¡Cárcel para los especuladores!

En un nuevo reporte de la marcha de la operación policial: "Manos de Papel", el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, informa que han realizado 125 allanamientos, incautado 514 vehículos y 48 motos, bloqueado 1.333 cuentas bancarias de las cuales el 90 por ciento (1.200) corresponden a cuentas asociadas a Banesco, investigan un total de 1.563 personas, de las cuales 735 son personas naturales y 828 son personas jurídicas o empresas privadas, muchas de las cuales, empresas de maletín. Resalta el hecho, que muchas de las cuentas bloqueadas tienen trazas o manejo de billetes por un monto de 20 billones de bolívares durante los últimos tres meses, no detectados por los responsables de los bancos señalados, ni reportados a la Sudeban. Todas estas mafias, se han confabulado para absorber la mayor cantidad de efectivo de la nación venezolana y procurar por esa vía, desestabilizar la economía nacional mediante las casas de cambio que operan en la frontera del lado colombiano, articuladas con determinados bancos nacionales que procuran, en primera instancia, legitimar capitales provenientes del narcotráfico colombiano; los cuales, además, permiten al paramilitarismo succionar efectivo venezolano que es multiplicado por dos y hasta tres veces su valor en bolívares, retornado en grandes cantidades a nuestro territorio, nuevos billetes mediante transferencias electrónicas -sin respaldo alguno- como una especie de Banco Central paralelo, propiciando la devaluación del Bolívar y, con ello, también generar la espiral inflacionaria que viene afectando –negativamente- la calidad de vida del venezolano y venezolana. En contraposición, el peso colombiano se mantiene estable ante la poca oferta del mismo, mientras que, también se mantiene en alza la exigencia del contrabando de productos venezolanos ante la continua devaluación del Bolívar, muy en particular: la gasolina, cuyo precio -al otro lado de la frontera- es sumamente alto. Devaluación permanente del Bolívar, estimulación del contrabando de extracción ante el poco valor del Bolívar frente al dólar y ante el peso colombiano, finalmente: escasez y desabastecimiento del lado venezolano. "Crisis humanitaria", como provoca llamarle, al gran provocador de todo este crimen contra Venezuela, los venezolanos y venezolanas, todas y todos: el presidente de aquella nación, el tóxico Juan Manuel Santos.

La mediática derechista, como era de esperar, se ha desbocado en la defensa de unos presos muy particulares: los banqueros. Once altos gerentes de Banesco, han sido puestos tras las rejas, producto de esta operación policial. "Entre el día de ayer y hoy en esta cuarta fase el MP solicitó 11 órdenes de aprehensión contra integrantes del comité de prevención de Banesco. Se presume que la alta gerencia de Banesco está incursa en diversas irregularidades que atentan contra la moneda venezolana", indicó el Fiscal General de la República, Tarek William Saab. Entre los detenidos, se incluye al presidente de dicha institución financiera y su vicepresidente. Muchas historias y fake news, han puesto a rodar la mediática derechista en procura de lograr la impunidad sobre estos crímenes económicos, que afectan por igual a afectos al chavismo, como aquellos que manifiestan sus simpatías por Trump y su divisa: el dólar estadounidense, el american way of life. ¿Podemos ser como ellos? Se preguntaba, Eduardo Galeano, el escritor y periodista uruguayo, respondiéndose: "Promesa de los políticos, razón de los tecnócratas, fantasía de los desamparados: el Tercer Mundo se convertirá en Primer Mundo, y será rico y culto y feliz, si se porta bien y si hace lo que le mandan sin chistar ni poner peros"… "Podemos ser como ellos, anuncia el gigantesco letrero luminoso encendido en el camino del desarrollo de los subdesarrollados y la modernización de los atrasados. Pero lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible, como bien decía Pedro el Gallo, torero: si los países pobres ascendieran al nivel de producción y derroche de los países ricos, el planeta moriría" (Ser como ellos, Eduardo Galeano).

Desde inicios del siglo XX, no veíamos banqueros presos. Lo cual, no quiere decir que no hayan sido pescados delinquiendo contra los dineros de los ahorristas. Total, al final optaban por escaparse del país y en el exterior disfrutaban las mieles del dinero mal habido. Recuérdese, el último de esa especie: Nelson Mezerhane, dueño del Banco Federal, hoy Banco Bicentenario del Pueblo. Hugo Chávez, sentenciaba entonces, mientras garantizaba los ahorros de los usuarios y usuarias de dicho banco: "Ese banco lo quebraron y lo estaban manejando irresponsablemente"…"Banqueros irresponsables huyen del país y no enfrentan la situación". Hacia Estados Unidos, fue a parar el delincuente banquero, vinculado a la oposición política. Como era de esperar, la derecha mediática banalizaba la criminal actuación de ese banquero corrupto, señalándolo como un tema de revanchismo político, por las posiciones que entonces emitía una televisora de su propiedad: Globovisión.

Pero, hablábamos de inicios del siglo XX, Cipriano Castro triunfa militarmente y asume el gobierno de la Venezuela rural de entonces. Como expresa la escritora Carmen Michelena en su obra: "El General Cipriano Castro: Un presidente revolucionario y antiimperialista", describiéndonos la Venezuela que se encontró Castro al asumir el gobierno de entonces: "Castro se encontrará con que las Arcas del Tesoro están vacías, la deuda externa, pública y privada, venía acumulándose desde la división de Gran Colombia en 1830, las continuas guerras civiles y el descenso notable de los precios del Cacao y del Café en los mercados internacionales para un país eminentemente agrario era desastroso, así pues, todo ello confluye en una grave crisis económica, una situación nada fácil de enfrentar para el recién estrenado gobernante. A ello hay que agregar que el nuevo gobierno tiene que sofocar militarmente los continuos alzamientos en su contra, de tal modo que lo único que le queda es pedir un crédito a los banqueros tanto del Caracas como del Venezuela principalmente". El primer crédito solicitado por Castro, se lo conceden pero de allí en adelante obtuvo solo negativas y esquivas de sus solicitudes de apoyo financiero para sanear las finanzas públicas. Actitud esquiva, que motivó al entonces presidente de la República a encarcelarlos como represalia. Castro, que no gozaba de las simpatías de los banqueros, con dicha acción les empuja al desencadenante histórico de la rebelión de los banqueros, quienes aliados con algunos gobernantes regionales y compañías extranjeras, tras las cuales se alinearon los gobiernos de los países de origen: EEUU, Alemania, Inglaterra, gobiernos que veían con desconfianza las acciones emprendidas por el gobierno nacionalista de Cipriano Castro.

El 9 de diciembre de 1902, llega una escuadra conformada por buques de guerra alemanes, ingleses, italianos que se despliega por todo el ámbito costero de Venezuela, y en particular en los principales puertos. Castro, enfrentó el conflicto con energía y lanzó una de las proclamas que más profundamente han calado en la emoción de los venezolanos: "¡La planta insolente del extranjero ha profanado el suelo sagrado de la patria!". La Nación, como un solo cuerpo, enfrentó la acechanza imperialista. Domingo Albero Rangel, en su libro "Los Andinos en el poder" señala que "más de cien mil venezolanos acudieron a las jefaturas civiles a buscar armas para integrar el ejército patriótico (…) es el ejército más grande que se haya formado en el país. La nación volvió a ser como en los tiempos de la Independencia". De igual forma, Venezuela, tuvo un gran respaldo de diversos países latinoamericanos: México, Argentina, Colombia, Cuba, República Dominicana, entre otros países. La intervención extranjera cedió y se solucionó en el marco de negociaciones. Después de la cual, los banqueros siguieron en su rebelión contra Castro por la vía militar. El 13 de octubre de 1902, tiene lugar la Batalla de La Victoria, jornada de 21 días, que constituye el hecho de armas más prolongado y con mayor número de víctimas fatales del ciclo de las guerras que cubrió el periodo republicano de Venezuela entre 1830 y 1936. La acción, enfrentó al general Cipriano Castro, presidente de la República, a la cabeza de un ejército de seis mil efectivos, con el banquero y auto designado general Manuel Antonio Matos, dueño del Banco de Venezuela, quien estaba al frente de 14 mil hombres. Matos y su movimiento, estaban financiados por la empresa estadounidense del asfalto New York Bermúdez Company. Castro, derrotó la rebelión militar de los banqueros contra su gobierno.

En los tiempos que corren, la burguesía utiliza mecanismos de conspiración más sutiles, casi que imperceptibles para el desprevenido observador. Una muestra de ello, está develando la Operación "Manos de Papel". La llamada guerra económica, que utiliza una variable de la economía: la inflación, como arma de guerra para desestabilizar un gobierno inconveniente a los intereses imperialista del gobierno de los EEUU. En 2015, esa desprevención del pueblo venezolano, llevó a un sector importante del mismo a votar por sus propios verdugos, aquellos quienes pulverizaron sus ingresos y acusaban de ello, al gobierno del Hno. Maduro. Dólar Today, fue el arma más eficiente en dicha tarea de corrosión y pulverización de los ingresos de los venezolanos y venezolanas, cuyo descontento lo drenaron votando por la MUD, otorgándoles la mayoría de los diputados y diputadas a la Asamblea Nacional. La promesa, que caló en el sentimiento de esa mayoría de votantes por las listas oposicionistas fue aquella de votar por la última cola: "Esta será la única cola que los venezolanos haremos voluntariamente y con gusto: La cola para votar este #6D #". No tardó mucho en darse cuenta de su error, el pueblo que –ingenuamente- se creyó la falsedad de tamaña promesa, cuando el propio Ramos Allup se desmintió a sí mismo señalando, que ellos nunca habían realizado tal promesa (https://www.youtube.com/watch?v=TXeMn2sBqis).

Por eso, en tiempos que la rebelión de la burguesía se ejecuta no en el terreno militar sino en el económico, inflando los precios diariamente, induciendo altos niveles de inflación para procurarse altas tasas de ganancia y, a la vez, conspirar contra la paz de la República, propiciando descontento en la población. Tenemos que valorar altamente, que en el marco de una campaña electoral, el candidato Nicolás Maduro prometa al pueblo venezolano: "Denme 10 millones de votos y yo le pongo los ganchos a las mafias económicas de la oligarquía…" (Discurso Presidente Maduro con motivo del día del trabajador y trabajadora el 1ro de mayo 2018, desde El Calvario). Responde Maduro, a un sentimiento nacional de repudio generalizado contra el especulador y sus acciones criminales contra todo un pueblo que ha visto perder sus ingresos, ante la voracidad de ganancias de una burguesía comercial criminal y delictiva, que roba a todo un pueblo con un arma de nuevo tipo: los puntos de ventas, con total impunidad. Si en febrero de 1989, este pueblo se desbordó en acciones de calles para hacer justicia con sus propias manos contra los comerciantes especuladores, y sobrevino el llamado "caracazo", la primera revolución popular en el planeta contra las políticas de ajuste estructural de la economía, lideradas por Miguel Rodríguez y Ricardo Hausmann de la mano del FMI.

Veinte nueve años después, bien pudiéramos atrevernos a afirmar que la burguesía comercial, ha reproducido muchas de aquellas condiciones que motivaron al pueblo venezolano a levantarse en resistencia contra aquella tentativa de sometimiento y esclavitud de nuevo tipo. Y, si aún no se ha levantado este pueblo bravío ha sido porque existe un liderazgo bolivariano que le conduce por mecanismos pacíficos de resolución de los conflictos de clases. Pero, tanto va el cántaro al río hasta que se rompe, y seguro estamos, que sí no hay justicia contra los especuladores, se les permite seguir actuando en la más completa impunidad, estaremos a puntico de ruptura y que la Revolución adquiera nuevos senderos de resolución de los conflictos de clases, nada pacíficos. Por ello, no dudamos que este pueblo noble, le otorgará al Hno. Maduro esos 10 millones de votos que está solicitando, para que pueda hacer Justicia con quienes se valieron de la propiedad de los medios de producción para intentar doblegar la voluntad inquebrantable del glorioso pueblo de las dificultades de continuar siendo libres y soberanos. Incumplirle a este pueblo ávido de justicia en su promesa, conllevaría a una nueva traición y un nuevo desencanto, que alejaría al pueblo revolucionario de su vocación bolivarianista…

 

Caracas, 03-05-2018

 



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Henry Escalante


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