Acabo de leer que el Gobierno de Venezuela, a través de PDVSA, contrató a la alcaldía de Londres para que nos asesore en "transporte, seguridad, vivienda, saneamiento y protección ambiental, manejo de desechos, promoción del turismo y actividades culturales": craso error. Estupidez monumental. Resbalón espantoso por parte de unos funcionarios que dicen trabajar para un Gobierno revolucionario pero que siguen midiendo al mundo, a la sociedad y al país con los parámetros ya fracasados del capitalismo: gerencia, eficiencia, desarrollo. Como si la vida de los seres humanos pudiera cargarse y exhibirse en el portafolio de un yuppie.
Por si no se han dado cuenta, hay que decírselo en castellano caribeño: la hegemonía anglosajona, esa cultura que se considera superior y con potestad para decirnos cómo gobernarnos, nos acaba de meter nuevamente el chuzo. Nos jodieron: nos vendieron, mediante un folletico de Avon, unas "estrategias exitosas" para construir la sociedad, y se las compramos. Nos volvieron mierda.
El despropósito, por parte de los nuestros, reside en creer que si los gerentes y estrategas de Londres nos asesoran Caracas será algún día como Londres. Que vengan y echen unos cuentos sobre cómo "gerenciar" (cómo se pega la maldita palabra, ¿ah?) instituciones dedicadas al turismo y al reciclaje de materiales de desecho, pase. Pero que los estemos contratando para que vengan a explicarnos cosas acerca de la seguridad y sobre las actividades culturales da más arrechera que risa. ¿Hasta cuándo van a intentar aplicar métodos o esquemas que tal vez funcionaron, pero para otras realidades? ¿Cómo es que todavía creen (si es que de verdad se lo creen) que el componente social venezolano reaccionará igual que el de una ciudad europea ante la aplicación de unas medidas y políticas concebidas en un laboratorio social burgués y capitalista? ¿Nosotros no dizque estamos construyendo una forma de socialismo? ¿Se nos está olvidando el fracaso de Alfredo Peña, quien se trajo de Nueva York a un Bratton y le pagó en dólares un nuevo fracaso en materia de seguridad y de recomposición policial?
Todo lo anterior, en lo que respecta al tema de la seguridad. Lo del tema Cultura ya rebasa todo límite de bolsería y pazguatez. ¿Qué coño nos van a explicar o a enseñar en el terreno cultural los ingleses? ¿Van a enseñarnos los ingleses a ser "cultos"? ¿Qué filtro o canción cargaban en el cerebro los señores funcionarios en el momento de firmar un acuerdo en el cual un gobierno municipal europeo nos ha de vender un paquete explicativo sobre cómo hacer y querer a nuestra cultura? Que el Estado intervenga en esa hechura espontánea de los pueblos ya es un drama vergonzoso. Que ahora intervengan los ingleses es un asunto al que es preeciso enfrentar como nosotros sabemos. Esto es causal de rebelión, o al menos de enérgica protesta.
El Estado venezolano invierte más de la mitad de su presupuesto destinado al sector cultural en mantenerla un sistema de orquesta a un parásito de mierda, a un burro escalador y gangsteril de apellido Abreu; ahora, no conforme con hacerse el paisa respecto a esta gigantesca avería conceptual, el Estado tiene previsto además hacer una inversión extra para que unos londinenses nos expliquen cómo promover los tambores, las bolas criollas, el culto de María Lionza y otras actividades de nuestra cultura insurgente. En todo lo cual, según el parecer de unos altos gerentes de Pdvsa, los ingleses son unos expertos.
Los sabios y analistas de derecha de Venezuela se han dado banquete, criticando esa misma decisión. Por supuesto. Si han sido capaces de criticar una política consistente en llenar de médicos los barrios y pueblos para que salven vidas, ya uno sabe que están puestos allí para que lo critiquen todo.
Lo han hecho además con el único argumento que su cerebro, también amoldado a parámetros de una sociedad en decadencia, y además devastado por la estrechez pequeñoburguesa que sólo habla en términos de dinero: por ahí andan diciendo que lo malo de esto es que Venezuela le está regalando plata a los ingleses, como si el Estado burgués del que ellos fueron beneficiarios, y que ha gobernado a este país durante toda su historia, no se lo hubiera regalado antes al proyecto imperial anglosajón. Ahora tendremos el vago consuelo de que el petróleo venezolano irá directo a satisfacerles una necesidad de los pobres de la ciudad de Londres, que los hay; antes se lo gozaban los señores de la guerra y de las transnacionales. A eso se dedicaron durante varias generaciones de imbéciles tipo Luis Guiusti, Calderón Berti y demás plaga de corbata y paltó que hoy anda por allí hablando de soberanía como si esa mierda le importara.
Precisamente por esto, sigue siendo necesario desnudar las llagas que sobreviven en la burocracia del tiempo bolivariano. Adeco con boina roja sigue siendo adeco. La derecha, que se hace la indignada, que siga pujando a ver si detiene con estos pretextos nuestro proceso; nosotros seguiremos pujando pero para liberarnos de estos lastres, para mejorar lo que sea preciso mejorar.
En esa tarea no cabe la misericordia: o les damos con todo o se nos terminan de enquistar en las instituciones fundamentales.
http://discursodeloeste.blogspot.com/