Hay que derrotar la inflación inducida

Entre 2015 y 2917 el gobierno pagó cerca de 60.000 millones de dólares en deuda externa. En ese mismo lapso el precio del petróleo bajó estrepitosamente, llegando a cotizarse a 30$ por barril, mermando dramáticamente el flujo de ingresos de dólares, colocando a nuestro país en una situación verdaderamente desesperada, al no disponerse de divisas para la importación de alimentos, medicinas, insumos, repuestos, etc. ocasionando una gigantesca crisis de escasez.

Por supuesto que ello ocasionó un enorme descontento en la población. Oportunidad ésta que aprovechó el Departamento de Estado para poner en práctica un plan insurreccional de desestabilización, el cual fue derrotado por nuestro pueblo, por lo que han diseñado otras acciones dentro de esta guerra económica que han originado una inflación exponencial, que aparece incontrolable por el gobierno y que de no atacarse efectivamente, puede causar un daño gigantesco al proceso.

Cómo enfrentar esa nueva amenaza?

Primero que nada hay que entender cómo funciona el manejo de las divisas extranjeras en nuestra economía.

QUIENES DEMANDAN DOLARES?

Por el lado de la demanda de divisas encontramos los siguientes actores principales:

1 – Los Especuladores. - Desde que el precio del petróleo alcanzó niveles más o menos justos en la década de los 70 del siglo pasado, la mayoría de los empresarios en Venezuela aumentaron los niveles de ganancias para destinar parte de ellas a la adquisición de divisas, ocasionando una sangría continuada y sostenida de dólares que ha obligado al gobierno en repetidas ocasiones a imponer controles de cambios, y a la creación de un mercado negro con un valor de cambio siempre en aumento. El famoso viernes negro de 1983 fue consecuencia de ello.

2 – Los Corruptos. - El dinero de la corrupción, tradicionalmente gigantesco busca lavarse con la adquisición y remisión de divisas al extranjero. Y acuden al mercado negro para no dejar pistas.

3 – El Narcotráfico. – Desde comienzos de la década de los 90 el tráfico de drogas ha ido creciendo significativamente en nuestro país. La importación de esa droga es controlada por carteles extranjeros que necesitan convertir en dólares los bolívares producto de la venta, y dado los controles sobre lavado de capitales, optan por acudir al mercado negro para lograrlo.

4 – Los importadores y las personas naturales. Que necesitan divisas, bien para importar bienes o para viajar.

Es decir, hay una demanda constante y creciente de divisas, la mayoría de ella siempre acudirá al mercado negro.

ESTA INFALCIÓN LA PROVOCA EL DEPARTAMENTO DE ESTADO

Conscientes de esa realidad, los ideólogos del Departamento de Estado han estimulado la fijación y publicidad del valor de la divisa en el mercado negro, al punto que toda la economía, incluyendo los precios de bienes y servicios, se rige por dicho valor en el cálculo de sus operaciones, ocasionando la hiperinflación que hoy vivimos. Hoy el bolívar se cotiza a 41.000 Bs. por dólar y nadie sabe a ciencia cierta de donde sale esa cifra.

Pongamos un ejemplo de cómo funciona esta espiral: Si a un empresario, con un dólar a Bs. 10.000 por bolívar un bien le cuesta Bs. 100 y espera una ganancia bruta Bs. 50, lo venderá en Bs. 150. Pero si él espera que la cotización del dólar aumente, por ejemplo, a Bs. 20.000, estimará que la próxima vez que adquiera ese bien para venderlo le costará Bs. 200 en vez de Bs. 100, y para no descapitalizarse venderá su producto en Bs. 300 en vez de los 150 originales. Es decir, realmente su ganancia pasó de 50% a 200%. Si esto lo llevamos a todos los sectores oferentes nos encontramos esta locura inflacionaria.

La conclusión es muy sencilla: Si quiere derrotar esta inflación inducida desde el exterior hay que anular el efecto de ese valor ficticio de las divisas.

Cómo?

Hay un abanico de opciones para lograrlo.

La primera, por supuesto, es la fijación de impuestos que pechen la ganancia excesiva, no con el 34% como máximo como es en la actualidad, sino con escalas que lleguen al 80% ó 90%. Y no liquidándolas a final de período, como es ahora, ya que una ganancia que en enero puede parecer muy alta, en marzo del año próximo la inflación la hará despreciable. Esta liquidación o pre-liquidación debe hacerse mensualmente, como se hace con las personas que devengan un sueldo.

La otra es controlar los movimientos bancarios. Todas esas compras de divisas se hacen a través del sistema financiero. Nadie anda con carretillas de billetes o de dólares para intercambiarlos. Ese control debe ejercerse sobre las personas naturales ya que en las jurídicas, si existiese un organismo competente, se pueden detectar fácilmente esos cambios.

Y así como esas, hay varias más.

Sin embargo no soy optimista de que esa situación se ataque efectivamente.

Y no lo soy porque no se visualiza que las propuestas que están sobre la mesa apunten en la dirección correcta.

Los economistas de la oposición lo único que proponen es eliminar el control de cambio, demostrando así el desconocimiento total de cómo funciona nuestra economía. Estos pitufos se olvidan de que en las últimas décadas se ha desmontado varias veces el control de cambios y cada vez que se hace dura muy poco porque la demanda de dólares agota las reservas del BCV y hay que volver al fulano control de cambio.

Y si son los del gobierno, es peor la cosa. La entendedera solo les da para proponer controles de precios, "fiscalizaciones" y aumentos del salario como grandes soluciones. Eso no es nada nuevo. Innumerables han sido las veces que los gobiernos de turno, de la cuarta y de la quinta, han tomado estas medidas y siempre han sido un gran fracaso.

La única forma de salir airosos de esta emboscada, es hacer lo que hicieron los teóricos del Departamento de Estado, a saber, estudiar cómo funciona realmente nuestra economía y poder diseñar una estrategia ad hoc. No hay otra.

cedallmeier@gmail.com



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Carlos Enrique Dallmeier


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