En los tres artículos anteriores de esta serie tratamos como los fundamentos de la llamada teoría Neoliberal no son sino el remake del llamado liberalismo, conjunto de argumentos esgrimidos por los defensores de la naciente dominación burguesa y que sirvieron de soporte ideológico para ejercerla. Asimismo afirmamos que la política económica de quienes manejan esta área dentro del equipo de gobierno está enmarcada dentro de esa ideología burguesa en la que fueron formados académicamente, y colocamos como ejemplos la situación de los precios así como la estrategia de mantener unos salarios de hambre en beneficio d los empresarios.
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Abordaremos ahora el tema de los impuestos, otro aspecto vital de la ideología Neoliberal y como icho equipo lo maneja.
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BAJOS IMPUESTOS A LAS CLASES DOMINANTES, OTRO, OBJETIVO FUNDAMENTAL DEL NEOLIBERALISMO
Como sabemos, el funcionamiento del Estado es financiado por los impuestos. La disminución de los que cancelan las clases capitalistas es aspecto fundamental de las tesis neoliberales.
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En nuestro país, antes de la aparición del petróleo, la principal fuente impositiva provenía del comercio exterior, es decir, de las exportaciones e importaciones. A partir de la explotación del oro negro la creciente producción petrolera originó consecuencialmente un crecimiento sostenido de los impuestos originados por la renta petrolera, que pasó a constituir la casi totalidad de la recaudación impositiva del Estado.
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Esta realidad hizo que las tasas impositivas al sector privado de la economía fuesen muy bajas, ya que el Estado venezolano no dependía de ella para funcionar, tal como si sucede en la mayor parte de los países del mundo. Esto que permitió que se amasaran gigantescas fortunas que lamentablemente, y salvo muy contadas excepciones, no se invirtieron en el aparato productivo del país, sino que pasaron a engrosar abultadas cuentas bancarias en el exterior. De haberse utilizadas en la economía del país, no hay ninguna duda que nuestra nación sería una de las más desarrolladas del mundo. Con esa conducta parasitaria las clases dominantes renunciaron a asumir el papel dirigente del país.
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Al respecto vemos como Osmarys Vargas en su monografía sobre el IVA escribió: "El Estado venezolano para el año 2000 obtuvo un ingreso fiscal no petrolero menos al 9% del PIB (OAEF, 2001), tal cifra lo ubica entre los países con niveles de ingresos tributarios internos más bajos del mundo. De hecho, según la OEA (2002), los países de América Latina poseen un nivel que oscila entre el 13% y 20% del PIB y los países del mundo desarrollado entre el 33% y el 50% del PIB" publicado en monografías.com
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Esa situación no ha cambiado. Al contrario, con las nefastas políticas tomadas por el equipo económico neoliberal de este gobierno de eliminar cualquier control de los precios y de lograr y mantener niveles de salario de hambre, y de no tomar correctivos fiscales, la generación y acumulación de riquezas ha tomado dimensiones groseras.
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Es que con impuestos tan bajos no existen razones parar no especular. Por ejemplo, con las actuales tasas impositivas si un bien me cuesta 100BS y en lo vendo en 200 BS teniendo una ganancia de 100BS, cancelaría por impuestos como máximo Bs. 34, con una ganancia neta de 66BS, pero si el mismo bien lo vendo en 200 BS, cancelaría 68 BS de impuesto y aumentaría mi ganancia a 132 BS.
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La conclusión empresarial es lógica: aumentar los precios al máximo posible. Así la especulación no tiene límites.
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Dado que esas ganancias especulativas se marchan al exterior, se genera una sobre demanda de divisas que ocasiona la constante devaluación de la moneda. Pero esto no es nuevo. Desde el Viernes Negro en 1983 ya tenemos más de 36 años en eso y es lo que explica porque nuestra moneda ha devaluado su valor en millones de veces en ese mismo período. Solamente desde el 20 de agosto del año pasado, cuando el gobierno anunció el "Plan económico de recuperación", el bolívar ha perdido cien veces su valor.
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Pero esta avaricia desmedida también permite demostrar la profunda equivocación de los neoliberales del equipo económico que sostienen que esas ganancias groseras al final se traducirán en inversiones del sector privado en el aparato productivo.
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EL IVA
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El IVA fue un invento descarado de los teóricos de las clases capitalistas para lograr que fuesen los consumidores y no ellos los que pagasen en su mayor parte el funcionamiento del Estado.
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En nuestro país se implantó legalmente en la década de los años 90 del siglo XX, con el acceso de los neoliberales al poder.
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Pero en nuestro caso el descaro fue mayor ya que, con la excusa de no recargar al consumidor final con dicho impuesto por la compra de bienes y servicios básicos para la población, se fijaron excepciones al cobro de dicho impuesto a importante sectores de la economía.
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Eso es puro fariseísmo. Si alguna ventaja tiene el IVA es que permite el control de la facturación en todos los estratos de la producción y distribución a través de las máquinas y formularios fiscales. Y esas excepciones lo que logran es que las roscas que comercializan los alimentos o los grupos que controlan los servicios operen sin ningún control y ganen lo que les da la real gana.
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Conozco casos de colegios que cobran 500.000, 700.000 y más BS de mensualidad por alumno, de tal manera que en un solo salón de clases los ingresos mensuales superan los 15 o 20 millones, cancelando ridículos sueldos a los docentes. Y no hay manera de controlar esa especulación.
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El problema de esa especulación es que los consumidores trasladan esos costos a las actividades económicas que ellos realizan, que al final terminan impactando a toda la sociedad.
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Claro que el IVA debe existir pero con una alícuota simbólica de 1 a 5% para controlar los ingresos en todos los estratos del circuito económico. La presencia de los puntos de venta se puede convertir en una magnífica herramienta para ello.
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LA DOBLE TRIBUTACIÓN
Ya explicamos que un objetivo central de las políticas neoliberales es que las transnacionales obtengan la mayor cantidad posible de ganancias y en ese orden de ideas es que los norteamericanos impusieron a nuestro país un acuerdo para evitar la "doble tributación", utilizando el argumento que a nuestro país le convenía dada la presencia de CITGO.
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Ahora que nos robaron CITGO urge que ese acuerdo sea denunciado y así evitar que continúe el desangre de nuestra economía por las transnacionales.
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EL GASTO PÚBLICO
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Un argumento reiterativo de los neoliberales es que el Estado debe rebajar el gasto público y deshacerse del manejo de empresas y servicios con el fin de hacerse más eficiente.
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Pamplinas. Lo que buscan los neoliberales con ello es que al gastar menos el Estado necesite menos ingresos por los impuestos y por ende, afecten lo menos posible a las clases pudientes. Cada bolívar ahorrado en el gasto público es un bolívar menos que desembolsan los ricos. ¿Elemental, no?
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Lo anterior explica porque lo primero que hacen los gobiernos neoliberales al llegar al poder es "recortar" todo lo que consideran superfluo como los que tiene que ver con la seguridad social: el monto de las pensiones, aumentar la edad de la jubilación, eliminar beneficios laborales, como fue el caso de las prestaciones sociales en nuestro país, etc.
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Si bien el actual equipo económico no ha llegado a tomar medidas legales para disminuir el gasto público, de hecho en la práctica ha sido así. Por ejemplo el estado deplorable de nuestros hospitales, del transporte público, de la infraestructura vial, el extremadamente ridículo monto de las pensiones, en fin el desastre que tenemos de país es una muestra palpable de la real disminución del gasto público, en beneficio de los ricos y en detrimento de la población.
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LA MAL LLAMADA PRIVATIZACION
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Un aspecto en el cual los neoliberales hacen especial énfasis es en el asunto de las privatizaciones, bajo el manido argumento de la "ineficiencia de las empresas públicas".
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Al igual que con el argumento de disminuir el gasto público, las mentadas privatizaciones lo que realmente buscan es disminuir los niveles de gasto del Estado, ya que esas empresas históricamente se han dedicado, en lo fundamental, a ofrecer al grueso de la población bienes y servicios de primera necesidad a precios accesibles, como la electricidad, el agua, la telefonía, etc., asumiendo el Estado en muchos casos, parte de sus costos.
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Por supuesto que esos costos tiene que cubrirlos el Estado con impuestos, no hay otra, y si se privatizan esas empresas públicas son menos los impuestos a cancelar por las clases ricas.
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En los gobiernos de Carlos Andrés y Caldera se recurrió al expediente de provocar un funcionamiento extremadamente deficiente de las empresas públicas para "justificar" su privatización. Me acuerdo que la CANTV llegó a tener un funcionamiento pésimo y a los pocos días de privatizada, voila, funcionaba de maravilla.
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Me preocupa que esta conducta se pueda estar repitiendo con el mal funcionamiento actual con la electricidad, el agua, la telefonía, etc. Máxime si se escuchan voces dentro del mismo gobierno que abogan por las privatizaciones de las empresas públicas, como la del siniestro gobernador del Estado Carabobo La Cava, o de Castro Soteldo. Ya se ven claros indicios de ese camino privatizador con, por ejemplo, la privatización de la cadena de la red de Abastos Bicentenario, que fue a parar a manos de quien sabe que "inversionista".
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CONCLUSION
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Lo que salta a la vista es que la actual estructura impositiva es la misma heredada de la cuarta república y no está a la altura ni de los retos que impone la economía venezolana ni de los postulados de justicia social preconizados por Chávez.
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Es necesaria desmontar este proyecto neoliberal y desarrollar una nueva legislación impositiva, que debe contemplar también un carácter punitivo, y lógicamente, adecuar a ella la estructura del SENIAT y del mismo gobierno.
