Aunque resulte insólito, ya la falta de liquidez bancaria, al parecer, les está resbalando al gobierno y a los cuentahabientes.
Los reclamos de los usuarios de la banca caen en el vacío, Sudeban espera que los reclamos le lleguen por vía protocolar-a sus cómodas oficinas-mientras los cuentahabientes hacen colas interminables todos los días bajo la intemperie, con sol, agua, polvo y otras calamidades.
Ahora que, por norma, los retiros bancarios suelen equipararse diariamente con bajo margen de error, cuestión que ya no se está cumpliendo porque el dinero retirado de la banca no está regresando a ella toda vez que es exportado a manera de contrabando de extracción del dinero nacional.
El ejemplo más "alarmante" ha sido el de la camioneta contentiva de unos 200MM en billetes del nuevo cono en sus cajas originales y al respecto no se ve ninguna acción correctiva, por lo menos, no se conoce de castigos objetivos ni de medidas que acaben con un "corralito" que luce, más bien, como una clara manifestación de iliquidez bancaria ante la cual la banca no está sufriendo ninguna sanción, ni hay pánico, sólo quejas y chismorreos de vecindario. Los medios no muestran esa realidad diaria.
Pudiera pensarse-supuesto, nada más-que esta banca estaría manejado el circulante para negociarlo al mejor postor en lugar de entregarlo a sus cuentahabientes en los montos que ellos digan según sus derechos como tales.
Hay bancos que se limitan a recibir depósitos para cubrir ciertas obligaciones ante terceros-Cantv-pero los retiros se acogen al corralito que, al parecer, se ha convertido en norma y coadmitido disfraz de una auténtica iliquidez bancaria, ante el cual el Banco Central debía haber tomado cartas en el asunto.
Si fuera el caso, que estuviéramos ante una banca cómplice en la creación de angustias y molestias políticas, ¿cómo puede esa supuesta banca, seguir operando y sus propietarios no recibir sanción alguna? La complicidad, entonces, parecería partir de casa.
