Durante el siglo XX, la industria eléctrica de Venezuela estuvo dentro de las más desarrolladas e importantes de América Latina. La electrificación se inicia en la ciudad de Maracaibo, en el año 1888 con la empresa "Maracaibo Electric Light Co" inicialmente propiedad de inversionistas zulianos que operan bajo licencia de la estadounidense "Edison Illuminating Company", fundada en 1880 por Thomas Edison. Maracaibo fue, después de Buenos Aires, la segunda ciudad de Sudamérica en contar con alumbrado público (Tellería, 2014). En 1895, se funda la empresa "Electricidad de Caracas (EDC)". La EDC instaló en 1897 una pequeña central hidroeléctrica en "El Encantado" que fue la primera hidroeléctrica con corriente alterna en América Latina y la segunda de este tipo en todo el continente americano (Massabié, 2008). La planificación centralizada de la electrificación del territorio nacional permitió que, en el año 1978, el 77% de la población venezolana tuviera acceso a la electricidad, posicionando al país en el primer lugar de cobertura eléctrica en toda Latinoamérica para ese momento (Tellería, 2014).
Antes de la fusión de todas las empresas eléctricas regionales, en el año 2010, la mayor parte de las empresas, aunque contaban con algún capital privado, eran públicas, es decir, el estado se reservaba la mayoría accionaria en casi todas ellas, de tal manera que la gestión pública del servicio eléctrico en estados como Zulia, Lara y Distrito Capital estaba dentro de los de más alta calidad, en toda América Latina. La calidad de los ingenieros electricistas y mecánicos de Venezuela era, a finales del siglo pasado, ampliamente reconocida y proyectos como la electrificación del Caroní (represa del Guri) y las líneas de transmisión en alta tensión (765 kV) que surcan el territorio nacional desde el extremo oriente hasta centro-occidente, habían conferido a la industria eléctrica venezolana un alto prestigio internacional. Entonces, ¿Como hemos llegado a esta debacle?
El fracaso del modelo centralista de Corpoelec ¿Empresa Socialista?
La centralización y fusión de empresas regionales de servicio eléctrico como Enelven, Edelca y Electricidad de Caracas con empresas como Cadafe o Eleoriente ha provocado un colapso organizacional desbordante. La pésima gestión del cambio llevada a cabo por funcionarios sin ninguna preparación técnica, como el ex presidente de Corpoelec Ing. Argenis Chávez o el actual ministro, y al mismo tiempo presidente de Corpoelec, MG Luis Motta Domínguez, han conducido a un malestar entre los trabajadores de nivel profesional, medio y de alta jerarquía que ha sido corrosivo en todos los niveles de esta nueva empresa burocratizada y centralista. Empresas como la zuliana Enelven, que tenía uno de los más altos estándares de calidad del servicio eléctrico en América Latina, pasaron a ser foco de malestar para todos los habitantes de esa región que padecen apagones e interrupciones en el servicio eléctrico casi diariamente, en una tendencia claramente decadente y absolutamente inocultable.
Año tras año, el parque termoeléctrico decae en su capacidad de generación debido al déficit de mantenimiento e inversión. Las tarifas son claramente insuficientes, la recaudación es ineficiente (hay un 30% de fraude en la facturación), el cacareado proyecto de los nuevos medidores y la llamada "generación distribuida" han sido un fiasco para la República y la gerencia técnica de los procesos de generación, transmisión, distribución y comercialización al nivel central, al nivel del Ministerio de Energía Eléctrica, ha sido incompetente e indolente, provocando frustración y malestar. Los gerentes regionales de las centrales de generación de electricidad no tienen como responder a las necesidades reales de sus plantas, debido a lo lento e ineficiente de la macro-encefálica burocracia central de la ciudad capital del país. Es cierto que hubo un desgaste en la inversión en la industria eléctrica durante la última década del siglo pasado, por parte de los gobiernos de la IV república, y que eso estuvo estrechamente relacionado con el hundimiento de los precios petroleros y un interés en la privatización, pero la situación actual del sector eléctrico es absolutamente injustificable e independiente de esa realidad previa.
El ex Ministro de Energía Eléctrica Alí Rodríguez Araque fue enfático en la necesidad de que Corpoelec y el MPPEE estuvieran desconcentradas, sin embargo, los posteriores bi-funcionarios, Presidentes de Corpoelec y Ministros: Héctor Navarro, Argenis Chávez, Jesse Chacón y Luis Motta, han hecho exactamente lo contrario a esto. En favor de sus cuotas personales de poder han centralizado al extremo todos los procesos de la industria (generación, transmisión, distribución y comercialización). Una industria que maneja miles de millones de dólares anuales en compras al extranjero y que debe ser regulada y controlada muy de cerca por los poderes públicos. Pero ¿Cómo puede hacerse seguimiento y control a las inversiones en esta industria si el presidente de Corpoelec ha sido siempre el mismo Ministro de Energía Eléctrica? ¿Quién regula y quien presta el servicio? ¿Los mismos que regulan desde el Ministerio de Energía Eléctrica son los mismos que prestan el servicio, hacen las compras y auditan las mismas? La consecuencia de esto es el desastre energético en el que nos ha hundido la burocracia, incapaz y centralista del MPPEE (La crisis eléctrica venezolana y la burocracia central http://www.rebelion.org/noticia.php?id=212374 ).
Corpoelec nunca ha sido una empresa socialista pues ha estado controlada rígidamente y ciegamente, por una burocracia central indolente, desconocedora del sector eléctrico venezolano, paracaidistas en la realidad energética del país, ineficiente y en algunos casos vinculada a escándalos de corrupción. La idea de una empresa eléctrica socialista, visualizada por Hugo Chávez y Alí Rodríguez Araque, nunca fue promovida Héctor Navarro, Argenis Chávez, Jesse Chacón y Luis Motta. El llamado "Modelo de Gestión Socialista" del servicio eléctrico que se estableció en la Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico", nunca ha sido aplicado. La vocación de servicio y calidad técnica de los ingenieros venezolanos, en cuanto a nuestra industria eléctrica, ha sido claramente menospreciada aplicandoles bajísimos salarios aprobados por bi-funcionarios del ministerio de energía eléctrica y Corpoelec (son siempre la misma cosa). La diáspora de ingenieros venezolanos es alarmante, sin que el gobierno nacional siquiera se inmute ante esta escandalosa realidad. De nada sirve invertir ciegamente a través de funcionarios incapaces, ministros absolutamente ignorantes de la realidad eléctrica del país, como los que han quedado mayoritariamente al mando de nuestra industria eléctrica. Por más que se invierta dinero, todo se pierde en compras inútiles y poco efectivas.
El modelo de empresas regionales de servicio eléctrico
Se propone establecer un modelo de empresas eléctricas regionales con capital financiero mayoritario en manos de gobernaciones, alcaldías u otras instancias del poder popular y alguna participación de capital privado nacional venezolano. Cada empresa regional tendría libertad de establecer sus tarifas de acuerdo con sus costes de generación, operación y mantenimiento de los sistemas de transmisión y distribución. Esto actualmente no es así, hoy eso lo fijan unos "sabios" en Caracas, sin ninguna consideración de las realidades locales y regionales de cada estado (¿Modelo de gestión socialista? ¿Participativo?). El ministerio de energía eléctrica debe pasar a ser un ente regulador y planificador del servicio eléctrico a escala nacional. Todas las empresas eléctricas regionales habrían de rendir cuentas de la calidad del servicio eléctrico prestado al MPPEE y sería éste ministerio la instancia de apelación, por parte de los usuarios, cuando sus demandas de mejora en la calidad del servicio eléctrico no fueren atendidas ¡Actualmente no es posible que sea así porque solo hay una sede del MPPEE en Caracas! (¿Modelo de gestión socialista?). El MPPEE debe encargarse únicamente de la planificación central de la expansión del servicio eléctrico y las políticas públicas en materia de electricidad en el país, así como de la fiscalización de la calidad del servicio y cumplimiento de las normativas ambientales, técnicas y comerciales por parte de las empresas regionales de servicio eléctrico (¿No es evidente que esto debería ser así y no lo es?)
#ECOnstituyente
El sistema eléctrico nacional debe cumplir con los lineamientos estratégicos de la nación que establecen claramente la necesidad de la promoción de las energías renovables. Actualmente, los parques eólicos de La Guajira y Paraguaná se encuentran abandonados, oxidándose, desmantelándose y sin generar ni un solo kilovatio-hora a los usuarios del servicio ni en Zulia ni en Falcón, respectivamente ( "Burocratismo extractivista sabotea a las energías renovables en Venezuela" http://rebelion.org/noticia.php?id=216859 ). Por el contrario, el país ha incrementado la generación eléctrica con fuentes contaminantes como el gasoil y aún se pretende generar electricidad con carbón en el estado Zulia, lo que sería absolutamente contrario a los lineamientos generales de desarrollo del sector eléctrico nacional, La Ley Plan de la Patria y la Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico ( "El abandono de los proyectos de energías renovables en Venezuela" https://www.aporrea.org/tecno/a231568.html )
Proponemos establecer con rango constitucional que no sea posible que las actividades de generación, transmisión, distribución y comercialización sean controladas por una única empresa ni pública ni privada, en todo el nivel nacional. Por el contrario, estos servicios deben ser desconcentrados en empresas que respondan a la realidad energética territorial de cada región en función de promover Territorios Energéticamente Sustentables y/o Autónomos ("Eco-socialismo y territorios energéticamente sustentables" http://rebelion.org/noticia.php?id=205875 ). Se debe acercar el poder decisorio de las empresas eléctricas a los usuarios, es decir, que los gerentes y directores de las empresas eléctricas sean sus mismos usuarios y no debe seguir blindado en manos de unas personas que desde la capital del país son absolutamente indolentes y ajenas a la realidad que se vive en los estados económicamente más productivos e importantes del país.
Debe acabarse con la inmoralidad de que el mismo ministro de energía eléctrica cobre y se dé el vuelto, como ministro y presidente de Corpoelec. Es decir, como prestador del servicio y como regulador de calidad del servicio que se presta ¿Qué sentido tiene esta aberración? Debe establecerse con rango constitucional que ningún funcionario puede ejercer funciones en una empresa de servicio eléctrico (o cualquier otro servicio público) y al mismo tiempo en el ente rector y/o regulador de la calidad del servicio eléctrico (o de cualquier otro servicio público), esto ha provocado un deterioro acelerado en la calidad del servicio y puede conducir a graves abusos y atropellos contra los usuarios, sin profundizar en la carta blanca que esta situación confiere a los funcionarios inescrupulosos y corruptos que tristemente abundan en la administración pública rígida y miope de nuestra burocracia centralista.
Desde el estado Zulia, avanzamos en propuestas concretas, como ésta y otras, para la superación de esta situación tanto a nivel regional como nacional a través del foro #ECOnstituyente (http://econstituyentevzla.blogspot.com/ ). Se han realizado foros, mesas de trabajo y reuniones con diferentes sectores de nuestro estado Zulia con la finalidad de avanzar en una propuesta a la Asamblea Nacional Constituyente para superar esta decadente situación en nuestro sistema energético y garantizar un nuevo modelo sustentable de aprovechamiento de la energía a nivel tanto ambiental y social como económico, a través del establecimiento de Territorios Energéticamente Sustentables (TES).