Muy esperanzador resulta el proyecto de ley que, entre ocho de ellos, presentó el Presidente de la república, Nicolás Maduro; hablamos del referido al manejo de una cesta cambiaria para determinar la nueva paridad del Bs.F, lo que derivaría en una primera y considerable revalorización automática de nuestra deteriorada moneda[1].
Además del dólar, en la cesta cambiaria aparecerán monedas con alto poder de compra internacional como las chinas, rusas y otras con lo cual el denominador de la dañina fórmula cambiara que nos vendió el FMI se vería robustecido y con ello la paridad del Bs.F-su equivalente en divisas-se disparará hacia arriba y la del dólar caería por fuerza ya que a menor demanda suya, menor precio en sus cotizaciones internacionales.
Creemos que estamos ante un nuevo Grand Slán del Presidente. De esa manera, la fulana pág. web llamada dolartoday perdería definitivamente su carácter referencial aunque siempre haya carecido del mismo.
Si bien es cierto que se trata de una referencia financiera monetaria ilegal, sus estimaciones sobre la paridad cambiaria del Bs.F se han afirmado en el relativamente abultado volumen del circulante nacional en comparación con los pocos dólares que la baja de los precios del petróleo nos ha dejado.
Recordemos que EE.UU. buscaba que nosotros exportáramos un mayor volumen de petróleo compensatorio de los bajos precios lo cual resultaría contraproducente porque a mayor oferta menor precio para el petróleo.
Claro que a esa baja paridad del Bs.F ha contribuido que para dicha fórmula cambiaria, dolartoday coloca en el denominador los dos conos monetarios sin una medición sincera de cuánto asciende el circulante activo.
Presuponemos que deliberadamente los calculistas del caso toman como referencia el volumen de billetes y monedas mandado a imprimir tanto del viejo cono como el nuevo, con el agravante de que, aunque en Venezuela no circulen toneladas de billetes de 100 ya exportadas por traficantes inescrupulosos ayudados por el innegable pésimo control fronterizo con Brasil y Colombia, dichos calculistas los meten en el referido denominador de la fórmula cambiaria.
[1] Los actuales tenedores de dólares deberían ir desprendiéndose de ellos.
