En gobierno, debemos criticarlo constructivamente, ha caído en un auténtico círculo vicioso cuyos eslabones son precios y salarios crecientes.
La estabilidad de cualquier economía obliga a la toma de verdaderas medidas contundentes o eficaces y menos declaraciones por TV de unos responsables ministeriales que no aciertan en sus medidas ni estrategias.
La mal llamada inflación cobra más fuerza y, ante lo que aparece como pérdida del poder adquisitivo de las monedas del nuevo cono, el gobierno ahora tiene como solución el lanzamiento de otro cono monetario. Con esa medida, la irresponsabilidad del BCV y de SUDEBAN para proteger la amoneda nacional y ni tan siquiera mantener el cono vigente, habida cuenta de que con sus billetes perfectamente podría resolverse el problema del circulante sin acudir a ninguna otra moneda, esas instituciones, pues, cederían gratis más dinero que maneje a su antojo la banca privada-¿hasta cuándo?-tal como lo han hecho durante toda la vida de esas institución bancarias netamente burguesas y al servicio de la burguesía. Así, el gobierno se hunde más en este perverso círculo vicioso.
Sus asesores cotidianos se hallan atrapados en el mismo, y el gobierno, al no buscar fuentes alternas, recicla sus desaciertos.
Mandar a hacer otro billete con mayor poder adquisitivo es convalidar los actuales y crecientes pecios que más que precios, más que inflación, se trata de vulgares robos mediante cobros de precisos no ajustados a ninguna composición real de costos de producción y transporte. El robo, el atraco en cualesquiera de sus múltiples manifestaciones son delitos y estos deben ser castigados sin mayores miramientos ni más entreguismo a la burguesía ante la cual el gobierno sigue sumiso. En lugar de: "Oligarcas, temblad", pareciera que oímos el canto: Izquierdistas, temblad.
