Señora
Michelle Bachelet
Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas
C/c
Nicolás Maduro
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Juan Guaidó
Vocero de los partidos de la oposición no representada en la Asamblea Nacional
Distinguida Alta Comisionada:
Como usted sabe y ha denunciado permenente y consistentemente a través de los informes de su Oficina, en Venezuela padecemos una violación masiva y sistemática a los derechos humanos: no sólo los derechos humanos propiamente tales: la vida, la integridad física, la libertad, ni sólo los derechos
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políticos y civiles, sino también, y de muy especial manera, los derechos económicos y sociales. Esto es así debido a la conjunción de dos factores fundamentales: por un lado, una política económica equivocada, estatista, rentista y populista de muy larga data, pero impulsada con aún mayor fuerza durante las dos últimas décadas, y, por el otro, las "sanciones" económicas y financieras principalmente de Estados Unidos contra mi país, que, como usted ha señalado con acierto, agravan una crisis pre-existente. El informe de la Relatora Especial sobre DDHH enviada por el Consejo de DDHH de la ONU, Alena Douhan, ha usado el verbo exacerbar: está claro que sólo se exacerba un mal que ya existe.
Un tema de alta urgencia relacionado con esta circunstancia que describimos, es el que está relacionado con la escasez de diésel y que debido a las sanciones, Venezuela -tanto su gobierno como sus empresarios- tiene muchas dificultades en adquirir. Como usted sabe, se trata de un combustible que usa sobre todo el transporte, lo que puede tener un impacto inmediato, de proporciones humanitarias catastróficas, en la alimentación, que es un derecho humano esencial, e incluso en los dispositivos necesarios para la vacunación contra el COVID. De hecho, los informes de su Oficina y su reciente adición oral ante el Consejo de DDHH de la ONU, hablan de una realidad de inseguridad alimentaria para vastos grupos sociales de nuestra población.
Sólo a título ilustrativo, le comento que Armando Chacín, presidente de Fedenaga (el gremio nacional de ganaderos) ha denunciado que desde hace
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dos semanas, la industria trabajaba con 20% de su capacidad y en la que está en curso se redujo al 10%, porque no despachan diesel desde hace tres meses, y ha remarcado la imperiosa necesidad de adquirir 25 mil litros de diésel por día. En 2007, cuando el Estado realizó el censo nacional, el número de tractores activos en el sector era de 70 mil (y ya eran muy pocos); actualmente sólo están disponibles para labrar las tierras 20 0 25 mil.
Por su parte, Roger Figueroa, presidente de Cavilac (la cámara que agrupa a los productores lácteos de Venezuela), detalló que la pérdida en productos lácteos puede haber llegado a la atroz cifra de 90%.
Los empresarios han reclamado explícitamente la comprensión del concierto de naciones del mundo para que puedan adquirir el diésel en los mercados internacionales. Nosotros nos solidarizamos con ellos.
Es por estas dramáticas razones que solicitamos sus buenos oficios para que su Oficina procure influir en los actores fundamentales, a saber: el gobierno del presidente Nicolás Maduro, la oposición no representada en la Asamblea Nacional que tiene una relación especial con los EEUU., y el gobierno del presidente Joe Biden, a fines de reproducir en esta materia un mecanismo semejante de negociación como el que se llevo adelante en materia de adquisición de vacunas contra el COVID. Allí está CITGO, que produce diésel y está controlado por el sector opositor a que aludimos, y en EEUU reposan milmillonarias cantidades de dinero venezolano represadas a causa de las
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"sanciones". Con un poco de buena voluntad, podría tomarse a tiempo en esta materia, las medidas que los venezolanos reclamamos y necesitamos.
Al expresarle mis conceptos de alta consideración, me suscribo de usted,
Enrique Ochoa Antich
Moderador de Tus de DDHH en 5 minutos