros dueños y condueños de los modernos medios de opresión (fuerzas productivas privadas entre las cuales se hallan los medios de comunicación).
Se trata del rompimiento en marcha de todo ese cúmulo de privilegios heterogéneos como el dinero, propiedades empresariales y fabriles y comerciales y financieros y de la usurpación arbitraria de toda la inmensa riqueza de Venezuela representada por "nuestros" y colectivos recursos naturales petroleros y minerales en general que siempre han estado a su caprichosa disposición por mandatos políticos, ventajistamente heredados de la Colonia para lo cual han contado con proletarios, trabajadores domésticos, militares, policías, e intelectuales de connotada producción poética y literaria.
Así las cosas, cualquier deficiencia presupuestaria, que hasta ahora jamás la ha habido[1], en tiempo y/o cuantía dineraria que percibamos en estos días, semanas, quincenas o meses debemos confrontarla con el tremendo paquete administrativo que supone luchar contra ese poderoso enemigo y "explicablemente" desalmado, como justificada es la presente lucha por una vida que rompa con semejante herencia colonial y capitalista.
[1] Los religiosos cobros de millones de pensiones mensuales, la construcción de millones de nuevas y refaccionadas viviendas sin solución de continuidad, etc., son muestras palmarias del alto grado de planificación y de responsabilidad plena asumida por ese equipo gubernamental cargado con multitareas presupuestarias y de batallas en permanente alerta.