La moneda fiduciaria no se devalúa Gobiernos Sí

El comerciante inescrupuloso y los apologistas de la burguesía han identificado la moneda fiduciaria con aquella que goza de respaldo metálico, generalmente con metales preciosos.

De esa manera, mediante esa impostura, la inflación que sufra una sociedad mercantil es atribuida a una devaluación de la moneda vigente.

Bien miradas las cosas, un billete fiduciario que marque 100.000 Bs. F o 100BS, como ejemplo, sigue valiendo 100.000 Bs. F o 100BS[1] hasta su desmonetización.

Lo que ocurre es que los valores de las mercancías suelen expresarse en precios de mercado. Estos precios, cuando surge una inflación, o sea, cuando las alzas de precios son generalizadas e inclusivas de todas las mercancías, es porque los comerciantes pueden sentir alguna desconfianza o desavenencia con el gobierno de turno; esta desconfianza la hacen extensiva a la moneda y pareciera que fuera esta la que se devalúa, tal como lo sería en el caso de una moneda con respaldo físico en algún metal y que este haya perdido valor durante su extracción.

Actualmente, como las monedas de cada país atado al dólar suelen ser respaldadas con esta divisa, una creciente inyección de circulante de parte del gobierno se traduce en una devaluación de la moneda nacional, independientemente de que sea, respaldada en metal o fiduciaria.

Allí hay algo que no cuadra teóricamente porque no puede ser que la moneda con respaldo en oro, por ejemplo, se devalúe frente al dólar cuando haya mucho billete en circulación con un restringido número de dólares (respaldo internacional deficiente), determinado con la llamada fórmula paritaria sobre la cual hemos escrito varios artículos por este mismo medio, no puede ser igual, decimos, a que se devalúe siendo una moneda fiduciaria. Esta sólo podría perder confianza, pero ya eso involucraría, más bien, al emisor de la moneda en cuestión.

Es que este tipo de inflación carece de respaldo económico financiero. Obsérvese que el dólar se ha emitido en billetes por trillones (1018), y desde el año 1971 es moneda fiduciaria; sin embargo, y en ninguna parte ni texto académico se habla del dólar como moneda devaluada porque sencillamente los precios del mercado de EE. UU. suelen ser constantes.

Ahora, una vez que el dólar rija en el comercio internacional como moneda uniformadora de todas las transacciones, a los efectos contables macroeconómicos, sólo se cuando la demanda pierda desconfianza en su ente emisor esta divisa quedará devaluada por inconfiable.


[1] Prueba de ello es que seguimos sumando de 100 en 100 cuando haya múltiplos monetarios.



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Manuel C. Martínez


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