Sin salario decente no hay potenciación para el país

 Los invisibilizados de nuestro país no se reducen a quienes tradicionalmente y desde los oscuros días paecistas fueron expropiados y sólo volvieron tener casa propia muy recientemente durante esta presente V república-hecho innegable hasta por las personas más obnubiladas por la mediática burguesa-, al punto de que Juan Vicente Gómez, otro connotado expropiador de latifundios, podríamos decir que retuvo para sí buena parte de esas expropiaciones. Es que mientras Páez expropió a soldados, Gómez, a latifundistas.

Otros beneficiarios de baldíos y ejidos han sido muchas transnacionales y seminacionales que instalaron sus empresas a orillas del río  Cabriales, por aquello de las aguas negras y demás toxinas que a la larga exterminaron la flora y fauna de ese importante abastecedor de agua dulce y, hasta los años 40, de pescado y arena.

Los invisibilizados pendientes de su correspondiente visibilización son en su mayoría burócratas y ex burócratas del Ministerio de Educación a lo largo de todos sus peldaños. Con docentes mal pagados no podría haber potenciación alguna para nuestro país. 

 Los salarios de hambre que han caracterizado las nóminas de docentes venezolanos son prueba fehaciente de marginalización del personal más valioso que pueda exhibir hasta el más humilde país. Hoy reconocemos que han mejorado, pero en relación al alto costo de la vida actualmente, la miserabilidad e indecencia del salario del docente se ha reavivado.

Buena parte de la matraquería e inmoralidad que hoy sigue caracterizando a muchos trabajadores de la docencia nacional, de las universidades públicas no bolivarianas, podría responder a la miserabilidad del indecente salario docente.

Ya en el corto tiempo de la presente república son numerosos los funcionarios que han venido siendo reivindicados, particularmente, del sector militar, por ejemplo. Sólo en la medida que se dignifique el personal docente, podrá erradicarse la tremenda corrupción que pesa todavía sobre nuestros funcionarios educativos, muy poco ejemplarizante para nuestra juventud.

Sin embargo, las reciente mejoras salariales se las ha tragado el bachaquerismo del comerciante mediocre. Por tales razones, es necesario un neuvo reajuste salarial que adecente  las remuneraciones, principalmente, de los docentes en todos sus niveles.

09/10/2017 08:29:07 p.m.

 

 

 

 



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Manuel C. Martínez


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