El consumidor venezolano entra en una nueva elevada carestía de la vida.
No oí mención alguna en cuanto al reciente ajuste de Salarios Mínimos que nos diera a entender que son extensivos a los trabajadores privados.
Sabemos que no debían ser incluidos en los anteriores SM porque, de esa manera, la poquedad y el rezago permanente de salarios-precios de mercado hace que el trabajador privado termine odiando al gobierno por su propia carestía de la vida cuando su patrono, al que le rinde adulancia desmedida, le endilga la culpa a Maduro porque éste fija dichos SM.
Estos trabajadores han reaccionado, aunque ya lo venían haciendo, pero ahora y muy posiblemente con la anuencia, complicidad e inducción del propio patrono.
Estamos hablando de que los dueños de los comercios al detal, al parecer, están autorizando a sus vendedores a que suban a su arbitrio los precios ya marcados para compensar así la carestía de la vida que es "por culpa de Maduro". Ya los repartidos de gas y otras mercancías venían intermediando ente el productor y el consumidor final. El gobierno no tomó ninguna medida ni sanción ejemplar y ahora el problema queda agudizado y hasta más ingobernables.
Con este ajuste arbitrario, indirecto e ilegal del salario, el consumidor venezolano entra en una nueva elevada carestía de la vida porque estos empleados del comercio menor harán lo imposible por encarecer al máximo todas las mercancías, y si el vendedor y el fabricante no se regían por costes de producción, este irresponsable expendedor de los detales querrá ganar más que el propio dueño del comercio donde operen.
Es claro que ese rebusque no formará parte del salario mínimo ni incidirá en las Prestaciones Sociales. Nótese que ningún sindicalista de esas empresas privadas ha chillado ni muchos menos los patronos privados.
Mucho tememos que es algo macabramente planificado y que muy probablemente tendrá éxito dada la flaqueza que el gobierno manifiesta para aplicar oportunamente la ley a estos y demás delincuentes.
Acaban de agarrar in fraganti a un médico ladrón de medicinas del Hospital donde fungía de director y el gobierno se limita a citarlo cada 30 días…
Se trata de una evidente incapacidad para aplicar leyes acordes a esta realidad presente belicosa y delincuencial. Los gobiernos deben ser severos según la severidad de los delitos. En la Venezuela bolivariana las condenas aplicadas hasta ahora son de boquilla y al estilo de comiquitas por la TV. Si falla la ANC, "que Dios nos agarre confesados".
¿Qué les impide a los gobernantes del chavismo aplicar leyes ejemplares con un mínimo de protocolos judiciales? ¿Alienación, cobardía, inseguridad personal, incapacidad como hombres públicos?
Ya la ANC consumió 5 semanas cargadas de retórica y todavía no vemos el primer precio rebajado, efectivamente rebajado más allá de las pantallas de la TV, como tampoco vemos el primer antipatriota con los ganchos puestos.