Lecciones aprendidas, refinación de gasolinas: no volver a tropezar con la misma piedra

Ante la seguridad que tengo del reinicio en pocos días de las operaciones en nuestras refinerías, que hasta hoy se mantienen paralizadas, es necesario hacer las siguientes reflexiones:

Como consecuencia de la aplicación del bloqueo económico y ampliación de sanciones económicas Estadounidenses, sobre nuestra industria petrolera, es obvio entender las consecuencias catastróficas sobre la operatividad de la industria petrolera. Pero de nuestra parte, debieron concebirse estrategias que minimizaran o neutralizaran los efectos dañinos de las sanciones. No se contó y pareciese no contarse aún, con alguna que sirva de muro de contención para proteger nuestra industria. Hasta el momento, solo se han señalado y acusados Expresidentes y altos Gerentes de PDVSA como responsables de estas fallas y omisiones, que provocaron el colapso en la industria de refinación.

Es importante aclarar, que cuando se definen planes de mantenimiento de refinación, se considera y visualiza el conjunto de las plantas y no por separado. Gravísimo error no considerar esto último. Como profesional y técnico de muchos años en la industria, puedo afirmar que las explicaciones dadas por diferentes voceros de PDVSA, andan saltando por las ramas. Todavía no se han enumerado los causales tecnológicos, el destino de los recursos aprobados para estos planes si los hubo, las limitaciones financieras a que fueron sometidos los diferentes proyectos de mantenimiento que finalmente provocaron la paralizaron paulatina de los procesos de refinación.

Se vienen escuchando estrategias, propuestas o mejor dicho rumores, en cuanto a la participación o intervención en nuestras refinerías de empresas o capitales Chinos, Rusos y ahora Iraníes. Se debe dejar bien claro, que la misma debe entenderse como capitales necesarios o requeridos por nuestra industria. Nunca como una aceptación tácita de una pérdida de nuestras capacidades técnicas y tecnológicas en materia petrolera. Dicho de otra manera, Venezuela cuenta con un capital humano ocioso, que solo espera del llamado de la industria para incorporarse en las diferentes tareas que requiera el manejo confiable de actividades tan delicadas y complejas de los procesos petroleros.

Por otra parte, deben ponerse de relieve otras aristas del problema que hasta ahora no se han puesto en el tapete. Me refiero a los mecanismos de dependencia tecnológica que atan y subordinan a PDVSA al uso de normas internacionales, la casi totalidad de ellas de origen Norteamericano. Actualmente, la Fabricación y suministro de equipos petroleros, deben estar certificados por Normas y Estándares creadas por nuestro verdugo. Esto no es tolerable. Pronto debe iniciarse un proceso de descolonización tecnológica, que conduzca a nuestro país a generar nuestras propias normas y estándares de fabricación en todos los ámbitos y quehaceres.

Un solo caso muestra el tamaño del problema, y lo expondré en los siguientes términos: La Industria Petrolera, ha pagado y creo siguen pagando primas de seguros para cubrir los riesgos en sus instalaciones por accidentes y catástrofes, que eventualmente puedan ocurrir. Una de las condiciones que exigen estas compañías de seguros es nada menos que exigirle a PDVSA que los equipos estén fabricados bajo especificaciones Americanas. Esto no es más que una vergonzosa y aborrecible práctica de Colonialismo tecnológico y tiene que revisarse. Es conocido que después del accidente que provocó la explosión en Amuay, las aseguradoras no cumplieron con sus obligaciones y no asumieron los costos de reparación, aún cuando durante muchos años PDVSA transfirió por concepto de primas grandes capitales a estas Aseguradoras. Se hace necesario discutir y elaborar un paquete de propuestas para ser elevadas a la consideración del presidente Maduro, para que se tomen las decisiones políticas a que dieran lugar.

Finalmente, NO VOLVER A TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA, una vez reiniciado las operaciones de refinación, se debe dejar establecida una estrategia que garanticen los cuantiosos recursos necesarios para el financiamiento de las operaciones y la continuación de los planes de mantenimiento. De no ser así, significa en breve plazo el reinicio de un nuevo un ciclo de desgastes y desmantelamiento de las instalaciones. Sin considerar el rezago tecnológico por la no renovación e incorporación de nuevas tecnologías. De ocurrir esto, no estaríamos ante el delito de Peculado Doloso y Enriquecimiento Ilícito, con que han sido acusados los exfuncionarios de PDVSA. En este caso, se estaría fraguando delitos de traición a la patria.



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Rafael Montes


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