Se dice que 1 Petro equivale a 1 barril de petroleo, es decir que el valor del Petro se regiría por la oferta y demanda de esta materia prima, que hoy por hoy está en 60 dólares, pero que fluctúa de acuerdo a los vaivenes del mercado, incluso con los riesgos de la tendencia a la baja producto de la sobreoferta de crudo por la estrategia geopolíticamente del fracking. Esto significa varias cosas en idea:
1.- Libre convertibilidad de divisas (Gaceta Oficial 6943), a pesar de que es una moneda digital (¿por ahora?). Es decir intercambiable con otras monedas. Una economía más libre. 2.-El Petro viene a ser un instrumento de financiamiento y captación de divisas de una economía en crisis y en casi default, de hecho que está reestructurando su deuda. Esto permitiría tener dinero para importaciones y materia prima, de una economía colapsada e improductiva
3.- Esta moneda no regida por el sistema bancario global, busca superar el bloqueo financiero. De hecho las criptomonedas en general son una competencia a la banca al ahorrar costo de transacción, al hacer uso de cadenas de bloques (Bloackchaim), base de datos contables digitales y descentralizados, sin necesidad de la banca como intermediario. 4.-El Petro da un salto mayor, a las demás criptomonedas y es que establece un respaldo, mediante certificación internacional sobre bienes materiales (petróleo, oro o diamante). Esto implica volver a tiempos memorables, de la ruptura del acuerdo de bretton Woods, en cual había respaldo en oro. Es decir que quien tiene un Petro tendría una porción de la riqueza en recursos que hay en Venezuela.
Ahora bien el tiempo dilucidará muchas interrogantes e inquietudes, entre ellas: 1.- ¿Hasta qué punto las actuales condiciones económicas del país generan confianza para lanzar una moneda de este tipo, o si realmente pretende un cambio de fondo o nuevamente obedece a la coyuntura y a la búsqueda de un salvavidas al caos que han construido paso a paso? 2.- ¿Han evaluado la posibilidad de qué EEUU, no impida la libre convertibilidad con dólares de grandes inversores con empresas en Estado Unidos, así como lo han hecho con PDVSA?.
3.- ¿Cuáles controles habrá respecto de la legitimación de capitales o comúnmente llamado lavado de dinero, o simplemente importa conseguir dinero sea como sea? 4.-¿Cuáles son los criterios de seguridad y eficiencia para no verse vulnerado por los hakeos, a los cuales hasta el mismo Bitcoin ya es víctima? 5.-¿Qué harán para que el Petro y quienes lo gestionan, no caiga en la debacle de corrupción e ineficiencia en que cayó, PDVSA? 6.-¿Hasta qué punto la tentación de la sobreemisión de moneda no los va tocar como lo han hecho con el Bolivar? 7.-¿Cuáles son los requerimientos técnicos de eficiencia en la minería, para evitar fallas técnicas, que podrían mermar la confianza en el Petro?.
Son muchas las interrogantes y dudas. Veremos que sucede, en el fondo desearía que todo saliera bien al fina al cabo es lo que uno quiere para el país, más allá de las diferencia que uno tiene. Pero como sabemos quiénes son los que gestionarán la moneda, pues es obvio el nivel de zozobra y desconfianza, ya la realidad actual lo demuestra. Dense cuenta que ahora lo que está en juego son las reservas milmillonarias de recursos aún no explotadas en nuestro país.