El nuevo ministro del Poder Popular para la Industria Mayor General Wilmer Barrientos tiene un desafío en Guayana:
De las recientes designaciones anunciadas por el presidente Nicolás Maduro, en el marco de la reestructuración de su gabinete ministerial, hay que hacer especial énfasis en el nombramiento del Mayor General Wilmer Barrientos, como Ministro del Poder Popular para la Industria, por tratarse de un hombre cuya trayectoria profesional le ha permitido ejercer altos cargos públicos, tanto en el estamento militar como en ámbito civil, lo cual le da la experiencia gerencial para afrontar el difícil e importante reto que tiene que asumir desde este ministerio.
Tales consideraciones las hacemos en razón a que el ministro Barrientos asume esta cartera con un parque industrial en el suelo, cuyas empresas en su gran mayoría se mantienen gracias a la renta petrolera, lo cual dista mucho de las buenas intenciones de nuestro comandante supremo Hugo Chávez Frías, que soñaba en transformar a Venezuela de un modelo rentista a un modelo social productivo. Asimismo, en el escenario laboral de las empresas adscritas a su ministerio, le tocara enfrentar altas conflictividades laborales producto de demandas reivindicativas de los trabajadores. Desde el punto de vista gerencial tiene que poner el acento en una política de adecentamiento gerencial toda vez que se han denunciado frecuentemente casos de corrupción y hasta manejos mafiosos en el ejercicio gerencial de muchas empresas.
Es notorio y publico la profunda crisis productiva y financiera por las cuales atraviesa las empresas básicas de Guayana, al extremo que se han mantenido operativas gracias a los auxilios financieros que le han aportado el ejecutivo nacional. Sin embargo consideramos que, dada la cada vez más delicada realidad de estas empresas, el recién designado ministro debe acompañarse de un equipo calificado técnicamente y comprometido con su recuperación; a los efectos de que se haga un diagnostico de la situación real de las mismas, para que luego este diagnostico sirva de insumo en la implementación de un plan real, viable y efectivo para la recuperación productiva, financiera y sostenible de las empresas que conforman el parque industrial de Guayana. Por ejemplo en las empresas del sector aluminio, en este caso nos referimos a Bauxilum, Venalum y Alcasa, el año 2013 cerró la producción con los siguientes números: CVG Bauxilum con 560 mil toneladas de alúmina, que de una capacidad instalada de 2 millones de Ton representa solo un 28%; CVG Venalum con 130 mil toneladas de aluminio primario con 267 celdas operativas de 905 en total, lo cual representa escasamente el 30% de las 430 mil ton que es su capacidad instalada, y CVG Alcasa con 40 mil toneladas, que apenas representa el 20 % de su capacidad instalada.
En el caso del sector hierro y acero, la situación es similar al sector aluminio, y si vemos los proyectos banderas en la política industrial de nuestro comandante eterno, como son las EPS, entre ellas: Siderúrgica Nacional ABREU DE LIMA, Fabrica de Tubos TAVSA, SERLACA, Aceros del Alba y Fabrica Nacional de Perfiles y Rieles, observamos que todas presentan un pronunciado retraso en su ejecución y culminación, incluyendo algunas cuya construcción se encuentra paralizada.
Bajo el anterior escenario, ciudadano Ministro, no es difícil observar que la situación del complejo parque industrial de Guayana con todas sus empresas Básicas, requiere de decisiones efectivas, inmediatas, concertadas y equilibradas que permitan enrumbar a estas empresas por un camino productivo; demás está decir que en casi todas las empresas básicas se acaban de acordar importantes beneficios en el marco de la convención colectiva, entonces la pregunta que nos hacemos es: ¿Cómo se van a honrar los compromisos? Si la situación operativa y financiera de las empresas no lo permiten. Es necesario entonces que el gobierno asuma con carácter de problema de Estado la situación de las empresas a los efectos de que en un futuro no muy lejano sean autosustentables. Sabemos que el Presidente Nicolás Maduro en mayo del 2013 cuando se presento en CVG Alcasa, se comprometió a subsidiar los contratos colectivos por espacio de dos (2) años, pero eso no implica que en ese termino de tiempo las empresas sean autosustentables y por ende no sigan dependiendo de las arcas del petróleo; entonces esa situación la debe tener clara el nuevo ministro que va a asumir los destinos de estas empresas del Estado.
Queremos por último, darle la bienvenida y desearle los mejores éxitos en tan estratégico, importante y delicado reto, pues su éxito será el éxito de todos y sobre todo le dará fuerza al legado de nuestro comandante supremo Hugo Chávez Frías en la búsqueda de la transformación del actual modelo económico de Venezuela.