Sacudón universitario (I)

I.

Percibir la magnitud del Sacudón Universitario desatado el 2 de septiembre con el nuevo Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, creado por el Presidente Obrero Nicolás Maduro (Decreto 1.226, G.O 40.489), exige un análisis profundo de lo expresado por él: “concentrar el poder de investigación y conocimiento en nuestro país y en países aliados con los cuales trabajamos para el desarrollo social y tecnológico”.

Este ministerio pre-figura un instrumento para sacudirse ideas y condiciones perversas que impiden la independencia de los países del sur.

II.

Analicemos el Sacudón Universitario a la luz de la Intensión Socialista en todos los tiempos y geografías.

Nuestra Constitución Nacional en su Artículo 109 establece: “El Estado reconocerá la autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, profesoras, estudiantes, egresados y egresadas de su comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación. (…)”.

La Universidad Bolivariana de Trabajadores “Jesús Rivero”, creada en 2008, considerando “Que la separación existente la educación, la investigación y el trabajo, genera y reproduce la dependencia del exterior, e impide producir la ciencia y la tecnología apropiadas para el desarrollo de nuestras fuerzas productivas, indispensable para consolidar la soberanía política, económica y social de la Nación”, incorporó al Consejo Rectoral, representantes de los Ministerios de Educación Superior; del Trabajo y Seguridad Social; y de Ciencia y Tecnología.

El estudiante uruguayo Carlos Quijano, escribió en El País, de Montevideo (1928), a propósito de la Reforma Universitaria: “La Universidad debe ser además un gran centro de cultura, un gran centro de investigación científica (…). Por su carencia de finalidad científica, la Universidad vive desconectada con la realidad nacional. No estudia ningún problema nacional a fondo.”

El estudiante cubano Julio Antonio Mella, en Tres Aspectos de la Reforma Universitaria (1928) señaló: “Los profesores y alumnos deben en las clases, en los seminarios de investigación, en comisiones especiales, estudiar cada uno de los problemas nacionales: situación higiénica del país, crisis industriales, problemas de transportes, reformas a la legislación”.

El luchador e investigador venezolano Luis Bonilla-Molina, en Colección por la Transformación Universitaria, 2012, señaló: “Las Instituciones de Educación Universitaria (IEU) de Venezuela tienen la responsabilidad de formar integralmente personas dignas, y ciudadanos y ciudadanas con sentido de país; generar, sistematizar y socializar conocimiento científico, tecnológico, social, humanístico y artístico; realizar proyectos dirigidos al desarrollo socioeconómico, ambiental, cultural y educativo de las comunidades y revitalizar el pensamiento latinoamericano.”

El Premio Nacional de Ciencia 2013, Víctor Álvarez, dijo que “Los cambios socioeconómicos que reclama el futuro del país estarán muy vinculados al despliegue de nuestro potencial humano y del avance en la creación de capacidades para la generación, difusión, transferencia y uso del conocimiento científico y tecnológico”.

El Presidente de la Asociación de Rectores Bolivarianos de Venezuela (ARBOL), Arquímedes Mundarain (2014) dice que: “La Tecnología es el resultado del trabajo humano basado en la ciencia, la cual es expresión del desarrollo del pensamiento debido a la educación”.

III.

Este Sacudón Universitario abre un debate nacional para la Revolución Universitaria:

Rescatar las bases ideológicas de la Reforma Universitaria que brotó en Córdova-Argentina hace 100 años.

Anular las orientaciones del Convenio ME-Fundación Ford-Universidad de Wisconsin del 13-7-1.967, que eliminó los estudios humanísticos para producir profesionales-no-totales (especialistas).

Derrotar a visión capitalista de “la industria educativa con fines de lucro”, impuesta por el Grupo de los 7 (1.994) en voz del teórico neoliberal, Milton Friedman.

Crear la Universidad Popular que se vincule con la escuela y el liceo; se comprometa con la realidad comunal y asuma la Defensa de la Patria.

¡Nuestro Norte es el Sur!

aadarfio@hotmail.com


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Alexis Adarfio Marín


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