Hace algunos años el bolívar, sufrió una reconversión monetaria, se hablaba desde ese entonces del "bolívar fuerte", la fortificación de nuestro cono monetario. Pero ahora aquel utópico y fallido anhelo, se podría catalogar de "bolívar devastado" como todo lo que toca el madurísimo, sino lo destruye, lo debilita. En la Venezuela actual casi nadie quiere tener bolívares porque el mismo, ha perdido su capacidad de reserva de valor, precariamente sirve como medio de intercambio, y eso de forma electrónica, porque conseguir efectivo, es casi un milagro.
Para nadie es un secreto los niveles de inflación que vivimos los venezolanos, de hecho ya superan el 50% mensual, ya entra en la categoría de hiperinflación. Pero lejos de tomarse medidas para detenerla, Maduro está repartiendo plata a diestra y siniestra, le soltaron la maquinita de imprimir billetes, y hace feria, mediante bonos y transferencias directas etc. Es lo que en la jerga económica se llama emisión de dinero inorgánico, por eso cuando aumenta el salario todo se vuelve sal y agua.
Esta demagógica y decadente política monetaria, asegura la destrucción del bolívar y la hiperinflación galopante. Ahora la gente va a demandar más bienes y servicios, vamos a ver cómo le responden, si la producción está por el piso y las importaciones de alimentos limitada. Maduro puede ser el sepulturero del bolívar. ¿Quién sabe si se aproxima el fin del bolívar?. Ahora que anunció la criptomoneda petro, moneda que si tiene aceptable recepción no está exenta de emisión en físico, amanecerá y veremos. De algo si estoy seguro, con esto queda claro, que las elecciones están más cerca de lo que parece, esta repartición de plata es una clientelar forma de hacer política, que le va terminar costando el cono monetario al país.
En otro orden de idea y muy ligado a lo que es la vida cotidiana del Venezolano, por donde se asome la mirada hay un desmadre. Masacre en el Junquito a Óscar Pérez y su gente, dólar paralelo a 180 mil, saqueos en algunas zonas del país por falta de alimentos, de hecho una embarazada fue asesinada en el medio de la turba de saqueos, cuatros balseros ahogados intentado cruzar a curazao luego del cierre marítimo y aéreo de frontera decretado por Maduro para Bonaire, Curazao y Aruba.
Asimismo en Mérida hurtan ganado por cantidad para saciar el hambre, un helicóptero militar repartiendo billetes de baja denominación en Upata, marcha para pedirle a un empresario que sea candidato presidencial, hiperinflación y a la vez escasez de efectivo, sigue el desabastecimiento de alimentos y fármacos en todo el país.
De verdad que la Odisea de Homero, quedó chiquita a este margen de desventuras atroces e inhumanas que vivimos a diario, la situación es cada vez más crítica, la normalidad del Venezolano es la subsistencia y el sálvese quien pueda, mientras una nueva oligarquía se hace del erario público. Una sociedad degradada por un gobierno que hace del hambre, y la miseria un arma de control social y político. ¿Hasta cuándo tanto caos y desgobierno?
