Pérdida del carácter fiduciario del Bs.F

Más sobre el oro carente de valor propio

Venimos diciendo que el valor aportado y creado por la fuerza de trabajo no acompaña al oro usado como moneda, como dinero. Decimos que este metal carece de valor cuando se usa como dinero. Sin embargo, como moneda oficialmente registrada y autorizada adquiere valor de cambio.

Es que, si a ver vamos, se trata de un valor esencialmente fiduciario como si se tratara de papel moneda o como cualquier otro metal no necesariamente precioso.

En principio, cuando se practicó el trueque, el valor de una mercancía se reducía a la proporción de precios[1] en que los distintos tipos de mercancías se intercambian. Tal confusión reinó hasta la aparición del dinero usado como mercancía equivalente universal, y más aún cuando el oro se instaló como como patrón dinerario, como moneda.

Sólo con el empleo del oro como dinero se pudo desarrollar la expresión del valor contenido en esas relaciones sociales de valores de cambio de las mercancías.

Precisamente, hasta la llegada del oro como patrón de intercambios, con el oro amonedado, se estuvo creyendo correctamente que el valor de cambio es sólo la relación cuantitativa entre los precios de las mercancías objetos de compraventa.

De allí que ese valor de cambio se modificaba en el tiempo y en el espacio, como si fuera un valor arbitrariamente establecido.

Ahora se maneja el dinero nacional con monedas fiduciarias como patrón o respaldo monetario. Así las cosas, nuestros Bs.F valen lo que indica su valor nominal, pero los vaivenes de los precios de las mercancías le achicane su valor real o el tamaño de la cesta básica que ora se achica, ora se achica más y más. La devaluación del Bs.F se está haciendo intolerable.

Estamos en presencia de una suerte de dinero nacional que está perdiendo credibilidad o fe en su pode adquisitivo que ya de por sí es fiduciario lo que refuerza el papel del BCV en esta materia y hace más importante su responsabilidad en materia de estabilidad del valor de la moneda..

De manera que, además de que dependemos del dólar para tener una paridad más o menos estable, ahora las subas interminables de precios hacen que la desconfianza en su valor real está clamando a gritos que el Estado recupere el patrón fiduciario establecido por el BCV. La Presidencia de la república podría tomar cartas en el asunto.

Tiene que haber una regulación contable del comercio, debe prohibirse el manejo de una paridad cambiaria para el Bs.F que no sea estrictamente el calculado y respaldado por el BCV.

Como el respaldo es fiduciario, mal puede ser que los comerciantes estén fijando precios a partir de una devaluación inducida no cónsona con la realidad del país.

Por otra parte, cómo es que frente a un corralito descarado que, por cierto, a SAUDEBÁN[2] le resbala, los precios siguen subiendo si baja la demanda al bajar el circulante en manos de los consumidores.

 


 

 

[1] Esta proporción nos revela que el valor, como valor de cambio sólo se visibiliza en los intercambios, en el mercado y como expresión de las relaciones sociales de los trabajadores. Unos trabajadores elaboran unas mercancías, y otros otras mercancías, pero, como todas en común están cargadas de valor trabajo resultan intercambiables.

 

[2] Este organismo se dedica a malversar fondos públicos Por TV está fondos haciendo ver que está a la orden para recibir denuncias que a diario se hacen por la red y páginas como esta



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Manuel C. Martínez


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