En un encuentro informal con el camarada Fernando Travieso, conversamos sobre la situación en general y en particular sobre el petróleo y lo que mueve las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos con sus adláteres europeos a la zaga, lo que a ellos les interesa para ese pretendido y extensivo dominio unipolar es contar con el recurso para soliviantar de algún modo la critica situación en sus cuentas nacionales: déficit y deuda.
Esas recomendaciones me sirvieron para ver las cosas desde otra perspectiva, es decir, como sabemos la economía es la expresión de recursos limitados y necesidades ilimitadas, es una definición clásica que recoje en pocas palabras y de manera ejemplar de lo que está ocurriendo en el mundo y nos deja un halo de preocupación, porque seguros estamos que la capacidad militar de USA significa el uso de la fuerza para lograr objetivos, lo vemos en Ucrania, que cada vez más recibe el apoyo ya casi que descarado, a pesar que el gobierno de Kiev pierde el apoyo del pueblo; lo que ocurre en Medio Oriente, en Siria, Irak, Libia, en Africa y las migraciones constantes hacia países europeos, son todo causa del mismo efecto producido por intervenciones que persiguen el dominio sobre un mundo en situación de una especie de guerra prolongada no anunciada.
Por otra parte, la manera reactiva como comienzan a actuar en Latinoamérica y en especial Venezuela y Ecuador que por casualidad tienen petróleo, pretenden desestabilizar a gobiernos electos democráticamente lo cual poco les interesa, produciendo a través de los medios de comunicación de la burguesía una guerra mediática combinada ahora con guerra económica y comercial afectando deliberadamente las cadenas de distribución más no la producción.
Es a partir de todo esto, que la conseja dictada por Fernando, me pareció acertada y necesaria en estos momentos de incertidumbre, donde aparentemente la derecha trata de agruparse para contrarrestar los “efectos perversos” de los gobiernos progresistas que han llevado al pueblo a la inclusión y mejoras sociales a partir de la inversión social, pero sobre todo a valorar el sentido de patria y soberanía.
Pues bien, hagamos del petróleo el tema a divulgar en aras de alcanzar la realidad que sirva de insumos a las políticas de los gobiernos, a cuyo efecto se hace necesario divulgar y mil veces divulgar, porque tenemos que defender nuestros recursos y utilizarlos en función de las grandes mayorías que comprenden en esta hora que la lucha no es nada fácil y empoderarnos en la defensa del petróleo nos convertirá en excelsos luchadores para resguardar el legado del comandante eterno.
La lucha para transformar la sociedad pasa por apertrecharnos con las ideas y estas convertirlas en armas para lo que seguramente vendrá, que es la defensa de la patria en cualquier circunstancia y por ello y para ello, la conciencia nos brindará la gran diferencia en alcanzar las metas y objetivos trazados en el Plan de la Patria.
Simultáneamente, apuntalar en lo interno la economía, de tal manera que podamos realizar sin tropiezos la defensa férrea de nuestro petróleo.
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