Al contrario de lo que ha venido manejando la Economía Política burguesa y marxista, los precios, lejos de ser un efecto del comportamiento de la oferta y la demanda, son la causa del comportamiento de estas últimas.
Actualmente, y sirva de perverso ensayo, en la actual Venezuela se hallan invertidas las enseñanzas económicas. Tenemos una demanda deprimida con precios que suben y suben. Tal extraño fenómeno ocurre porque en paralelo, la oferta baja y baja.
Valgámonos de la gráfica adjunta*:
En esa gráfica, la oferta (O) y la demanda (D) son función lineal de los precios, así como estos los son de la calidad productiva de las empresas, por término medio o macroeconómicamente.
Observemos que a menores precios, mayor D, ya que la oferta sobrepuja la demanda cuando la productividad de las empresas mejora, mientras que la demanda sobrepuja la oferta cuando la productividad desmejora, razón por las cuales los precios de equilibrio P2 y P3 suben o bajan, respectivamente, pero, no como efecto de la oferta y la demanda, sino todo lo contrario.
Digamos, pues, que son las condiciones de las empresas las que determinan los precios de venta, según sus volúmenes de la oferta o la demanda ya que, por ejemplo, esta dependerá siempre de la productividad empresarial: a mayor productividad, mayor riqueza en valores de uso, mejores salarios.
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