Con el propósito de definir las inteligencias asociadas al modelo conductual del tutor virtual resiliente en el aula virtual en pandemia, es necesario partir de las inteligencias de un individuo resiliente las cuales incluyen: la inteligencia emocional e intrapersonal, la inteligencia social e interpersonal y la inteligencia práctica (Pittaluga Zerpa1). Sin embargo, antes de profundizar en estos tres tipos de inteligencias en necesario comenzar por definir propiamente el concepto de inteligencia. La inteligencia humana, científicamente puede definirse como la capacidad de adquirir aptitudes físicas reales. Sin embrago, en el año 1960 el psicólogo británico Edward Vernon sugirió una clasificación de inteligencia basada en tres grupos: psicológicas, mostrando a la inteligencia como la capacidad cognitiva de aprendizaje y de relación; biológicas, al considerar la capacidad humana de adaptación a nuevas situaciones; así como, operativas, como algo que puede medirse mediante test o pruebas.
En la actualidad, no cabe duda que la definición más aceptada de inteligencia es aquella que la asocia con la capacidad de un individuo para resolver problemas. Además, la persona nace con una determinada inteligencia que desarrolla a lo largo de toda la vida acorde a sus actuaciones. Apoyado en estos planteamientos Howard Gardner, desde su modelo de inteligencias múltiples, define la inteligencia como la capacidad de asimilar, guardar y elaborar información. Facilidad para aprender, aprehender o comprender, percepción, intelecto e intelectualidad. Calidad o capacidad de comprender y adaptarse fácilmente. Capacidad para resolver situaciones problemáticas. Sin embargo, el mencionado autor enfatiza que el concepto de inteligencia como única competencia debe desaparecer. Los seres humanos tienen una gama de competencias, denominadas inteligencias, que existen en diferentes proporciones en distintas personas y que desarrollan a lo largo de toda la vida. Las personas poseen por lo menos ocho inteligencias diferentes, desarrolladas acordes con su dotación biológica, su interacción con el ambiente, así como la cultura en que crecieron y se desarrollaron (Gardner2).
En tal sentido, las inteligencias múltiples quedan estructuradas como un conjunto de capacidades que agrupan (Gardner2): visual-espacial, pensar y formar un modelo del mundo en 3D; lógico-matemática, utilizar el pensamiento para entender la relación causa-efecto en las personas y resolver problemas que requieran de la lógica y la matemática; musical, capacidad auditiva para llevar el ritmo, el tono y el timbre, logrando combinar diferentes instrumentos que suenen en correcta perfección; verbal-lingüística, utilizar el lenguaje oral y escrito para comunicar sentimientos; corporal-kinestésica, utilizar el cuerpo humano para resolver problemas; intrapersonal o emocional, tomar conciencia de sí mismo y conocer sus aspiraciones; interpersonal o social, sentir distinciones entre los demás; así como, naturista, poder percibir relaciones entre las especies. Sin embargo, los trabajos de Gardner3 fueron más allá cuando habla de una novena inteligencia; la inteligencia de las grandes preguntas. Cuando los niños preguntan el tamaño del universo, cuando los adultos meditan sobre la muerte, el amor, el conflicto y el futuro del planeta, se están ocupando de cuestiones existenciales, que a pesar de poder ser consideradas muy vastas o demasiadas infinitesimales están asociadas a su inteligencia.
Por otra parte, fueron Mayer y Salovey los primeros en plantear en 1993, que en la actualidad existe una clara distinción entre los modelos teóricos de inteligencia emocional de habilidad, orientados a las capacidades mentales del ser humano, que le permiten utilizar la información de sus emociones para mejorar el procesamiento cognitivo; así como, los modelos mixtos, que mezclan las habilidades mentales con los rasgos estables de comportamiento y variaciones de la personalidad. Por ello, definieron la inteligencia emocional como la capacidad para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud; acceder y generar sentimientos que faciliten el pensamiento; entender la emoción y el conocimiento emocional; así como, regular las emociones, promoviendo el crecimiento emocional e intelectual. (Mayer y Salovey4). Por otra parte, en el año 2010, Daniel Goleman retoma el concepto de inteligencia emocional, definiéndola como la capacidad de mantener la calma y dominar los impulsos, motivar a los seres humanos a perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, diferir las gratificaciones, regular los propios estados de ánimo, evitar que la angustia interfiera con las facultades racionales y en la capacidad de empatizar y confiar en los demás (Goleman5).
En este mismo orden de ideas, Karl Albrecht define la inteligencia social o interpersonal como una combinación de comprensión básica de la gente, una especie de conciencia social estratégica y un conjunto de habilidades para interactuar con éxito (Albrecht6). Tony Buzan, la define como la que permite crear capacidades para adentrarse en el modo de vida de la gente, apreciando en profundidad su comportamiento ante la sociedad (Buzan7). De igual forma, Daniel Goleman, expresa que es la que permite crear capacidades para que la gente coopere en el intento de comprender su comportamiento (Goleman8). Así mismo, la inteligencia práctica, es definida por Karl Albrecht, como la habilidad de razonar de manera estructurada y con sentido común para resolver problemas, resultando de mayor influencia la experiencia y el aprendizaje que el cociente intelectual (Albrech6).
Con base a lo anterior, e insertando las inteligencias en el desempeño del tutor virtual resiliente en el aula virtual en pandemia, es posible afirmar que poseer y desarrollar inteligencia emocional e inteligencia social le permite al tutor virtual, desplegar cualidades resiliente para cultivar emociones y relaciones positivas, como la solidaridad, la compasión, la empatía y el altruismo; desarrollar habilidades para proteger su integridad y la del colectivo; crear un comportamiento positivo frente a circunstancias difíciles; así como, entender e influir en la comunidad virtual de aprendizaje ante problemas que generen adversidad o calamidad. Además, desarrollar la inteligencia práctica, le permite comprender y resolver problemas de diversa índole; utilizar hábilmente la información que disponen y guiar con ella sus pensamientos y acciones; elegir objetivos, elaborar proyectos y organizar la acción para realizarlos; así como, reconocer y sacar beneficios de los propios errores, estando dispuesto a rectificar y salir adelante con creatividad en la búsqueda de las mejores soluciones.
Pero, no es menos cierto que el tutor virtual resiliente necesita ser creativo, para descubrir metas, resolver problemas, inventar salidas cuando parece que no las hay, evitar la rutina, el aburrimiento o la desesperanza, desarrollando ideas nuevas, resolver problemas de manera original, destacando todo lo que se refiere a la imaginación, conducta y productividad (Teijero9). Además, necesita ser espiritual, logrando el estado de relajación que le permita activarse, perder el miedo, bajar los niveles de estrés, siendo capaz de enfrentar la vida, asumir riesgos, vivir, sentir y brindar placer a sus semejantes, convirtiéndose en un ser humano creativo, eminentemente inteligente y sobre todo eminentemente espiritual (Teijero10). Por ello, el tutor virtual resiliente, debe tener la capacidad de enfrentarse a la adversidad, siendo proactivos y buscando soluciones creativas, además de ser capaces de mantener un comportamiento elevado y ético por encima de su ego, extrayendo de sí mismo su sabiduría y compasión, para mantener la paz interior y exterior independientemente de las adversidades.
Sin embargo, las cualidades del individuo resiliente incluyen, además la auto- eficacia, la auto-disciplina y los modelos mentales flexibles (Pittaluga Zerpa1). La auto-eficacia, se corresponde con el papel que juega el pensamiento auto-referente en la regulación de la conducta humana, a través de criterios internos y en el desenvolvimiento psicosocial del individuo, su auto-conocimiento y capacidad para enfrentar los diferentes desafíos del devenir de su existencia (Bandura, citado por Pittaluga Zerpa1). La auto-disciplina, es el conjunto de patrones de pensamiento y conducta que un individuo cultiva para lograr objetivos ante situaciones desafiantes. (Pittaluga Zerpa1). De igual forma, los modelos mentales flexibles permiten determinar la percepción que tiene una persona acerca su capacidad para identificar, describir, buscar alternativas de solución, seleccionar las estrategias más convenientes, así como ponerlas en práctica y evaluar los resultados.
Finalmente, es posible afirmar que las inteligencias asociadas al modelo conductual del tutor virtual resiliente en el aula virtual quedan establecidas como: inteligencia emocional o intrapersonal, inteligencia social o interpersonal, inteligencia práctica, inteligencia creativa e inteligencia espiritual. Sin embargo, el tutor virtual resiliente, además, de estas inteligencias necesita desarrollar un pensamiento auto-referente que le permita regular su propia conducta, poseer criterios propios y desenvolverse socialmente, para enfrentarse a desafíos que le resulten adversos. Además, requiere ser auto-disciplinado, desarrollando patrones de pensamiento y conducta de estricto cumplimiento hacia los objetivos y metas que se propone alcanzar, así como utilizar modelos mentales flexibles para determinar la percepción que tiene acerca de un problema, su capacidad para identificarlo y resolverlo. Todo lo anterior, conduce a un tutor virtual resiliente, que ante situaciones adversas va relacionando pensamientos y experimentando una especie de modificación estructural-cognitiva, que le permite combinar las inteligencias de su modelo conductual, con su auto-eficacia, auto-disciplina y sus propios modelos metales flexibles, para explicar y argumentar ideas, trasladando a nuevos contextos los conocimientos previos que posee, con flexibilidad en la búsqueda de la mejor solución hacia el logro del aprendizaje significativo en sus estudiantes.
Bibliografía
1Pittaluga Zerpa, Carlos José, Liderazgo resiliente. La innovación en entornos adversos, Caracas, Editorial Galac Cambiando paradigmas, 2013.
2Gardner, Howard, Estructuras de la Mente, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 2000.
3Gardner, Howard. Mentes flexibles. México D.F., Planeta, 2005.
4Mayer, John y Salovey, Peter, "The intelligence of emotional intelligence". En Revista Intelligence, Vol. 17, p. 433 - 442. 1993.
5Goleman, Daniel, La Inteligencia Emocional, México D.F., Zeta, 2010a.
6Albrecht, Karl, Inteligencia Social. La nueva ciencia del éxito, Barcelona, ZETA, 2007
7Buzan, Tony, El poder de la Inteligencia Social. 10 formas de despertar tu genio social. Madrid, Ediciones URANO, S.A., 2008.
8Goleman, Daniel. Inteligencia Social, Barcelona, Kairos, 2010b.
9Teijero, Sergio. Múltiples inteligencias para la gerencia organizacional. Una visión empresarial para las organizaciones del siglo XXI. 2016. Edición propia en formato electrónico. Liberado en Saber UCV. Repositorio Institucional de la Universidad Central de Venezuela. Disponible en: http://saber.ucv.ve/handle/123456789/13990.
10Teijero, Sergio. Inteligencia Espiritual. La suprema de las inteligencias. Edición propia en formato electrónico, Liberado en Repositorio Institucional de la Universidad Central de Venezuela Saber UCV, 2016. Disponible en: http://saber.ucv.ve/handle/123456789/13223 (consultado el 16 de octubre de 2020).