El problema no es Ramírez, es la social-democracia

El escenario actual –septiembre de 2014- no es inédito. Los intrincados análisis de cómo resolver lo macro, tampoco son nuevos. En los últimos cincuenta años ministros adecos y copeyanos se batieron en discusiones eternas acerca de cómo salir de la crisis que parecía no terminar jamás.

Los estudiosos de la economía sabían que los programas de gobierno ofrecidos reiterativamente por ambos partidos, se parecían como dos gotas de agua en la premisa fundamental “Pueblo todo lo que pidas, se te dará” (a). Las expectativas infinitas e insaciables del país pequeño saudita, forjaron una psiquis colectiva que era, es y será económicamente insostenible.

La socialdemocracia para no perder ni un solo voto, tiene los siguientes dilemas: ¿Cómo hacemos para repartir la renta si la burguesía quiere más, la clase media quiere más y las grandes mayorías desclasadas quieren y necesitan más? Este dilema ha sido resuelto de la misma manera en varias oportunidades: endeudarse externamente para poder complacer a casi todos.

Pero los préstamos no son infinitos ni gratis, hay que pagarlos más tarde o más temprano, con petroleo o con dólares. La contradicción inicial se agrava al tener que repartir la renta entre cuatro actores voraces: la burguesía transnacional, la burguesía nacional, la clase media y los pobres. Nos atrevemos a decir que ningún ministro encargado del reparto de la riqueza petrolera, quedará bien parado mientras esté jugando el juego socialdemócrata, no importa cuanta buena voluntad o preparación tenga. Cuando favorezca momentáneamente a algún actor en detrimento de otro “se le trancará el serrucho”.

Si deja de pagar la deuda externa –o de atender a la burguesía trasnacional- el prestamista se encargará de echar por tierra todos los índices de prestigio y confianza del sistema financiero venezolano. Gritarán en cuanta palestra internacional exista, que somos un país mala paga y desde “el chivo que más mea” hasta el que menos puja echará una lombriz convirtiendo todos sus bolívares en dólares y si puede, los sacará del país ayudando a desfalcar las arcas nacionales.

Si deja de asignar divisas baratas a la burguesía nacional en toda la magnitud que ellos esperan, estos se encargarán de paralizar las empresas privadas que sostienen el pequeñísimo sector industrial que opera en el país aumentando así el desempleo. También dejarán de importar las millones de cosas a las que estamos acostumbrados, sin las que perfectamente podemos vivir, pero que anhelamos como que fuesen de vida o muerte. Sin hablar de la especulación en los comercios, el acaparamiento y la extracción.

Si deja de dar los dólares a la clase media para que compre con sus tarjetas de crédito o viaje al menos dos veces al año al extranjero, se encargarán de atiborrar cada periódico o red social con sus comentarios quejumbrosos de cómo “la vida ha dejado de tener sentido” y de cómo el país “ya no vale la pena”.

Si deja de asignar dinero a las masas pobres del país, o lo que llaman inyectar recursos al sistema de misiones, pues sencillamente baja el nivel de consumo a niveles mínimos y las consecuencias de los niveles de miseria, delincuencia, descontento y protestas no se hacen esperar. Las masas electoras se retiran de la opción de gobierno, sin saber que unos nuevos gobernantes se enfrentaran a las mismas contradicciones “que si quieres que te cuente el cuento del gallo pelón”.

La socialdemocracia es entonces un sistema fallido, un sistema sin salida y sin solución, no importa que el ministro sea verdiblanco o rojo, si es socialdemócrata. Podemos resumir sus contradicciones -que finalmente son contradicciones ideológicas- en cinco puntos:

1) La socialdemocracia intenta repartir la renta petrolera de forma pacífica entre actores irreconciliables. Unos intentando captar la renta para acumularla, vivir del lujo y ostentar símbolos de opulencia material; mientras que otros intentan captarla para sobrevivir aspirando a un pequeño sueldo o a algún micro-crédito. Este aparente reparto neutral de la renta, no elimina, ni disimula, la lucha entre ambas clases.

2) La socialdemocracia ahoga las luchas humanas de gran envergadura, al intentar convencer a las masas de que los aumentos de sueldo son la principal y única conquista a alcanzar. De esta forma en las épocas de “vacas flacas” la masa reclama su presea prometida a través del saqueo violento o del voto castigo.

3) El Estado socialdemócrata o el gobierno atrapado en las ideas adeco-copeyanas, debe proteger a la burguesía, de no hacerlo la burguesía chantajea con los métodos anteriormente comentados. Al proteger la burguesía, el gobierno socialdemócrata abandona su máxima de “gobierno del y para el pueblo”. En su disimulo entrega cuantiosas cantidades de dinero en micro-créditos para pequeños emprendedores, que muestran su incapacidad de supervivencia en un ambiente nacional capitalista y que finalmente es un mecanismo de derroche innecesario (b).

4) Los dirigentes socialdemócratas venezolanos deben olvidar voluntariamente la gesta del 4 de febrero de 1992, donde Chávez irrumpió en la escena política para demostrar que el sistema de reparto pacífico de la renta entre clases antagónicas, era imposible, insostenible e inmoral.

5) Los gobiernos socialdemócratas no pueden impulsar un cambio cultural ni educativo, pues la protección del “empresario” debe proteger al mismo tiempo la cultura del consumo, el mercado y los fetiches. Sus propuestas en ese sentido solo llegan a llamados a “bajarle dos al consumo” o jornadas de ecologismo inocuo.

6) La socialdemocracia no puede internacionalmente enfrentarse al capitalismo, pues en su afán de endeudarse, su discurso pierde combatividad. Apenas se acerca a un dialogo “pluripolar”, donde por ejemplo funda un fondo de emergencia Unasur-BRICS y luego esta medida es aplaudida y apoyada por el FMI o capitalismo “malo”(c).

Hoy la discusión se da entre fracciones dentro del Gobierno Revolucionario, fracciones que defienden salidas capitalistas cruentas en el corto plazo o capitalistas cruentas en el mediano plazo. Ambas fracciones repiten el ciclo de la cuarta república, regresan a las mismas discusiones sobre a quién debe entregarse la mayor tajada de la renta para seguir jugando a la socialdemocracia fallida. Ambas fracciones niegan las causas de la aparición de Chávez.

Necesaria es la aparición de una tercera fracción que comprenda que el pueblo apoyó a quien lo convocó a luchar contra su enemigo espoliador, a quien lo convocó para decirle al amo grande que olía a azufre, para resistir al amo nacional que le secuestraba la petrolera, que motivó a resistir la tormenta capitalista cuando eso implicaba cocinar con leña o caminar largos trechos cuando los meritocratas escondieron el gas y la gasolina.

¿Por qué ese pueblo seguía apoyando electoralmente a Chavez, incluso en las adversidades? Será que cuando al pueblo lo convocan a cambiar el mundo, es capaz de grandes proezas? Será que si le explican que un reparto más justo, tiene consecuencias que pueden sobrellevarse siempre y cuando la recompensa sea una sociedad más humana? Será que lo incuantificable no está siendo cuantificado en los proyectos en pugna dentro de la revolución?

Esperamos aun por la aparición de una tercera fracción dentro del gobierno, dispuesta a superar la socialdemocracia, esperamos por la fracción socialista.

2-9-2014

Trincheraderosas.blogspot.com / @TrincheraDRosa trincheraderosas@gmail.com

Fuentes y pie de página:

a) Purroy, Miguel Ignacio (1983) Economía: el programa del FMI.

El economista recién había llegado al país después de graduarse en la universidad de Hamburgo, escribió este ensayo como parte de una asesoría donde intentaba responder con bases teóricas, acerca de cuál programa de gobierno propuesto por los partidos políticos dominantes de la época era mejor, si el del partido socialdemócrata acción democrática o el del partido social cristiano copei. Eran las vísperas de las elecciones presidenciales de 1983, luego del viernes negro o devaluación de la moneda aplicada por el presidente Luis Herrera Campins. Purroy se ha desempeñado como profesor universitario y como banquero privado en Venezuela.

http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1983459_390-393.pdf
http://www.redeconomia.org.ve/redeconomia/portal_redeconomia/app/vista/ficha_investigacion.php?id_detalle=763

b) Piñerua Ordaz, Luis (1991) ¿Qué partido? ¿Qué proyecto? ¿Qué organización? En este ensayo escrito por el destacado socialdemócrata venezolano, hace un breve balance de las políticas aplicadas por su partido en el marco del 50 aniversario de acción democrática: …“erramos el rumbo de la ejecución del programa de industrialización…nos supusimos aptos para producir todo lo que consumimos dando lugar con ello al afloramiento (con el beneplácito del Estado munificente que facilitó irresponsablemente créditos a granel a falsos emprendedores) de millares de empresas marginales que por sus elevados costos de producción , al tiempo arruinaban…terminaron convirtiendo en vulgar chatarra gran parte de nuestro flamante parque industrial, con su secuela natural de desempleo”…

http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1991538_342-347.pdf

c) Maduro: Brics-Unasur conforman una nueva alianza en la geopolítica mundial http://saopaulo.consulado.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=82%3Amaduro-brics-unasur-conforman-una-nueva-alianza-en-la-geopolitica-mundial&catid=1%3Acontenido-consulado&lang=pt


Declaración de la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, sobre la Cumbre de los BRICS Comunicado de Prensa No. 14/349 (S) 16 de Julio de 2014 http://www.imf.org/external/spanish/np/sec/pr/2014/pr14349s.htm


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Rosa Natalia

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